Futbolista de la primera división alemana habla de su homosexualidad… desde el anonimato
Sorpresa dentro del mundo del fútbol profesional, uno de los ámbitos más hostiles a la visibilidad LGTB que existen en la sociedad. Por primera vez, un futbolista de la Bundesliga (primera división alemana) ha explicado en una entrevista los problemas a los que se enfrenta por su condición de gay. Por el momento, eso sí, desde el anonimato.
En una charla al principio «tensa» con el periodista de la revista Fluter, editada por la gubernamental Agencia Federal para la Formación Política, el jugador declaró que la decisión de conceder la entrevista se debió a la importancia de «dar el primer paso» y de «probarse a sí mismo«. «Otros no dan el paso a pesar del anonimato«, añadió, revelando además que conoce a varios compañeros gays en la Bundesliga, que como él tienen que vivir una «existencia paralela«.
El futbolista afirmó no haber tenido problemas con otros jugadores por su homosexualidad, de la cual no se habla apenas aunque «todos lo saben«. Se lamentó también de la dificultad para tener pareja dadas las circunstancias. «El juego del escondite es veneno para una relación«, declaró. Una situación que le lleva a dudar de su futuro como profesional del fútbol: «No sé si podré soportar hasta el final de mi carrera la presión entre mi imagen de jugador heterosexual y un posible descubrimiento» de su verdadera orientación.
El principal problema sería la reacción de sus seguidores. «Ya no estaría seguro, si mi sexualidad se hiciera pública«. Es por ello que se deja ver con mujeres, como según él hacen los otros futbolistas gays que conoce. Él sigue soñando con el momento de «normalidad» en el que pudiera acudir con un futuro compañero sentimental a un restaurante.
La entrevista ha tenido una amplia repercusión en la prensa (incluso la española) y en las redes sociales y ha llevado incluso a la canciller alemana, Angela Merkel, a posicionarse al respecto. «Soy de la opinión de que cualquiera que reúna las fuerzas y tenga el valor debería saber que vive en un país en el que no tiene nada que temer» en el caso de salir públicamente del armario, declaró.
Lo cierto es que el fútbol alemán es uno de los más concienciados contra la homofobia que existen. Hace unos meses informábamos de la sanción impuesta a un grupo de hinchas del club Borussia Dortmund que desplegaron una pancarta homófoba. El presidente de la Federación Alemana de Fútbol animaba a principios de este año a los jugadores gays a salir del armario, y a pesar de que el capitán de la selección, Philipp Lahm, declarara que el fútbol no está preparado para aceptar a jugadores abiertamente gays, otros dos futbolistas alemanes, el delantero Mario Gómez y el portero Manuel Neuer, se han mostrado en algún momento a favor de que sus compañeros gays expresen abiertamente su orientación sexual.
Resulta, cuanto menos, llamativa la ausencia casi total de jugadores de fútbol profesionales fuera del armario. En dormanzanas hemos conocido dos casos, pero no deja de tratarse de futbolistas de segundo orden: el estadounidense David Testo y el sueco Anton Hysén. Aún así, constituyen los dos únicos casos relevantes conocidos tras el de Justin Fashanu, probablemente el único futbolista profesional de primera línea que reconoció su homosexualidad mientras se encontraba en activo. Una visibilidad que le condujo al ostracismo y finalmente al suicidio.
La señora Merkel está para callarse la boquita.
Es cómplice, ella y su partido, de los homófobos.
No cabe otra cosa mientras se nieguen a equiparar derechos.
De Merkel ya se sabe, no tiene cara ni derecho para dar una opinión sobre el asunto sin que llegue a sentir algo de vergüenza.
Lo que sí lamento, y mucho, es que la ignorancia sea muy atrevida. Promovida por parasitistas panfleteros y religiones varias, se tardará decádas, sino es que siglos, en reparar todo, absolutamente todo, el daño hecho. Lamentablemente no creo que a la humanidad le quede todo ese tiempo al ritmo que va.