Diputado conservador francés compara a los hijos de familias homoparentales con terroristas en potencia
La escalada de homofobia desatada a raíz del proceso de apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo suma y sigue en Francia. El diputado en la Asamblea Nacional por el grupo de la conservadora UMP Nicolas Dhuicq ha llegado a afirmar que el problema de los terroristas es el mismo que el de los menores criados en el seno de familias homoparentales.
“El terrorista en potencia tiene frecuentemente un fallo: nunca ha tenido autoridad paternal, nunca ha conocido los límites y el marco paternal, ni ha tenido esa posibilidad de saber lo que se puede hacer y lo que no, lo que está bien o mal”, declaraba Dhuicq, quien a continuación se preguntaba si no hay una “cierta contradicción” entre el propósito del Gobierno francés de “redefinir un marco” y “al mismo tiempo, apoyar un proyecto de ley que va a tachar la palabra padre del código civil”. El diputado conservador redondeó su intervención augurando para los años venideros “la confusión de los géneros, la negación de la diferencia de los sexos y la psicosis”.
Las reacciones a la homofobia que destila las palabras de Dhuicq le ha valido la indignación de GayLib, el grupo LGTB vinculado a la UMP. “Es su derecho” oponerse a la igualdad de gays y lesbianas, opinan, “pero no debe franquear la línea roja de las injurias homófobas”. La Asociación de Familias Homoparentales francesa ha destacado además que el político conservador “olvida a 2,8 millones de niños que viven en familias monoparentales y que nunca se ha demostrado que dichas familias sean un campo abonado para el desarrollo de futuros terroristas, como tampoco los 300.000 niños que viven en hogares homoparentales” y ha denunciado que Dhuicq se escude en su profesión de psiquiatra para atacar a dichas familias.
Ante la ola de protestas, el diputado de la UMP ha querido “precisar” sus palabras y se ha defendido atacando: “Algunos medios han hecho un resumen estúpido, falto de cultura” de sus declaraciones. “Mi reflexión no era sobre la cuestión de la homoparentalidad sino sobre la función paternal”.”Mi punto de vista es el siguiente: si tenemos unos jóvenes a los cuales se les darán menos oportunidades de tener referentes, automáticamente tendremos un cierto número de ellos que estarán inclinados a encontrar una estructuración en cualquier sitio, ya sea un movimiento extremista como uno terrorista”, se intentaba justificar…
Non, monsieur.
Estúpido no es el resumen. Estúpido es usted.
Las patochadas de pseudo-psiquiatras me las conozco ya. Más terrorista que cierta psiquiatría (no toda) hay pocas cosas. Cierta psiquiatría que ha machacado a la gente, entre ellos a homosexuales y trans, con terapias aversivas, electroshocks y reclusiones; o que la ha anulado como persona a base de psicotrópicos.
A engañar a otros, Monsieur
Ainssssss, campo abonado donde todos estas personas serían carne de diván en primer grado, expandiendo su porquería por doquier bajo el manto de la ciencia. ¡¡Cuanta mala baba por favor!!
señor diputado, le dare un nombre: Zach Wahls! No es un terrorista en potencia, es un hombre criado por dos mujeres y que esta hecho y derecho y, por que no decirlo, tiene mas luces que usted, a quien como poco si que le podriamos considerar un terrorista en potencia por fomentar el odio y la violencia a las personas que han sido criadas por dos hombres o dos mujeres.
La indignación de gaylib, que hablan del derecho a oponerse a la igualdad.
Otros libeggomemos al estilo colegas, parece.
No existe tal derecho a oponerse a la igualdad. Si esos señores examinan la declaración de derechos humanos verán que absolutamente ningún derecho puede eliminar a los demás.
Este señor podrá opinar lo que se le antoje. De ahí a actuar actívamente contra la igualdad, hay un trecho.
Si se hiciera una investigación acerca de la filiación de todos los miembros de los diferentes grupos terroristas que existen, saldría a la luz que decenas y decenas de terroristas son hijos de familias heteroparentales.
Pero en eso nadie se fija. Nadie hace mención a eso. Y lo peor de todo es que a incitadores al odio como este individuo, nadie en su comunidad científica desacredita ni denuncia.
Si dijese barbaridades con respecto a otros temas, faltarían paladines de «la verdad» para saltarle a la yugular, pero como se trata de homofobia, ésta está bien normalizada, y hasta se acepta como otro punto de vista científico más.
Qué asco, cognes.