El presidente de Zimbabue acusa a los gays de perjudicar los derechos de las mujeres

Enésima diatriba homófoba de Robert Mugabe. Durante la evaluación de la ONU de la situación de los derechos humanos en el país africano, el presidente de Zimbabue ha afirmado que la homosexualidad es «antinatural» y lleva a la extinción de la especie humana, además de supeditar cualquier avance en los derechos de las mujeres a mantener el punitivo marco legislativo actual con respecto a las personas LGTB.

Las declaraciones se produjeron en el marco de una conferencia sobre VIH/sida y derechos de las mujeres. El mandatario, de 88 años, afirmó que el «talento» de engendrar niños «no pertenece a los hombres«. «Cuando un hombre dice que quiere casarse con otro hombre, eso no lo aceptamos en Zimbabue«, opinó Mugabe. «No podemos hablar de derechos de las mujeres si seguimos en esa dirección. Llevará a la extinción«, añadió.

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navanethem «Navi» Pillay, llegó el 20 de mayo al país para evaluar sus progresos, en la primera visita de este tipo a Zimbabue. La representante de la ONU expresó precisamente su preocupación por el número de países que siguen condenando la homosexualidad. Amnistía Internacional emitió un informe el pasado jueves en el que se afirma que la homofobia en África se ha recrudecido, especialmente en países como Camerún, Uganda, Mauritania o el propio Zimbabue.

La situación de las personas LGTB en este país del sur de África es muy delicada. La legislación persigue toda actividad homosexual, real o percibida. Sobre declaraciones similares de Mugabe tenemos en dosmanzanas un amplio registro: calificó de «satánica« la propuesta del primer ministro David Cameron de asociar la ayuda británica al desarrollo al respeto de los derechos de la población LGTB y unos meses después, mandó al mandatario europeo «al infierno« por defender los derechos LGTB. Anteriormente había calificado a la homosexualidad de «inmundicia europea«.

Una opinión afortunadamente muy diferente a la que parece mantener el primer ministro, Morgan Tsvangirai, quien en octubre del año pasado se manifestó a favor de incluir los derechos de las personas homosexuales en la nueva constitución del país, rectificando así, al menos en apariencia, su posición anterior al respecto.