El Gobierno del PP suprimirá la educación contra la homofobia en la asignatura que sustituirá a Ciudadanía

A diferencia de lo ocurrido en el terreno económico, en el que no ha dudado en tomar decisiones opuestas a las prometidas hace pocos meses, el Gobierno de Mariano Rajoy se mantiene firme en su anunciado programa de contrarreforma educativa. Tal y como prometió en enero el ministro de Educación, José Ignacio Wert, Educación para la Ciudadanía  desaparecerá y será sustituida por otra asignatura en la que ya no se abordará la por otra parte tímida referencia a la educación contra los prejuicios homófobos que aquella contenía.

Así lo confirma el diario El País, que ha tenido acceso a la propuesta de nuevos contenidos de dicha asignatura, que se denominará «Educación Cívica y Constitucional». La propuesta elimina la única mención explícita que el Real Decreto 1631/2006, al detallar los contenidos de Educación para la Ciudadania, hacía a la homosexualidad, al eliminar un párrafo completo sobre el aprendizaje de “la valoración crítica de la división social y sexual del trabajo y de los prejuicios sociales racistas, xenófobos, antisemitas, sexistas y homófobos”.

No se trata del único cambio que introducirá la nueva asignatura, que elimina también el párrafo que entendía los derechos y deberes humanos como “conquistas históricas inacabadas”. También desaparece la referencia a la “compensación de las desigualdades” , “el rechazo de las discriminaciones provocadas por las desigualdades personales, económicas o sociales” o «la falta de acceso a la educación como fuente de pobreza”. Por el contrario, la nueva asignatura alabará el papel de la iniciativa económica privada “en la generación de la riqueza” y educará contra los nacionalismos «excluyentes», entre otras propuestas de inconfundible carácter conservador.

La supresión de Educación para la Ciudadanía no constituye en realidad una sorpresa. La asignatura ha contado desde sus orígenes con el rechazo sistemático del PP y se había convertido, junto a la reforma de la ley del aborto y la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, en una de las medidas promovidas por el anterior Gobierno más odiadas tanto por la jerarquía católica como por los sectores sociales más conservadores, que forman el núcleo duro del electorado popular. Estos no dudaron en promover campañas de “objeción de conciencia”, que pese a chocar con las resoluciones del Tribunal Supremo contaron con el favor de no pocos tribunales de justicia, como el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. También dio lugar a esperpentos como el intento del Gobierno valenciano de devaluar la asignatura obligando a impartirla en inglés.

La FELGTB recuerda las cifras de acoso homofóbico

Tras conocerse la noticia, la FELGTB ha denunciado con dureza que la misma semana en la que el Gobierno reconocía en una declaracion institucional la necesidad de trabajar contra la discriminación por homofobia y transfobia se suprima esta misma cuestión en el borrador de la nueva asignatura. “Pedimos al Gobierno un mínimo de coherencia”, ha declarado su presidenta, Boti García Rodrigo. “Si el propio Gobierno reconoce que hay todavía mucha discriminación por orientación sexual e identidad de género y que hay mucho que trabajar para combatirla, ¿qué sentido tiene que el currículo escolar abandone ese combate contra la intolerancia, contra la homofobia, bifobia y transfobia?”, ha añadido. Desde la FELGTB han recordado como según datos del CIS, cerca del 80% de los jóvenes han presenciado algún tipo de agresión por LGTBfobia. Y según otra investigación financiada por el Ministerio de Trabajo, más del 60% de los adolescentes gays y bisexuales ha sufrido algún tipo de violencia física y/o psicológica por su orientación sexual.

Uge Sangil, coordinadora del Área de Educación de la FELGTB, se muestra indignada. “¿Cómo se puede considerar que el trabajo educativo contra el acoso escolar es un adoctrinamiento? El silencio, la invisibilización de la diversidad afectivo-sexual sí que es adoctrinamiento, porque enseña a los chicos y chicas que ser diversos es negativo. Y eso genera mucho dolor y muchos dramas personales. Esta medida del Ministerio de Educación nos hace retroceder a años oscuros y va en contra de todas las normativas europeas”, ha declarado.

También la Confederación COLEGAS ha criticado duramente la decisión, que en su opinión «fortalece a quienes pretenden el regreso de un sistema educativo basado en la prevalencia de la sexualidad heterosexual sobre el resto de opciones».

Reacciones políticas

Las reacciones políticas no se han hecho esperar. La red Twitter ha sido en este sentido muy activa. Purificación Causapié, secretaria de Igualdad del PSOE, calificaba la noticia como «un nuevo ataque del #PP a la igualdad y la dignidad». «educación para la ciudadanía previene la #violenciadegénero y la #homofobia», añadía. «La educación cívica del ministro Wert parece doctrina ppular para los que reciben enseñanza religiosa por falta de gracia santificante», se lamentaba también el diputado de IU Gaspar Llamazares. «Además de sectario, es un irresponsable», criticaba por su parte a Wert Inés Sabanés, de Equo. Sabanés se sumó a la petición de numerosos usuarios de Twitter para que dimitiera el ministro de Educación (#WertDimisión).  «Según el CIS, cerca del 80%  afirmaba haber presenciado algún tipo de agresión a jóvenes LGTB», argumentaba después.

UPyD se ha mostrado también crítica. Para su portavoz de Educación en el Congreso, Carlos Martínez Gorriarán, «la pretensión de tratar temas que no sean objeto de controversia es una perfecta majadería” en tanto “significa renunciar a que la escuela cumpla con su función, que es educar”.