Extremistas ortodoxos atacan el Orgullo de Tiflis, en Georgia
La reciente celebración del Festival de Eurovisión en Bakú, Azerbaiyán, ha vuelto, sin quererlo, a poner de manifiesto la terrible situación que vive la comunidad LGTB de este país (algo que, como hemos contado en dosmanzanas, no ha sentado bien al gobierno de Irán que ha acusado al Gobierno azerí de haber organizado una «marcha gay«). Por eso hemos decidido dedicar una serie de posts a la situación de las personas LGTB en los países del Cáucaso del Sur, es decir Azerbaiyán, Georgia y Armenia. Empezamos hoy con un post sobre el ataque, ocurrido hace algunas semanas, lanzado por extremistas cristianos ortodoxos contra el Orgullo de la capital de Georgia, Tiflis.
El pasado 17 de mayo una pequeño grupo de activistas LGBT que intentaban celebrar la primera marcha del Orgullo en la historia de Georgia fue víctima de una salvaje agresión por parte de fanáticos ortodoxos. La agresión se produjo cuando los activistas del colectivo LGTB georgiano Identoba salieron a las calles de la capital, Tiflis, para celebrar el Día Internacional de Lucha contra la Homofobia y la Transfobia (IDAHO). Los activistas LGTB llevaban pancartas que decían “Soy gay” y “Soy lesbiana” y tenían previsto recorrer pacíficamente las calle de la ciudad hasta llegar a la sede del Parlamento.
Sin embargo, la manifestación quedó empañada por los ataques de un grupo de activistas cristianos ortodoxos y de miembros de una organización llamada «Unión de Padres Ortodoxos» que bloquearon el desfile mientras gritaban que no estaban dispuestos a permitir “esta indecencia”. Los contramanifestantes, entre los que había sacerdotes ortodoxos, comenzaron a insultar y amenazar a los miembros de Identoba y pidieron a los policías presentes que intervinieran para impedir la marcha. Cuando la policía se negó a hacerlo, los ortodoxos, incluido los sacerdotes, agredieron físicamente a varios activistas LGTB a puñetazos y patadas y rompiendo sus pancartas. Feu entonces cuando la Policía intervino deteniendo indiscriminadamente a los presentes, sin distinguir entre agresores y agredidos (de hecho, tres de las cinco personas que fueron detenidas eran miembros de Identoba que afortunadamente quedaron en libertad poco después).
La virulencia de este ataque es una evidencia más de como la iglesia ortodoxa en Georgia alienta y propaga el odio homófobo y, en general, de los obstáculos a los que se enfrentan las personas LGTB en este país. Davit Isakasdze, uno de los líderes de la “Unión de Padres Ortodoxos” ha reivindicado la actuación de su grupo y ha atacado a las autoridades por haber autorizado “una manifestación para la promoción de la lascivia y de la depravación”. La activista de Identoba Natia Gvianishvili, por su parte, ha declarado que lo ocurrido “demuestra que Tiflis tiene todavía un largo camino por recorrer para convertirse en una moderna ciudad europea”. Tanto la agresión como la actuación de la policía en Tiflis han sido condenadas por varias organizaciones internacionales de los derechos humanos.
En una próxima entrada ampliaremos la información sobre la realidad de la comunidad LGTB en Georgia.