Un padre gay brasileño ve reconocido su derecho a disfrutar de un permiso de «maternidad» de cuatro meses

Lucimar Quadros da Silva será el primer miembro de una pareja gay brasileña que tras adoptar un hijo podrá disfrutar de un permiso de «maternidad» de cuatro meses. La decisión, adoptada por unanimidad por un tribunal administrativo, no sienta jurisprudencia, lo que obligará a futuros padres que quieran disfrutar del mismo derecho a pelearlo ante los tribunales, pero el precedente será difícil de soslayar.

El fallo establece que negar a da Silva, empleado de banca, el derecho a disfrutar de cuatro meses de permiso, en lugar de los cinco días que la ley brasileña permite a los padres de sexo masculino, es discriminatorio. Una discriminación que afecta de lleno a las parejas gays masculinas, ya que en el caso de las parejas de lesbianas una de las dos madres sí puede acogerse al permiso de maternidad. Lucimar Quadros da Silva ve así culminar la lucha que emprendió hace ya dos años, cuando la Seguridad Social le negó el derecho argumentando que según la legislación brasileña es privativo de las mujeres. Da Silva y su pareja, Rafael da Silva Gerhard, son los padres adoptivos de João Vitor, un pequeño que cuenta ya con dos años y dos meses de edad.

Brasil, el gigante de América Latina, es un país de enormes contrastes, también en lo que la realidad LGTB se refiere. Celebraciones como las del Orgullo de São Paulo, uno de los más multitudinarios del mundo, conviven con una fuerte LGTBfobia social responsable de decenas de asesinatos cada año. Por lo que se refiere al reconocimiento jurídico de las parejas del mismo sexo, a lo largo de los últimos años se han registrado importantes avances, en la mayoría de los casos a golpe de sentencia judicial. El Supremo Tribunal Federal de Brasil se pronunció en mayo de 2011 a favor del derecho de las parejas del mismo sexo a constituir una unión estable con derechos similares a los de los matrimonios heterosexuales. El fallo, de obligado cumplimiento, no suponía la legalización explícita del matrimonio igualitario, pero sí de todos los derechos derivados del mismo. La decisión consolidó, por ejemplo, el fallo del Tribunal de Justicia Superior (junto al Supremo Tribunal Federal, una de las dos instancias judiciales más importantes del país) que un año antes abría la puerta a las adopciones homoparentales. De hecho, diferentes tribunales de justicia brasileños han reconocido ya varios matrimonios entre personas del mismo sexo, y ya hay administraciones de justicia que permiten tramitar ante notario peticiones de matrimonio sin necesidad de contar para ello con una resolución judicial favorable.

Hace varios meses, recordamos, fue lanzada una importante campaña a favor del matrimonio igualitario en Brasil, en la que participaron destacadas personalidades del mundo de la cultura, como Caetano Veloso o Chico Buarque. Por lo que se refiere a iniciativas parlamentarias, en el Senado brasileño se discute una ley para abrir la puerta a las uniones civiles entre dos personas, sin especificar que tengan que ser de distinto sexo, así como la introducción de reformas penales que castiguen la discriminación por motivo de orientación o identidad sexual.