La Conferencia Episcopal vuelve a la carga contra el matrimonio igualitario y otros avances sociales
Sea porque los obispos están inquietos ante noticias como la inclusión en el diccionario de la Real Academia de una nueva acepción de «matrimonio» que por fin recoge la posibilidad de que este pueda celebrarse entre personas del mismo sexo o la filtración de que el Tribunal Constitucional dispondría de una mayoría favorable a la constitucionalidad del matrimonio igualitario, sea porque es ahora cuando han acabado de pulirlo, la Conferencia Episcopal Española ha presentado un agresivo documento en el que reitera su posición contraria a cualquier reconocimiento de la realidad LGTB y entre otras cosas habla de «deformación lingüistica» por usar el término matrimonio aplicado a parejas del mismo sexo.
El documento, titulado La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar (que puedes leer pinchando aquí), y que lleva discutiéndose un par de años, critica los avances sociales de los últimos años en materia de igualdad entre hombres y mujeres, matrimonio igualitario, técnicas de reproducción asistida, aborto o educación. Avances que los obispos españoles relacionan sin pudor alguno con la que llaman «violencia en el ámbito de la convivencia doméstica», con «las adicciones a la pornografía, a las drogas, al alcohol, al juego y a internet» y que motivan, en su opinión, que la sociedad española sea «una sociedad enferma».
En el documento, concebido al parecer como un primer hito de un plan de los obispos para reevangelizar España, la Conferencia Episcopal insiste en criticar lo que llaman «teorías de género» que según ellos reducen el cuerpo «a materia manipulable para obtener cualquier forma de placer». El documento habla además de «deformación lingüística» por utilizar el término matrimonio aplicado a parejas del mismo sexo o por incluir en el concepto de familia a las familias no tradicionales, o como ellos prefieren utilizar, «modos de convivencia», «como si existiese una especie de familia a la carta». Los obispos también critican la utilización de la expresión «violencia de género» en lugar de «violencia doméstica» o «violencia en el entorno familiar».
La FELGTB condena el documento
La FELGTB ha considerado que con la presentación de este documento la Conferencia Episcopal «vuelve a intentar imponer sus creencias a la normativa legal, a la evolución de la lingüística y a la realidad de la diversidad familiar». En un comunicado, esta organización recuerda a la Conferencia Episcopal que el Gobierno «tiene el deber de garantizar la libertad de todas las personas, tengan la creencia religiosa que tengan, y constituyan el tipo de familia que constituyan».
«La FELGTB no quiere que el Consejo de Ministros, el Parlamento o el Tribunal Constitucional olviden la aconfesionalidad del Estado que representan y conviertan la moral católica en ley, mermando los derechos sociales adquiridos o imponiendo su doctrina en la educación», añade el comunicado. “¿Cómo pueden creer que en nuestra sociedad solo cabe un modelo de familia? No se puede entender que el mandato de amor y de solidaridad de Jesucristo se haya manipulado hasta el punto de que la Jerarquía Católica valore más su poder terrenal que su mensaje de amor, plenamente inclusivo”, ha denunciado el coordinador de Asuntos Religiosos de la FELGTB, Aurelio Lepe.
Están perdiendo mucho poder y eso está motivado porque la Comunidad LGBT tiene un discurso mucho más fuerte y convincente que el suyo. Ya no tienen credibilidad. Esta institución está acabada. Me hace gracia el hecho de que ser cura parece capacitarte académicamente, incluso careciendo de título, para dar lecciones sobre todo tipo de disciplinas: biología, sociología, lingüística, medicina, psicología, etc. ¡Es increíble! (nótese ironía implícita)
Lo de «deformación lingüística» es absolutamente inaceptable. Estos necesitan pasarse por una facultad de Filología y que les den unas buenas clases de Lingüística diacrónica 🙂 En fin, la civilización avanza, la sociedad se mueve y ellos siguen queriendo cortarle la cabeza a Galileo. ¡Ahí os quedáis!
Lo que necesita el mundo es desembarazarse de las religiones institucionales. Uno puede creer en lo que le dé la gana, pero en el momento en que alguien se autodesigna portavoz de las creencias «generales» y el resto le deja, le estamos dando pie a que utilice esa influencia para los más absurdos y malvados fines. En cuanto a la jerarquía católica en particular, nada nuevo, su diarrea verbal habitual.
El obispo Camino, un McCarthy con alzacuello
La paranoia ‘in crescendo’ de la jerarquía eclesiástica española esta desbordando todos los límites de la más mínima sensatez. Los obispos han alertado estos días de que el matrimonio homosexual conduce a una “cultura de la muerte”.
http://www.elplural.com/2012/07/05/el-obispo-camino-un-mccarthy-con-alzacuello/
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En este pais de toros y folclore el poder aún esta unido a la iglesia. La prueba es que después de 7 años el Constitucional no se ha pronunciado. No se comprende.
Que mal se hizo la transición. Algo que nos vendian como un modelo a seguir.
Si la educación es la base fundamental para participar en este foro, no comprendo que no hayan eliminado los comentarios de ¨Grano grueso» (el de la diarrea) y Oscar (el de la paranoia y McCarthy. Eso no es un debate serio.
A ver, Gabriel, voy a analizar tu comentario. Hablas de «educación». ¿Te refieres a la acepción de «cortesía»? ¿No te parece cortés utilizar la palabra ‘diarrea’ pero sí que unos señores con sotana culpen a la población LGTB de crear una sociedad enferma y una cultura de la muerte? Si es así, me temo que, o bien, tu perspectiva está escorada o sufres un serio caso de adoctrinamiento (así mismo, un tipo de educación, pero, este sí, enfermo). Y, desde luego, si entiendes «educación» como la adquisición de conocimiento, lo que yo puedo decirte es que si la educación fuera la base fundamental de la sociedad, cualquier forma de superchería quedaría relegada, y, por supuesto, la religión, como fenómeno más representativo de la superstición, sería una anécdota del pasado. Eso sí, espero que no hayas cometido la ligereza de elegir el término «educación» como sinónimo de «respeto»; no lo es. Si buscas respeto para la religión, te enlazo a Pat Condell, que te explicará mejor que yo cuánto respeto merece la religión: http://www.youtube.com/watch?v=Aoy5TgZVkVk. Del mismo modo, espero que no hayas pretendido utilizar una palabra tan bella como «educación» para ocultar tu deseo de censura, de no ver escrito lo que a ti no te gusta, de que no se exprese lo que te incomoda. En estas situaciones, lo mejor es debatir, argumentar… pero supongo que para eso deberías haber empezado por dirigirte directamente a mí, algo que, desde tu púlpito, no debe haberte parecido suficientemente digno.
Ah, me he dejado lo del ‘debate serio’. Cuando una persona religiosa me explique lo de Eva manteniendo relaciones sexuales (fíjate que no he dicho «follando», por ‘respeto’ a la ‘educación’) con sus hijos para engendrar a la raza humana, y la razón por la que los únicos pasajes de la biblia que deben ‘interpretarse’ son los demasiado absurdos, entonces y sólo entonces, podemos hablar de debates serios.
“deformación lingüistica”
Sí, sí,…. tal y como llamarle «padre» (como apelativo usado para referirse a los curas) a una persona que nunca ha engendrado descendencia.
Padres postizos, qué cojones, si usamos su mismo rasero.
Que se aguanten, que ya va siendo hora de que por fin la sociedad española se vaya librando del nacionalcatolicismo de facto que esta secta quiere imponer…
Así se escribe una respuesta bien clarita a toda esta panda de buitres con sotana y alzacuellos: http://www.probolivia.net/wordpress/?p=805