Nuevo asesinato de carácter homófobo en Lieja (Bélgica)
Nuevo asesinato homófobo en Lieja (Bélgica). Jacques Konik, de 61 años, fallecía tras ser golpeado con un martillo en la cabeza en la noche del martes al miércoles en un parque. El asesino, Raphaël Wargnies, de 35 años, ha confesado el carácter homófobo de la agresión, una supuesta venganza contra los homosexuales por haber sido violado, según afirma, en ese mismo parque. Se trata de la tercera agresión homófoba (segunda con resultado de muerte) que golpea a la ciudad valona en pocas semanas.
El asesino se desplazó desde Malmedy, en las afueras de Lieja, hasta el Parque de Avroy, una zona habitual de cruising gay con fama de insegura. Allí contactó con la víctima, un sin techo que al parecer le propuso tener sexo oral. Wargnies respondió golpeando Konik varias veces con el martillo en la cabeza, dejándolo inconsciente y sangrando y huyendo del lugar. Aunque otra persona avisó casi al momento a los servicios de emergencia, estos no pudieron hacer nada por salvar a Konik, que falleció allí mismo pocos minutos después.
Fue un amigo del propio asesino, al que este contó lo sucedido, el que sobre las tres de la madrugada avisó a la Policía ante la gravedad de los hechos. Raphaël Wargnies habría admitido a la Policía su intención expresa de matar esa noche a un homosexual como venganza por haber sido violado en ese mismo parque, si bien el asesino no habría sido muy preciso sobre esa supuesta violación. De hecho, algunas fuentes la sitúan hace ahora un año, mientras que otras hablan de que ocurrió «en su juventud».
Lieja, especialmente golpeada por la homofobia
Precisamente en Lieja, en abril, Ihsane Jarfi, un joven gay musulmán de 32 años, fallecía tras recibir una brutal paliza por parte de cuatro hombres que lo abandonaron en un bosque, donde no fue encontrado hasta varios días después. Semanas después dos chicas lesbianas acompañadas de un amigo sufrían otra agresión homófoba cuando caminaban en actitud cariñosa en compañía de un amigo.
La muerte de Ihsane Jarfi, de hecho, produjo tal conmoción en Bélgica que el Gobierno ya ha aprobado un proyecto de ley cuya finalidad es endurecer el trato penal a la violencia de carácter homófobo, del cual informábamos hace solo una semana, y que castigará con penas de hasta cadena perpetua las agresiones mortales. Un proyecto que una triste casualidad quiso que se presentara apenas dos días después de que en Aalst, otra ciudad belga (flamenca, en este caso) dos hombres gays fueran víctimas de otra grave agresión homófoba.
¿Qué coño está pasando en Bélgica?….. Por lo visto allí también son ellos muy «civilizados».