Serbia: líder de un grupo ultranacionalista condenado a 10 meses de cárcel por amenazas de muerte homófobas
Un tribunal serbio ha condenado a 10 meses de prisión a Mladen Obradović, líder del grupo ultranacionalista Obraz (Honor). Obradović ha sido condenado por las amenazas que su grupo hizo, tanto a través de internet como de pintadas callejeras, con ocasión de la marcha del Orgullo LGTB de Belgrado del año 2009. Una sentencia que demuestra que la legislación serbia contra la discriminación aprobada en 2009 empieza a dar sus frutos. Serbia, es importante subrayarlo, obtuvo hace un mes el estatus oficial de país candidato a la adhesión a la Unión Europea.
A principios de marzo nos hacíamos eco de la importante sentencia de un tribunal de Belgrado que condenó al ciudadano serbio Simo Vladičić a tres meses de reclusión y a dos años de libertad condicional por haber dejado comentarios en Facebook en los que profería amenazas muy graves contra la comunidad LGTB. Ahora es otro tribunal de primera instancia de Belgrado el que condena a Mladen Obradović a diez meses de cárcel por las graves amenazas homófobas que él y el grupo que lidera hicieron con ocasión de la marcha del Orgullo LGTB de Belgrado de 2009, que acabó por ser cancelada por las autoridades ante la supuesta imposibilidad de la Policía de “garantizar la seguridad“ de los participantes. Se trataba de la primera marcha organizada en la capital serbia después de los gravísimos incidentes que marcaron un primer intento de manifestación en 2001, y después de que otros intentos, uno lanzado en 2004 por el colectivo Gay Straight Alliance (GSA) en Belgrado y otro lanzado en 2007 por LGBT Vojvodina en Novi Sad, no lograran prosperar.
En vísperas de las celebraciones del Orgullo 2009, Obraz multiplicó las amenazas tanto a través de internet como de pintadas callejeras. “Čekamo vas» (“Os estamos esperando”), rezaba una de las pintadas con las que el grupo ultranacionalista cubrió la ciudad. Otras eran mucho más explícitas y llevaban eslogan tales como «Smrt pederima» (“Muerte a los maricones”) y «Beogradom krv će liti, gej parade neće biti» (“se derramará la sangre, no habrá Orgullo gay en Belgrado”). La juez Ivana Ramić sostiene ahora en su sentencia que estos eslóganes constituyeron amenazas que tenían como objetivo difundir el miedo entre la comunidad LGTB.
La sentencia contra Obradović ha sido muy comentada en Serbia. Los colectivos LGTB y las asociaciones serbias de defensa de los derechos humanos han mostrado públicamente su satisfacción, pero han lamentado la levedad de la condena. El colectivo Labris, en particular, ha sido muy crítico. Obradović, por su parte, ha declarado que lo ocurrido no hará sino reforzar la determinación de su grupo. No se trata, por otra parte, de la primera vez que Obradović es condenado por este tipo de delitos. En 2011 fue condenado a dos años de prisión por su participación en los graves disturbios que que tuvieron lugar durante la marcha del Orgullo de 2010.
Esta sentencia es la última en una serie de importantes fallos judiciales que se han sucedido en los últimos meses en Serbia. Además de la ya mencionada condena a Simo Vladičić, a finales de febrero un tribunal de apelación de Belgrado dio la razón al colectivo GSA, que había demandado en 2009 al diario Press por permitir la publicación de comentarios homófobos en su web. Y en noviembre otro tribunal condenó por discriminación a Dragan Marković, político conocido por sus declaraciones homófobas y su oposición a los derechos de las minorías sexuales.
A pesar de estos avances la situación del colectivo LGTB en Serbia sigue siendo muy difícil y la fuerte presencia de elementos de extrema derecha no hace sino empeorar las cosas. Hace solo unos meses, en septiembre de 2011, las autoridades serbias volvieron a impedir la celebración de la marcha del Orgullo LGTB de Belgrado, cediendo de nuevo a las amenazas de grupos de extrema derecha que amenazaron con convertir el barrio gubernamental de la capital serbia en un infierno en llamas.
Hasta ahora no entiendo por qué el nacionalismo siempre es homófobo…