El activista Nikolai Alekseev, primer condenado en firme por hacer «propaganda de la homosexualidad» en San Petersburgo
El conocido activista ruso Nikolai Alekseev se ha convertido en el primer infractor oficial de la ley homófoba recientemente aprobada en San Petersburgo, que prohibe la llamada «propaganda homosexual» a menores. Alekseev ha sido condenado por un tribunal de la ciudad rusa a pagar una multa de 5.000 rublos tras desplegar una pancarta frente al Ayuntamiento de la ciudad con el lema «la homosexualidad no es una perversión«. Alekseev ya ha anunciado su intención de recurrir la sentencia.
El activista ruso ha reconocido incluso sentirse satisfecho, ya que la decisión le permitirá iniciar una batalla jurídica que está dispuesto a llevar si es necesario hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con el objetivo de conseguir la derogación de la ley.
La prohibición de la “propaganda homosexual” a menores no es más que, en la práctica, la prohibición de informar públicamente de una manera positiva acerca de la realidad LGTB, haciendo imposible la lucha contra el acoso homofóbico y los crímenes de odio y dificultando o impidiendo la celebración de eventos LGTB públicos, como las marchas del Orgullo. Aunque la aprobación de la ley en San Petersburgo es la que ha despertado una mayor atención internacional, lo cierto es que otros cuatro territorios de Rusia disponen ya de leyes similares. Se trata de las regiones de Arkhangelsk, Ryazan, Kostroma y desde hace unos días Novosibirsk, en Siberia.
De hecho un grupo de diputados ya ha propuesto ante la Duma que una ley similar sea aprobada para todo el territorio ruso. De seguir adelante con este proyecto, Rusia probablemente deberá enfrentarse de nuevo a condenas internacionales como las que el Parlamento Europeo o el Departamento de Estado de Estados Unidos hicieron en su momento de la ley aprobada en San Petersburgo. El propio Nikolai Alekseev ya ha advertido a la Duma de que antes de tramitar una ley como esta debería esperar a conocer el dictamen del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que tiene previsto estudiar el caso de Ryazan, la primera de las regiones que aprobó una ley de este tipo. También esta pendiente la demanda presentada por la activista Irina Fedotova (también por la ley de Ryazan) presentada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.