Responsabilizan al matrimonio homosexual del huracán Sandy, entre otros posicionamientos homófobos de diversas confesiones cristianas

El predicador John McTernan ha responsabilizado a Barack Obama y a su posición favorable al matrimonio igualitario del devastador huracán Sandy. No se trata sin embargo del único posicionamiento homófobo de sectores religiosos estadounidenses. La cercanía de tres referendos de cuyo resultado depende la aprobación del matrimonio igualitario en los estados de Maine, Maryland y Washington ha llevado a líderes adventistas, mormones, baptistas, evangélicos y católicos, en principio menos radicales que McTernan, a hacer declaraciones contrarias a la igualdad LGTB.

«No estoy diciendo que este huracán superdestructivo sea debido a los actos homosexuales. El sagrado Dios de Israel juzgará a cada individuo por sus actos pecaminosos. Lo que digo es que el juicio es hacia el gobierno por promover el ‘matrimonio’ homosexual. Una vez que una nación legaliza el pecado, como el aborto o el ‘matrimonio’ homosexual, esa nación queda sometida al juicio directo del sagrado Dios de Israel. Dios no destruye una nación sin antes avisar», ha explicado McTernan, que tampoco ha ahorrado críticas a Mitt Romney por haber renunciado, por ejemplo, a la reinstauración de la política de «Don’t ask, don’t tell» en el Ejército de Estados Unidos.

Pero el de McTernan no ha sido el único posicionamiento homófobo desde el ámbito religioso. La junta directiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha decidido por unanimidad mantener su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y su condena hacía la homosexualidad. “La homosexualidad es una manifestación de la alteración y ruptura de las inclinaciones y relaciones humanas causadas por la entrada del pecado en el mundo”, reza la toma de postura, adoptada el 17 de octubre en Maryland, y que pasará a ser oficial para una iglesia que cuenta con más 17 millones de fieles en el mundo. La sustitución del término “trastorno” de la declaración anterior por “alteración” fue de hecho la única concesión al aperturismo. “Sentimos que es algo necesario en este contexto, en especial porque los homosexuales de la actualidad suelen negar toda noción de pecado y decir: ‘Así es como hemos sido creados; Dios nos ha creado de esta manera y, por lo tanto, tenemos el derecho y el deber de seguir este estilo de vida’. Por ello, me opongo a la enmienda que se ha propuesto”, ha afirmado Ekkehardt Mueller, subdirector del Instituto de Investigaciones Bíblicas. Los líderes adventistas decidieron eso sí al final de su declaración pedir a su feligresía “compasión” por los homosexuales, que siguen siendo hijos de Dios.

También la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (la popularmente conocida como iglesia mormona) a la que pertenece el candidato republicano Mitt Romney, se ha pronunciado en contra de la adopción homoparental y ha vuelto a condenar el matrimonio igualitario. En declaraciones hechas durante la conferencia bianual de su denominación, Dallin Harris Oaks, miembro del “Quórum de los 12 Apóstoles” (cúpula decisoria de la iglesia) calificó de «experimento social» que se permita criar hijos a las parejas del mismo sexo. Oaks también mostró su lado amable haciendo un llamamiento contra el acoso homofóbico.

La iglesia mormona, recordamos, fue una de las principales contribuyentes a la campaña en favor de la homófoba Proposición 8 de California, que elevó a rango constitucional la prohibición del matrimonio igualitario. Llegó, de hecho, a mentir sobre el importe de sus donaciones a la campaña de los homófobos y ocultar su verdadera cuantía. Proposición 8, por cierto, que a la espera de lo que decida el Tribunal Supremo ha sido declarada contraria a la Constitución de Estados Unidos por la justicia federal.

Merecedores de la muerte, demonio gay, iguales a Hitler…

El rosario de declaraciones homófobas es sin embargo inacabable. Volviendo al campo de las declaraciones extremas, destacan la de Robert J. Anderson, pastor de una iglesia baptista de Pensilvania, durante un foro sobre el referendo de Maryland celebrado el 19 de octubre. «Si no votamos en contra, entonces estaremos aprobando estas cosas, que son merecedoras de la muerte» fueron sus palabras, motivo de aplauso entre varios de los asistentes (puedes ver el vídeo aquí). Bob Larson, un pastor fundamentalista de Arizona, ha afirmado por su parte que un “demonio gay” hace a las personas homosexuales. Autoproclamado además exorcista, Larson afirma tener la capacidad de quitar del cuerpo del poseído al demonio responsable.

Brad Brandon, un pastor evangélico de Minnesota, ha comparado al activismo LGTB con Hitler por querer suprimir «la libertad religiosa». Brandon se refería a la lucha de los grupos LGTB contra la aprobación de una enmienda que eleve a rango constitucional la prohibición del matrimonio igualitario en ese estado, que también se vota en referendo la semana próxima. En la misma línea se ha expresado Joseph Tyson, obispo católico de Yakima (Washington), que también sostiene que de aprobarse el matrimonio igualitario en su estado peligra la libertad religiosa. «Una vez que el matrimonio es redefinido como un contrato sin género, se convertirá en ley discriminatoria para las instituciones públicas y privadas, como en las escuelas que promueven el significado único del matrimonio», ha afirmado.

Precisamente hace pocos días se conocía, gracias a Human Rights Campaign, que la iglesia católica lleva gastados al menos 1,1 millones de dólares en apoyo a las campañas contrarias a la igualdad en los estados de Maine, Maryland, Minnesota y Washington.