Boris Johnson, figura en alza de los conservadores británicos: «ninguna religión ha tenido jamás el monopolio del matrimonio»

La movilización de los sectores más tradicionalistas del Partido Conservador contra las intenciones de su primer ministro David Cameron de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra y Gales (Escocia discute su propia ley) está teniendo consecuencias insospechadas. Por lo pronto, la estrella en alza de los conservadores, el alcalde de Londres Boris Johnson, ha lanzado una rotunda defensa del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Ha sido en un escrito dirigido a The Independent, diario británico que ha promovido una petición online a favor del matrimonio igualitario, y que pidió a Johnson, que ya con anterioridad había expresado su apoyo a esta causa, que expresara su opinión por escrito. «Se me ha pedido que diga algo más en favor del matrimonio homosexual. Y lo hago encantado, porque con franqueza no entiendo el porqué de tanto alboroto. Hace un par de años alguien me preguntó ya si lo apoyaba, y me desconcertó, porque pensaba que era ya legal», comienza su escrito.

«Una cosa es que líderes religiosos se opongan, y están en su perfecto derecho a mantener ese punto de vista. No existe ninguna intención de imponer políticamente el matrimonio homosexual a las iglesias, a las mezquitas o a otras instituciones religiosas. Si la hubiera, desde luego yo no la apoyaría», aclara en primer lugar Johnson.

«La mayoría de las religiones piden a los que se adhieren a ellas creer en una serie más o menos concreta de cosas, en materia de costumbres, moral, metafísica, o lo que sea. Eso está bien: es el privilegio de la fe, y la fe da consuelo a millones de personas en todo el mundo y ayuda a dar sentido a nuestras vidas», continúa. «La clave de la fe -al menos en este país- es que uno puede elegir si creer o no, e incluso uno puede elegir cómo observar su fe. Pero lo que no puedes es elegir el lugar donde naces, o las leyes bajo las cuales creces, o si eres gay o heterosexual. Y el matrimonio es una antigua institución humana, mucho más antigua que cualquiera de las religiones que se practican hoy en día. Puede ser muy querido por Dios, pero ninguna religión ha tenido jamás el monopolio sobre el matrimonio», manifiesta Johnson.

«Es uno de los elementos básicos de la humanidad. Así ha sido desde la Edad de Piedra, y ahora tiene que ir más allá de la Edad de Piedra. En la medida en que el matrimonio es un reconocimiento legal y secular, hecho por el Estado, de la unión entre dos personas, la institución tiene que acomodarse a los tiempos. Vivimos en una sociedad en la que tratamos de eliminar toda discriminación entre seres humanos, sea por motivos de discapacidad, de raza, de sexo o de orientación sexual, etc. No creo que sea justo que gran parte de las personas disfruten de un privilegio legal que se le niega a otra parte», continúa Johnson.

«El matrimonio es una institución que puede aportar gran felicidad. Es un reconocimiento formal, por la sociedad, del amor y del vínculo que existe entre seres humanos. Da estabilidad y comodidad. Y lejos de desaparecer, el número de matrimonio está aumentando, especialmente en Londres. ¿Qué razón sobre la tierra existe entonces para negárselo a nadie?», concluye el alcalde de Londres.

¿Crees que en España veremos alguna vez algo así?

Con independencia de las posiciones políticas de cada uno, el texto de Boris Johson nos produce, como primera impresión, una sana envidia. Se nos hace díficil imaginar en España a un líder político que aspire a convertirse en líder conservador (pocos en Reino Unido dudan ya de la ambición de Johnson) capaz de escribir un texto así de rotundo, no ya a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, sino en contra de los que esgrimiendo argumentos religiosos lo atacan.

Nos gustaría conocer vuestra opinión al respecto…