Movimientos a favor de los derechos LGTB entre el clero católico italiano
Recientemente dedicamos una entrada al popular sacerdote italiano y destacado defensor de los derechos LGTB, Don Andrea Gallo. Sin embargo, Don Gallo no es un caso único en Italia. A pesar de que en los últimos meses la curia haya multiplicado sus ataques contra los derechos LGTB y lo que queda del sector progresista de la iglesia católica, algunos religiosos se están posicionado con claridad en contra de la doctrina oficial sobre la homosexualidad.
A comienzos de septiembre, un grupo de religiosos de la diócesis de Florencia enviaba una carta abierta al cardenal arzobispo Giuseppe Betori en la que pedían un cambio de actitud de la iglesia hacia la homosexualidad y el fin de toda discriminación contra las personas LGTB. Se trata del párroco de Le Piagge, Don Alessando Santoro; el párroco de Santo Stefano a Paterno, Don Fabio Masi; el párroco de la Virgen de la Tos, Don Giacomo Stinghi y la hermana Stefania Baldini, una monja dominica de Prato. El texto pedía a las autoridades eclesiásticas que abrieran la puerta a los homosexuales católicos, permitiéndoles el acceso a todos los sacramentos, y muy en particular su participación en la eucaristía. Tras esta primera petición los cuatro han hecho pública una segunda carta en la que animan a la jerarquía católica a «dejar de considerar verdades absolutas cosas que, como ya ha ocurrido en el pasado, con el tiempo considerará un error» y afirman estar dispuestos a ejercer incluso la objeción de conciencia y permitir a los creyentes abiertamente homosexuales recibir la eucaristía sin la autorización de las autoridades eclesiásticas.
Esto es, de hecho, lo que ya hace desde hace tiempo uno de los firmantes, el párroco de Le Piaggie, el barrio más marginal de Florencia, Don Alessandro Santoro. Tras la publicación de la segunda carta, Don Santoro ha desafiado además al arzobispo dando la Eucaristía a personas y parejas homosexuales en presencia de los medios de comunicación. «La iglesia no se puede enrocar siempre detrás de los cánones. Las reglas son necesarias pero no puede haber reglas más fuertes que el amor«, ha afirmado el sacerdote en una entrevista, en la que revela que ha invitado a parejas del mismo sexo a seguir los cursos prematrimoniales que organiza su parroquia. «¿Cómo es posible que se pueda bendecir un coche nuevo, algo en el límite de la superstición, y no se pueda bendecir a dos seres humanos que muestran esperanza en Dios, amor y apertura a mostrarse como son, más allá del sexo y de los genitales, de que sean gays o lesbianas?«, ha declarado.
No es, de hecho, la primera vez que este cura obrero desafía públicamente a la jerarquía católica. Ya en 2009 fue suspendido de sus funciones por celebrar el matrimonio de un hombre y una mujer transgénero.
Un sacerdote sale del armario
En otro orden de cosas, el también sacerdote católico Mario Bonfanti ha desatado el interés de los medios internacionales al declarar en Facebook «soy gay, un felicísimo sacerdote gay«. No se trata de una novedad, sin embargo: ya en marzo Bonfanti hizo una primera salida del armario en una entrevista concedida a un diario local, poco después de ser suspendido como párroco tras hacer públicas sus opiniones, tanto en sus homilías como a través de Facebook, a favor de los derechos de las parejas del mismo sexo o de dar la eucaristía a los divorciados.
Tras sus últimas declaraciones en Facebook, de hecho, Bonfanti ha decidido abandonar la iglesia católica, que ya le ha comunicado su exocomunión, e incorporarse a la iglesia episcopaliana, en la que tiene intención de seguir ejerciendo el sacerdocio. La iglesia episcopaliana permite la ordenación tanto de sacerdotes como de obispos abiertamente homosexuales y bendice las uniones entre personas del mismo sexo.