Las tribus unidas de los Cheyenne y Arapaho (Oklahoma) reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo
Las tribus unidas de los Cheyenne y Arapaho, cuyo territorio se sitúa en el estado de Oklahoma, han emitido una licencia de matrimonio para la pareja del mismo sexo formada por Jason Pickel y Darren Black Bear. Al no ser de aplicación las leyes estatales sobre el matrimonio en la reserva tribal, Jason y Darren han visto reconocida su unión dentro de uno los estados con leyes más restrictivas en cuanto a los derechos LGTB de los Estados Unidos.
Jason Pickel llevaba largo tiempo deseando contraer matrimonio con su pareja de hace más de ocho años Darren Black Bear. Dado que ambos viven en Oklahoma, cuyas leyes son muy restrictivas respecto a los derechos LGTB, incluso habían pensado en trasladarse a Iowa, estado donde es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, para poder cumplir sus deseos.
Pero cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos derogó el pasado mes de junio la sección 3 de la DOMA (Defense of Marriage Act, la norma que prohibía a la administración federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo), a Jason se le ocurrió una idea: si su tribu, los Cheyenne y Arapaho, aceptaba su matrimonio con Darren, la autoridad federal reconocería su enlace automáticamente y ambos podrían disfrutar de los amplios beneficios federales que disfrutan el resto de matrimonios.
Jason entonces se puso en contacto con la autoridad judicial de la tribu y les expuso el asunto. “Me esperaba un gran ‘no’”, comentaba Jason, “pensaba que ya podíamos preparar el viaje a Iowa… pero llamé a la tribu y me dijeron: ‘claro que sí, son veinte dólares’”. Los únicos requisitos eran que ambos fueran descendientes de americanos nativos y que residieran en territorio bajo la jurisdicción de la tribu. En ninguna parte se especificaba el sexo de los contrayentes.
Aunque su matrimonio tiene plena validez no solo en la reserva tribal sino ante la autoridad federal, Jason y Darren lamentan que ese derecho no esté al alcance de sus paisanos de Oklahoma y el resto de sus compatriotas. “Cuando llegue la igualdad a los 50 estados y el resto de territorios de los Estados Unidos, entonces es cuando esa igualdad será auténtica. Y entonces es cuando seré feliz de verdad», afirmaba Jason Pickel.
Con los Cheyenne y Arapaho de Oklahoma son ya siete las comunidades amerindias que han aprobado el matrimonio igualitario. Los primeros en hacerlo fueron los Coquille (Oregón), que lo aprobaron en 2008. En 2011 se unieron los Suquamish (también de Washington). Y en este 2013 han hecho lo propio los Little Traverse Bay Bands (Michigan), Santa Ysabel Tribe (California) , Pokagon Band of Potawatomi Indians (Michigan) y Colville (Washington).
La restrictiva legislación de Oklahoma
La situación actual de Jason Pickel y Darren Black Bear es muy distinta a la que padecen las personas LGTB en Oklahoma, que mantiene una de las legislaciones más restrictivas de todos los Estados Unidos.
Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo estuvieron prohibidas hasta el año 2003, cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos derogó sus leyes contra la sodomía. En noviembre de 2004, un 76% de los votantes aprobaron mediante referéndum la prohibición tanto del matrimonio como de las uniones civiles entre personas del mismo sexo. En mayo de 2012, el Senado del estado aprobó, por una mayoría de 40 a 4, una resolución no vinculante que reafirmaba la definición del matrimonio como un derecho restringido a las parejas formadas por un hombre y una mujer.
En abril de este mismo 2013, cuando la resolución del Tribunal Supremo acerca de la DOMA aún estaba en trámite, la Cámara de Representantes de Oklahoma aprobó por unanimidad de los presentes otra resolución no vinculante por la que, además de reiterar el matrimonio heterosexual como única opción legal, se instaba a los jueces del Tribunal Supremo a mantener la integridad de la DOMA y el derecho de los estados a regular el matrimonio. La misma resolución fue aprobada por el Senado estatal un mes más tarde.
Las leyes estatales de Oklahoma no incluyen dentro de los crímenes de odio a los cometidos por razón de la orientación sexual o identidad de género de la víctima. Tampoco se dispone de ninguna normativa que luche contra la discriminación por estas mismas circunstancias, salvo en las grandes ciudades como Oklahoma City y Tulsa, donde existe algún programa contra la discriminación en el trabajo por razón de orientación sexual.
To be fair, to stop overspending you’ll need to take a close look at how much you’re spending on what. One place to trim expenses is housing, which is the biggest expense most retirees have, says Anna Rappaport, one of several authors of the SOA’s report and president of a Chicago-based consulting firm that bears her name.