Terrorismo homófobo en Armenia

Volvemos hoy con otra de nuestras entradas sobre la realidad de las comunidades LGTB de los países del Cáucaso meridional, y en concreto sobre la preocupante situación que viven las minorías sexuales en Armenia, que por desgracia no ha hecho sino empeorar en los últimos meses. La comunidad LGTB armenia ha sido víctima de una serie de ataques homófobos perpetrados por elementos vinculados a grupos radicales de extrema derecha. Más grave aún, los homófobos han sido respaldados por políticos y funcionarios públicos.

La pequeña comunidad LGTB de Ereván, en Armenia, ha sido sacudida por una serie de graves ataques de una extrema violencia, que merecen ser calificados sin duda como terrorismo homófobo. El primero de estos ataques se produjo el pasado 8 de mayo, cuando dos jóvenes que se autodenominan “fascistas” arrojaron cócteles molotov por las ventanas del bar DIY, uno de los pocos locales gay-friendly que existen en la capital de Armenia, que quedó completamente calcinado. Una semana después, el 15 de mayo, elementos ultraderechistas volvieron a atacar el bar pintando esvásticas y acabando de destrozar lo poco que quedaba en pie.

La policía, que al parecer esperó hasta doce horas para presentarse en el lugar del ataque y empezar a investigar, detuvo a dos jóvenes gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad. Al parecer, ambos estarían vinculados a un grupo neonazi que lleva aterrorizando la comunidad LGTB a lo largo de los últimos meses. Los atacantes quedaron sin embargo en libertad poco después de su detención, tras pagar su fianza dos parlamentarios de la Federación Armenia Revolucionaria-Dashnaktsutyun (ARFD, en sus siglas en armenio), un partido de corte nacionalista que se autodenomina el “partido socialista de Armenia” y que es miembro de la internacional Socialista desde 1996 (en las elecciones generales celebradas el pasado 6 de mayo obtuvo poco más del 5% de los votos y 6 escaños).

Declaraciones homófobas

Uno de los diputados, Artsvik Minasian, justificó además el ataque en una serie de entrevistas en las que afirmó que los terroristas eran personas “normales”, que su acción se enmarcaba “dentro del contexto de la ideología social y nacional” y que personas como la dueña del DIY, Armine «Tsomak» Oganesova, “son destructivas para la sociedad”.

Los dirigentes de la ARFD se han distanciado tibiamente de la actuación de los parlamentarios afirmando que actuaron a título personal. Sin embargo, Oganesova sospecha que el partido colaboró en el ataque y ha declarado que ideológicamente está muy próximo al fascismo.

Pero Minasian no ha sido el único en defender a los atacantes homófobos. El vicepresidente del Parlamento y diputado del gubernamental Partido Republicano, Eduard Sharmazanov, se felicitó de los ataques contra los homosexuales, que en su opinión “han creado una cueva de corrupción en nuestro país (…) Como armenio considero la rebelión de estos dos jóvenes armenios correcta y completamente justificada«. Hovhannes Sahakyan, otro miembro del Partido Republicano, celebró la acción de los dos terroristas a los que calificó de “patriotas”. El jefe de gabinete del Consejo Público de Armenia, Hakob Barkhudaryan, ha llegado incluso a crear una página de Facebook en honor de los dos neonazis.

Ataque contra la marcha de la Diversidad

El ataque contra el DIY Bar (que sigue siendo víctima de acoso) no ha sido por desgracia la única agresión homófoba ocurrida en Armenia en las últimas semanas. Los ultranacionalistas atacaron también la marcha de la Diversidad de Ereván, afirmando que se trataba de una marcha del Orgullo LGTB. La marcha, en la que participaba también el colectivo LGTB PINK Armenia, fue en realidad organizada por varios colectivos sociales para conmemorar el Día Mundial de la Diversidad Cultural de las Naciones Unidas, el pasado 21 de mayo. Los ultranacionalistas, en su mayoría jóvenes que llevaban pancartas con lemas como «no a la perversión«, «vergüenza» y «los gays que se vayan a Bakú» y hacían el saludo nazi, atacaron a los activistas, arrancaron sus pancartas y lanzaron insultos ante la pasividad manifiesta de la policía (foto y vídeos de este ataque pueden verse aquí).

Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han condenado lo ocurrido, mientras que el director del Programa Regional para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional, John Dalhuisen, ha criticado con dureza la actuación de las autoridades armenias. “La respuesta oficial ante el ataque con bombas incendiarias en Ereván es absolutamente escandalosa: proteger los derechos humanos de las personas LGBTI no es una concesión, sino una obligación que tiene contraída Armenia en virtud del derecho internacional”, ha declarado.

En una próxima entrada -la última en nuestra serie sobre las repúblicas transcaucásicas- ampliaremos información sobre la difícil situación que vive la comunidad LGTB armenia.