Italia, ¿un país enfermo de transfobia?

Hoy dirigimos nuestra mirada a la situación del colectivo trans en Italia, víctima de agresiones cada vez más frecuentes y violentas. Una situación difícil, que no da señales de mejora y a la que la sociedad italiana mira con indiferencia. Italia es, no conviene olvidarlo, uno de los países europeos con mayor número de asesinatos de personas transexuales. Se teme además que la cifra real de agresiones sea mucho mayor, ya que la mayoría de los casos ni siquiera se denuncian.

«Italia, enferma de transfobia”, titulaba hace días un artículo del semanario L’Espresso que repasaba algunos de los incidentes tránsfobos más recientes y denunciaba el papel de parte de la prensa en la promoción de la transfobia. En dosmanzanas hemos recogido por ejemplo como los medios italianos muestran en demasiadas ocasiones falta de respeto y humanidad hacia las víctimas de agresiones transfóbicas, usando a menudo el masculino para referirse a las mujeres transexuales y recurriendo en ocasiones a términos claramente despectivos.

Áun así el titular de  L’Espresso podría parecer exagerado, pero no lo es tanto a la luz de los datos: según un reciente informe del Consejo de Europa, Italia es (junto a Turquía) el país de Europa que registra el mayor número de asesinatos de personas transexuales. No es extraño que el pasado 20 de noviembre, con motivo de la conmemoración en diversas ciudades italianas del Día Internacional de la Memoria Transgénero -que recuerda a las personas trans asesinadas en crímenes de odio- los activistas transgénero italianos denunciaran la grave discriminación y ausencia de derechos de las que son objeto. Valgan como ejemplo algunas terribles noticias ocurridas a lo largo de las últimas semanas…

Historias de violencia

El cadáver de una mujer transexual brasileña de 27 años fue encontrado en el parque de Torpignattara, en Roma, el pasado 18 de noviembre. No presentaba signos aparentes de violencia pero el cuerpo se encontraba semidesnudo, no descartándose la hipótesis del homicidio. Ese mismo día otra mujer transexual de 37 años, en esta ocasión peruana, fue acuchillada en Milán. Aunque las heridas fueron graves en este caso su vida no corre peligro, por fortuna. Días más tarde una tercera mujer transexual de 26 años, también brasileña, fue víctima de otra salvaje agresión en Roma por parte de dos individuos que la golpearon repetidamente, destrozándole la cara. En ninguno de los tres casos se desvelaron las identidades de las mujeres.

Por otra parte, la activista transgénero y presidenta del colectivo Asociación Transexual Napoli, Loredana Rossi, ha denunciado públicamente el acoso al que es sometida por parte de su expareja y la falta de actuación de las autoridades italianas en su caso.

El propio ejercicio de la prostitución forzada es un ejemplo de extrema violencia contra mujeres transexuales, recogido por el semanario Vanity Fair en un artículo que denuncia la existencia de una trama que hace venir desde Brasil a mujeres transexuales, engañadas con la promesa de un trabajo, y obligadas en Italia a ejercer la prostitución.

Transfobia ultra

Pero la transfobia social existente en Italia también se materializa a través de otras vías. En Verona, grupos católicos ultraconservadores y activistas del partido ultraderechista Forza Nuova intentaron bloquear un congreso sobre transexualidad que había sido organizado por las facultades de Medicina y Derecho de la universidad. Los extremistas acusaron a los organizadores de hacer “propaganda”.

Una situación muy complicada

Pese a la gravedad de la situación, Italia no ha tomado prácticamente ninguna medida para combatir la discriminación que sufren las personas transexuales en ámbitos como la educación, el empleo o la asistencia sanitaria, y la transfobia no es abordada como tal en el Código Penal. Por lo que se refiere a los ataques violentos, a pesar de que los agresores actúen en muchos casos con saña y barbarie tienen a menudo lugar bajo la indiferencia general y la despreocupación de las autoridades. Cabe destacar, además, que los informes recogen solamente los casos denunciados y de los que se tiene conocimiento. Como hemos notado más arriba, se teme que las cifras reales sean mucho mayores, por el hecho de que la mayoría de los casos -especialmente si no tienen como resultado la muerte o lesiones graves. ni siquiera se denuncian o aparecen en la prensa.

Nos gustaría en cualquier caso acabar mencionando una iniciativa modesta, pero positiva, que deseamos sirva como ejemplo. La recién nacida asociación LGBTQI Antéros de Padua ha pedido a la universidad de la ciudad del Véneto que conceda a los estudiantes transgénero dos cuadernos de calificaciones en lugar de uno (se trata de un documento en el que se reflejan todas las asignaturas y calificaciones). La iniciativa busca acompañar a los estudiantes trans durante su proceso de transición y permitir que su identidad de género aparezca reflejada en los documentos universitarios aunque esta no haya sido todavía reconocida formalmente por el estado.