Uno de los líderes del movimiento contra el matrimonio igualitario en Colombia sería un homosexual en el armario
Muy lamentable noticia la que nos llega desde Colombia. Javier Suárez, promotor de la «Fundación Marido y Mujer», organización que en las últimas semanas ha adquirido gran protagonismo en la lucha contra el matrimonio igualitario en ese país, sería en realidad un homosexual en el armario. Así lo asegura al menos Raúl Quintana, que compartió con él un año de noviciado.
La noticia la desvela Quintana en una entrevista a El Espectador. «Lo conocí en 2002 cuando ingresé al ‘candidatado’ en la Compañía de Jesús, en Medellín. Él ya era novicio. En 2003, cuando alcancé el noviciado, nos encontramos. Compartimos un año, aproximadamente, y en ese tiempo hubo una constante: nuestros superiores nos ubicaban siempre a él y a mí en el mismo apostolado», explica. «Vivíamos en la misma casa con otras 27 personas de la comunidad de los Jesuitas», añade Raúl Quintana.
Quintana, que dejó la Compañía de Jesús por voluntad propia, explica que a Javier Suárez «lo sacaron» debido a su conducta sexual. «Javier siempre fue objeto de observación de los formadores porque su comportamiento en materia de tendencia sexual era evidente», asegura. Raúl Quintana señala sin embargo que el problema para la Compañía de Jesús no era tanto que Suárez fuera homosexual como que lo ocultara. «Se maneja un término muy jesuítico: transparencia. No dicen que uno no puede ser gay, pero le exigen que lo manifieste desde el inicio. Que sea sincero», explica Quintana, que reconoce ser homosexual y asegura que él no tuvo problema por ello. «Me preguntaron y yo contesté con sinceridad. Javier negó su condición. Y eso no fue de buen recibo entre los formadores», afirma.
Sobre cómo sabe él que Javier Suárez es homosexual, Quintana asegura que «con toda sinceridad, y sin ninguna exageración, le digo que era uno de los que más obviamente podíamos identificar. Nosotros dos hicimos el apostolado en una vereda del municipio de Santa Bárbara, Antioquia. Estando en esa vereda él manifestó abiertamente su atracción por un chico. Y yo nunca tuve problema. Me asombra, sí, que salga a hablar, en público, contra los matrimonios gays».
Preguntado sobre por qué lo cuenta ahora, Quintana asegura que «no soporto la hipocresía con que se emprenden, casi siempre, las acciones homofóbicas y también por mi experiencia personal. Un día leí que había surgido una fundación contra los derechos del matrimonio gay. Cuando encontré el nombre de Javier Suárez no lo asocié con el de mi antiguo compañero». Fue después, hablando con un amigo con el que también compartió noviciado, cuando Quintana se dio cuenta de que se trataba de la misma persona. «Hablando con él le pregunté qué opinaba de esa fundación. Me respondió ‘¿sabes quién es el director?’ Me contó que se trataba de Pascagaza [el segundo apellido de Javier Suárez]. Nosotros lo llamábamos por su segundo apellido, porque nos parecía divertido. Quedé frío y decidí contactar a Colombia Diversa para destapar la doble moral de Colombia en esta materia. Suárez es el menos autorizado para señalarnos», cuenta.
Lo que sobre todo reprocha Quintana a Suárez es que actúe «de manera totalmente mentirosa e hipócrita». «Suárez quiere posicionarse como una figura homofóbica de la mano del procurador. No me arriesgaría a decir que esa fundación fue creada o que tiene el apoyo de la Procuraduría, pero no podemos descartar que así sea», afirma.
Marcela Sánchez, de Colombia Diversa, se pronuncia
Marcela Sánchez, directora de la organización LGTB Colombia Diversa, se ha mostrado descolocada por las revelaciones de Quintana. “Tengo un sentimiento ambivalente entre el derecho a la intimidad y el derecho a estar informado sobre quiénes están detrás de las actividades discriminatorias de algunos sectores de la población. Entiendo a los activistas de Estados Unidos que se dedican a denunciar a quienes, desde el clóset, adelantan campañas para atacar los derechos de poblaciones a las que ellos pertenecen en la clandestinidad», ha afirmado.
«Lo importante es que la Fundación Marido Mujer carece de credibilidad. Más bien parece un montaje y quedan en tela de juicio las motivaciones, las estrategias y los resultados que se pretendían obtener mediante ella. No hay transparencia en la conducta de Suárez: aparentemente mintió sobre su condición sexual y religiosa, no dice quién lo financia ni quién está detrás de él, y es muy probable que sea solo un comodín. Hay una frase que no me gusta mucho, pero que casa en esta situación: tras cada homofóbico hay un homosexual”, ha añadido.
¿Una herramienta al servicio del procurador Alejandro Ordóñez?
Como hemos recogido en anteriores entradas, la Fundación Marido y Mujer, desconocida hasta hace pocos meses, se ha convertido en un agente fundamental en la movilización contra el matrimonio igualitario en Colombia, interponiendo acciones de tutela contra la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo.
Matrimonios celebrados por aquellos jueces que hacen la interpretación más garantista de la sentencia de la Corte Constitucional que ratificó en 2011 que las parejas del mismo sexo constituyen familia y dio un plazo de dos años al Congreso para que legislara su reconocimiento con los mismos derechos que el matrimonio civil. Un plazo que venció el 20 de junio, después de que el intento de aprobar una ley de matrimonio igualitario fracasara en el Congreso.
La Unión Colegiada del Notariado de Colombia elaboró, para intentar responder a la exigencia del alto tribunal, un contrato denominado “formalización y solemnización del vínculo”, institución jurídica inexistente en las leyes de Colombia y que los colectivos LGTB rechazaron. Los jueces pasaron entonces a ser la clave, sobre todo cuando algunos comenzaron a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo. Inmediatamente desde la Fundación Marido y Mujer se comenzaron a interponer acciones de tutela, que dieron lugar a la anulación provisional de dos matrimonios. Anulaciones revocadas después por el Tribunal Superior de Justicia de Bogotá.
Lo cierto es que las acciones de la Fundación Marido y Mujer parecen perfectamente coordinadas con las de la Procuradoría General de Colombia, al frente de la que se sitúa el homófobo Alejandro Ordoñez, un fervoroso católico que no solo ha hecho de la lucha contra el matrimonio igualitario el eje de su acción, sino que ha involucrado en ello a los funcionarios bajo su servicio. Como también hemos recogido, a través de una serie de circulares, el procurador les ha requerido intervenir en todos los procesos judiciales que se susciten y ha invitado a interponer todas las acciones judiciales disponibles. La Procuraduría Delegada para Asuntos Civiles pidió incluso disponer de información actualizada sobre el número de solicitudes de matrimonio entre personas del mismo sexo presentadas en todo el país.
Por otra parte, desde los sectores conservadores se ha desatado una segunda batalla política contra la Corte Constitucional, que ya se vio obligada a salir al paso de las acusaciones de Alejandro Ordoñez. La mencionada Fundación Marido y Mujer, junto a otra denominada “Pensamiento Juvenil”, ha denunciado a los miembros de la Corte ante la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes de “usurpación de funciones” por fallar a favor de los derechos de las parejas del mismo sexo o del aborto en determinados casos.
La homofobia de Suárez
Actúe bajo las directrices de Ordoñez o de forma independiente, lo cierto es que Javier Suárez destaca por su rabiosa homofobia. En una reciente entrevista, Suárez ha afirmado que los homosexuales son «personas que en este momento están en desventaja, no porque la ley lo diga, sino porque realmente en la praxis están en desventaja frente al varón y la mujer. Y lo he reiterado: no pueden procrear, no pueden configurar matrimonio, no pueden jurídicamente adoptar. Creo que se debe hacer un debate donde se hable a fondo de cuáles son las causas por las cuales una persona es homosexual».
Preguntado sobre si cree que la homosexualidad es una enfermedad, Suárez afirma que «hay que analizar médicamente si es un déficit hormonal y si ese déficit hormonal tiene tratamiento médico». Finalmente, preguntado sobre si cree que es Dios el que ha creado a los homosexuales, Suárez afirma que ello no es posible. «No estoy de acuerdo que Dios es el que los hizo homosexuales. Sería un Dios malo», asegura.
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