Estudio con importantes deficiencias metodológicas, utilizado como ariete conservador contra la adopción homoparental
Un polémico estudio publicado por el sociólogo Mark Regnerus, que sostiene que hijos criados por padres homosexuales presentan más problemas emocionales en la edad adulta que los criados por parejas heterosexuales, está alimentando una campaña de los grupos ultraconservadores en contra de la adopción homoparental. De poco sirve que otros expertos hayan denunciado sus errores metodológicos, o de que el propio Regnerus haya opinado que las parejas del mismo sexo pueden ser unos buenos padres.
El estudio, publicado en julio en la revista Social Science Research, revisó una muestra de 3.000 personas adultas de entre 18 y 39 años. De ellas, 175 referían ser hijos de una madre que había tenido alguna relación con otra mujer, mientras que 73 referían ser hijos de padres que habían alguna relación con otro hombre. Esa fue la muestra que Regnerus utilizó para extraer sus conclusiones, que atribuían a los hijos de padres homosexuales más riesgo de problemas emocionales, depresión o ideas suicidas.
El estudio ha recibido numerosas críticas por sus errores metodológicos. No compara, de hecho, situaciones equiparables (por ejemplo, familias estables homoparentales frente a familias estables heteroparentales, o familias homoparentales adoptantes frente a familias heteroparentales adoptantes). Paradójicamente, la mitad de los reconocidos como hijos de padres homosexuales referían también ser hijos de matrimonios heterosexuales. Es decir, habían sido concebidos en el seno de una relación heterosexual tradicional, en la que uno de los padres había salido después del armario… Para los críticos, el estudio reflejaría en todo caso que los hijos criados en hogares inestables presentan más problemas emocionales que los criados en hogares estables.
El trabajo de Regnerus ha sido además criticado por analizar la que es una realidad del pasado: la de los hijos ya adultos de personas homosexuales, crecidos en un contexto histórico y social (el del siglo XX) mucho más hostil a la homoparentalidad que el existente en la actualidad en Estados Unidos. El estudio, por cierto, fue financiado por el Instituto Witherspoon, organismo conocido por sufragar fondos para causas de tipo conservador, por lo que el conflicto de intereses resulta evidente para muchos.
Tras semanas de polémica el estudio ha vuelto a la actualidad al hacer pública la Universidad de Texas (de la que Regnerus es profesor) su negativa a abrir una investigación sobre sus posibles intencionalidades ocultas tras la denuncia del bloguero Scott Rose, que ya ha afirmado que continuará su lucha contra lo que considera falta de ética de Regnerus. Conviene añadir, para ser justos, que el propio Regnerus ha admitido que los resultados de su estudio pueden ser consecuencia de otros factores ajenos a la orientación sexual de los padres en sí misma, como por ejemplo su situación social. Regnerus también ha expresado su opinión de que un niño puede ser criado sin problema alguno por una familia homoparental, un hecho por otra parte apoyado por otros muchos estudios. Hace un par de años recogíamos, por mencionar solo un ejemplo, los resultados de un trabajo que concluía que los hijos de madres lesbianas suelen presentar mejores aptitudes académicas, sociales y psicológicas que los criados por parejas heterosexuales. Para los responsables de la investigación, la principal razón residiría en que las familias homoparentales analizadas eran en mayor medida producto de un deseo planificado y disponían de mayores recursos y tiempo para el cuidado de los hijos.
Ello no ha sido suficiente para evitar que el estudio haya alimentado la homofobia de grupos de presión y medios ultraconservadores. En España, por mencionar solo un ejemplo cercano, el diario La Gaceta (perteneciente a Intereconomía) haya recogido el estudio bajo el titular de «confirman los efectos negativos de la adopción por homosexuales».
Muy bien explicadas las deficiencias metodológicas. Está claro que el mismo Regnerus ha visto que su estudio no sostenía las conclusiones que quizá él buscaba y ha tenido que retractarse.
Cualquiera que estudie con un mínimo de provecho teoría y filosofía de la ciencia, o las asignaturas metodológicas de ciencias sociales, sabe que para establecer una relación de causa efecto hay que controlar las variables y hay que comparar situaciones equivalentes. Regnerus, estrictamente, no ha demostrado rigurosamente nada, como no sea que la inestabilidad de las familias es un factor negativo, en familias homo y hetero… Vamos, que Regnerus ha descubierto, en realidad, el Mediterráneo. Tamaño mérito.
Pero insisto, gracias a dm, este resumen de los defectos del estudio es fantástico y se puede enlazar tal cual en cualquier foro en el que convenga dar una respuesta clara. Si alguien tiene el cuajo de hacerse usuario de Intereconomía para dejar comentarios (yo no lo tengo, la verdad), podría enlazar…
Saludos
Se podría denunciar a la Gaceta. No se pueden confirmar los efectos negativos de la adopción homoparental cuando todos los estudios previos indican lo contrario.
Ellos son homófobos, y como todas las fobias sienten animadversión incontroladamente, por eso mientras no encuentren denuncias y les toque pagar van a seguir fomentando el odio contra las personas LGTB.
Lo llamativo es que este hombre tenía otros estudios anteriores que no parecían reflejar ningún tipo de parcialidad hacia la religión:
http://www.newyorker.com/reporting/2008/11/03/081103fa_fact_talbot
El tipo estudia personas adultas, personas que crecieron en los años 90 y 80 ó antes, la homofobia era fuertísima y los hijos de gay y lesbianas eran fuertemente atacados, en un ambiente así puede afectar. Pero esto no es culpa de los homosexuales es de la sociedad homofóbica. Pero la cosa esta cambiando, precisamente por el valor de las primeras familias homoparentales a enfrentarse a esto e ir derivando prejuicios y tabúes. Vuelvan a ser el estudio en el 2030 y luego en el 2060 y verán que no encontraran nada confirmando que esto surgía por la homofobia.
El tal Mark Regnerus estudio personas adultas, personas que crecieron en los años 90 o antes, la homofobia era fuertísima y los hijos de gais y lesbianas eran fuertemente atacados; claro que en un ambiente así se pueden afectar. Pero esto no es culpa de los homosexuales, es de la sociedad homofóbica; ustedes son los que dañan y luego culpan a los homosexuales.
Dice hijos de homosexuales sin especificar. Pueden ser hijos de homosexuales de matrimonios anteriores heterosexuales que tuvieron por la presión social; la separación de los padres, aunque sean heterosexuales, de por sí ya es traumático para un niñ@; luego de que se separaran, el otro progenitor heterosexual, ayudo a explicar sin homofobia la situación al niño, o empeoró las cosas con rencor y homofobia. También pueden ser hijo de un(a) homosexual soltero, O fue adoptado cuando ya era grandecito.
Estos son los casos que más abundan antes de los 90, y es muy fácil comparar estos con los hijos bilógicos o adoptados cuando bebes de parejas de verdaderos heterosexuales, que no se han separado nunca, y que no han tenido que lidiar con la discriminación y maltrato hacia ellos y sus hijos (como si pasa con la homofobia hacia los homosexuales y sus hijos), y tienen iglesias que les ayudan en su crianza, a diferencia del plan de destrucción que tiene las iglesias en contra de las familias homoparentales.
Pero la cosa esta cambiando, precisamente por el valor de las primeras familias homoparentales a enfrentarse a esto e ir derivando prejuicios y tabúes. Vuelvan a ser el estudio en el 2030 y luego en el 2060 y verán que no encontraran nada confirmando que esto surgía por la homofobia.
Pero esa vez comparen las familias monoparentales homosexuales con las monoparentales heterosexuales, los divorciados con los divorciados, los adoptados ya grandecitos de homosexuales con los de heterosexuales, y las familias ideales de dos padres gais o dos lesbianas que nunca se separaron y tienen sus hijos desde que eran bebes, con esa misma familia ideal de los heterosexuales.
Hola,
Se critica este estudio porque los niños de familias homosexuales se habrían criado en ambiente inestable y discriminatorio. Luego se menciona un estudio sobre madres lesbianas, cuyos hijos tendrían mejor desarrollo que los de familias heteropatentales. Estos, curiosamente, también habrían sufrido discriminación, pero la habrían superado con éxito (la fuente es esta misma web)
Me parece curiosa esa contradicción. ¿Debo pues entender que las familias lesbianas eran más estables? Bueno, pues espero que el estudio de las lesbianas se haya hecho usando como grupo control familias heterosexuales de estabilidad similar a la de las familias lesbianas. No me parece de más señalar que no se dice nada al respecto en el artículo de esta web. Llendo al artículo original, me ha parecido leer (digo parecido, porque mi nivel de inglés es bastante bajo) que el porcentaje de familias blancas es bastante mayor para la muestra de las lesbianas. Es curioso porque el propio Regnerus habría dicho que algunos de los influyentes estudios que probaron que no existen diferencias entre los dos tipos de familias también dijo que esos estudios se han hecho en pocas o no representativas muestras de población, enfocándose en parejas homosexuales blancas, con alto nivel de educación.
También cabe mencionar que el grupo de las lesbianas era conscientes del estudio al que estaba sometido. En cambio (si he entendido bien lo leído) me PARECE que el grupo control son datos facilitados por un instituto, que no tienen relación directa con el estudio.
En otras palabras, todos los estudios parecen pecar un poco de inexactitudes varias. No pretendo sembrar zizaña, pero os llamo la atención porque me parece que aquí tanto un bando como otro dice un poco lo que le conviene. No os acuso de nada, pero os invito a ser un poco más detallados y críticos.
Mi pregunta es: ¿Hacen todos un buen trabajo? ¿Comparan todos lo que hay que comparar? Mucho cuidado con eso. Los ideales tienden a moldear la forma de enfocar los estudios, a veces incluso de forma totalmente inconsciente.
Termino señalando una vez más que mi nivel de inglés es bajo, con lo cual, lo que digo debería ser verificado. Pero os invito a que lo hagáis. No está de más ir a la fuente.
María, no hay «dos bandos» enfrentando argumentos similares y contrapuestos. Hay personas discriminadas y discriminadores. Punto.
Las familias LGTB existen, guste o no, y por cierto tienen todo el derecho del mundo a ser tan imperfectas, inestables y desestructuradas como lo puedan ser las familias heterosexuales tradicionales, en el seno de las cuales por cierto nos hemos criado la inmensa mayoría de los LGTB.
Los LGTB no presumimos de que los ambientes familiares LGTB sean mejores, aunque lo presupongamos. Los discriminadores sí que lo hacen, pretendiendo incluso hasta negar nuestro propio derecho a conformar familias, como se ha hecho como este estudio.
Los estudios sobre homoparentalidad que se presentan, quizá metodológicamente igual de incorrectos (desde luego no más) como respuesta a estudios como los de Regnerus lo único que demuestran es que no hay diferencias en la educación de los hijos en relación a la orientación sexual de los padres, sino que las diferencias dependen de otros muchos factores. Entre otras cosas, el ser hijos queridos y deseados. Ah, y una diferencia importante: los estudios sobre homoparentalidad no se presentan para defender que a las parejas heterosexuales se les prohiba tener descendencia, como sí se hace con los primeros.
Dicho esto, esto es una página LGTB, por si no te has dado cuenta. Defender nuestros derechos no son «ideales», en nuestro caso es supervivencia, la nuestra y la de los nuestras familias.
Muchas gracias
Hola Flick,
Soy plenamente consciente de que es una página LGTB. Pero considero que toda persona tiene derecho a saber la verdad. La verdad, sin matices, sin manipulaciones. Este no es un ataque, por cierto, es simplemente una forma de llamar la atención. A mi me arden las entrañas cuando leo mentiras o manipulaciones, vengan del grupo que vengan, y esté o no de acuerdo con su ideología. Evidentemente, me duelen más si es una ideología que apoyo.
Créeme, que digo lo mismo para la gente que publica artículos como el de Regnerus. Lo que pasa es que ese tipo de comentarios los haría en otras páginas webs.
A mí, todos estos estudios que se han publicado no me demuestran nada, ni en un sentido ni en otro. Todos tienen fallos. Pero si me hacen ver una cosa: la comunidad científica se vende a grupos de presión ideológica, y saca las conclusiones que quiere. Este mensaje es el de una científica harta de ver como manipulan a la ciencia para provecho propio. Y me importa un pepino que la ideología perseguida sea buena. Te puede parecer una gran lucha la de los derechos LGTB, pero no valen mentiras para apoyarlo. Si piensas que no es necesario que se publiquen estudios pues consideras que el de los LGTB es un derecho básico (o como dices, superviviencia) que no precisa estudios.. ¡pues entonces no publiques estudios! Sin embargo, si piensas que necesitas estudios para apoyar ese derecho porque piensas que la sociedad te los exige, ¡pues hazlos bien! Diablos, ¡no creo que sea una tontería lo que pido! Y digo lo mismo para los que están en contra y pretenden demostrarlo, eh. El tal Regnerus, pues eso… patético, pero no lo digo por la ideología, sino por las conclusiones sacadas de su método, que presenta deficiencia.
Que la gente sea sincera y honesta es lo único que pido. Responder a mentiras con más mentiras, y usando la ciencia y manipulándola me tiene harta. Soy científica y me tiro de los pelos a cada vez que leo esas cosas.
Por cierto, no tiene mucho que ver pero no existe ningún derecho a ser «una familia desestructurada». No confundamos términos, eso no es un derecho, es una tristeza. Lo que digo es una tontería un poco prepotente, pero tenía que ponerlo, que la gente se confunde mucho. Los derechos son cosas graves, pero deben ser buenas siempre 😉 .
Un saludo, y gracias por tu respuesta.