Romney escoge como candidato a vicepresidente a Paul Ryan, otro republicano opuesto a los derechos LGTB

Mitt Romney, ya seguro candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, ha anunciado el nombre del político que le acompañará como candidato a vicepresidente. Se trata de Paul Ryan, un congresista ultraliberal en materia económica. Por lo que a los derechos LGTB se refiere, Ryan se ha comportado hasta ahora como un republicano ortodoxo: contrario al matrimonio entre personas del mismo sexo, a la adopción homoparental y a la abolición del «Don’t ask, don’t tell», sus posturas no dejan de ser un calco de las del propio Romney.

Al igual que hiciera John McCain en 2009, Romney ha escogido como acompañante a un político situado a su derecha, capaz de levantar el entusiasmo de la base republicana más conservadora y del Tea Party, que Romney por sí solo no despierta. Sin embargo, los republicanos se han cuidado esta vez de repetir el error que cometieron con Sarah Palin, hasta entonces casi una desconocida, con un perfil conservador muy marcado en lo moral pero sin bagaje político a nivel federal. Ryan, por el contrario, es un congresista muy conocido. Católico de 42 años, ocupa un escaño por Wisconsin en la Cámara de Representantes desde 1998, y su área principal de trabajo ha sido el campo económico: es el actual presidente de su Comité Presupuestario. Considerado uno de los ideológos del nuevo republicanismo, partidario de los recortes y de reducir la acción del sector público a su mínima expresión, fue uno de los máximos responsables del bloqueo del acuerdo presupuestario entre la Cámara de Representantes y la Casa Blanca que hace unos meses colocó a la administración estadounidense al borde del abismo.

En materia LGTB, Ryan puede considerarse un republicano ortodoxo. Analizando su historial de voto, el candidato a vicepresidente votó en su momento a favor de enmendar la Constitución de Estados Unidos para prohibir el matrimonio igualitario, medida que intentó impulsar George Bush sin éxito. También ha votado en dos ocasiones a favor de la DOMA (Defense of Marriage Act), la ley que prohíbe a la administración federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo. También votó en su momento en contra de que el Distrito de Columbia, que alberga a Washington, la capital federal, permitiera la adopción homoparental. Más recientemente se ha opuesto a dos los hitos más significativos de la presidencia de Obama en materia LGTB: la Matthew Shepard Act (la ley que permite la inclusión de la orientación sexual y la identidad de género en las categorías contempladas por la legislación federal de crímenes de odio) y la abolición del «Don’t ask, don’t tell», la ley que impedía a gays, lesbianas y bisexuales servir en el Ejército a no ser que mantuvieran en secreto su orientación.

Existe, sin embargo, un antecedente en el que Ryan sí se posicionó en favor de los derechos LGTB. Fue en 2007, cuando dio su voto a la Employment Non-Discrimination Act, un proyecto de ley que pretendía prohibir la discriminación laboral por razónes de orientación sexual (aunque no mencionaba la identidad de género). El proyecto fue aprobado por la Cámara de Representantes (que entonces contaba con mayoría demócrata) pero no por el Senado. Mitt Romney, que en el pasado se mostró favorable a este proyecto de ley, es ahora contrario al mismo.

Pese al negativo historial de Paul Ryan en materia de derechos LGTB, las dos organizaciones LGTB vinculadas al Partido Republicano, Log Cabin y GOProud, han felicitado a Romney por la elección de Ryan como candidato a vicepresidente. Especialmente efusiva ha sido GOProud, situada más a la derecha, que comparte con Ryan su visión sobre la necesidad de proceder a recortes presupuestarios.

Y los demócratas, a favor del matrimonio igualitario

Y mientras el Partido Republicano elige un cartel electoral contrario a los derechos LGTB, el Partido Demócrata consolida su apuesta por el matrimonio igualitario en su plataforma ideológica, tal y como adelantábamos hace unos días.

El Comité encargado de redactar la nueva plataforma -que será aprobada definitivamente en la convención de septiembre- ha dado forma este sábado al pronunciamiento por unanimidad. «Apoyamos el derecho de todas las familias a disfrutar del mismo respeto, responsabilidades y protecciones que la ley ofrece. Apoyamos el matrimonio igualitario y apoyamos el movimiento para asegurar el mismo tratamiento legal a las parejas del mismo sexo», rezaría el texto, según afirma la revista estadounidense The Advocate en su edición digital.

Se trata de la primera vez que los demócratas mencionan expresamente el matrimonio en su plataforma ideológica, una enumeración de los principios que marcarán las líneas programáticas del partido en los siguientes cuatro años. La vigente plataforma, con la cual los demócratas concurrieron a las elecciones presidenciales de 2008, mencionaba a las parejas del mismo sexo y apoyaba que estas disfruten de iguales beneficios, pero se cuidaba de no mencionar explícitamente el término “matrimonio”.

La nueva plataforma también se pronuncia, en un terreno más concreto, a favor de la derogación de la DOMA y de la aprobación de la Employment Non-Discrimination Act con mención expresa a la identidad de género.