Pese a las protestas, el Orgullo Báltico se celebró con éxito en Letonia
Éxito del Orgullo Báltico, que pese a las amenazas pudo celebrarse este sábado en Riga, la capital de Letonia, con tranquilidad y sin incidentes reseñables, en buena parte gracias al importante despliegue policial. El Orgullo Báltico reúne a activistas LGTB de Estonia, Letonia y Lituania, y este año vuelve a Riga, donde se celebró por primera vez en 2009, tras pasar por Vilna (Lituania) en 2010 y Tallin (Estonia) en 2011.
Al final los escasos contramanifestantes pasaron desapercibidos, y varios centenares de activistas marcharon bajo la lluvia por las calles de Riga con banderas y pancartas en un clima festivo y desenfadado, aunque protegidos por un fuerte despliegue policial que previno que se produjeran incidentes violentos. Como en años anteriores, además, entre los participantes en la marcha hubo presencia de diplomáticos extranjeros. Pinchando aquí puedes visualizar un vídeo de la marcha grabado desde un único punto que permite hacerse una idea del número de asistentes.
En un comunicado remitido a dosmanzanas, Amnistía Internacional, que había llamado a las autoridades letonas a garantizar la celebración de la marcha y que desplazó a Letonia a unos 40 activistas procedentes de 16 países europeos, ha expresado su satisfacción «por la cooperación entre las autoridades, las organizaciones y la sociedad civil» para garantizar que la marcha se celebrara sin problemas. “El apoyo gubernamental a alto nivel es un gran avance para la comunidad LGBT en Letonia y un paso en favor de la no discriminación en el país, en los países bálticos en general y en toda Europa. Las declaraciones y las leyes discriminatorias vuelven a arreciar en la región, donde con frecuencia se producen crímenes de odio. Esperamos que esta orgullosa marcha nos sirva de aliento a todos, y especialmente a nuestros amigos de más al Este, para continuar demostrando que los derechos humanos son para todos, independientemente de la orientación sexual o la identidad de género”, declaró Lars Normann Jørgensen, secretario general de Amnistía Internacional Dinamarca y presidente de la Asociación Europea de Amnistía Internacional.
Una nota positiva, sin duda, en una zona del mundo de la que no siempre nos llegan buenas noticias. Especialmente delicada es la situación en Lituania, que repasábamos en enero, donde recientemente se han aprobado leyes abiertamente homófobas que prohíben la «propaganda de la homosexualidad» a menores. En el otro extremo se sitúa Estonia, que se plantea incluso la aprobación de una ley de uniones civiles que incluya a las parejas del mismo sexo.