Un tabloide ugandés publica fotos de un entrenador de fútbol supuestamente “sodomizando” a un jugador
Los medios de comunicación amarillistas en Uganda vuelven a alimentar la homofobia social. El periódico Red Pepper publicó el pasado viernes una serie de fotos en las que se veía al entrenador del principal equipo de fútbol del país africano manteniendo supuestamente relaciones sexuales con uno de sus jugadores.
Bajo el titular “Smoked Out” (“Al descubierto”), el tabloide se jactaba de haber “pillado” al jefe de los Uganda Cranes “sodomizando a jugadores”. La “noticia” era acompañada de una foto de ambos. En el interior, más imágenes con textos describiendo las escenas de la forma más homófoba, destinados claramente a incendiar la opinión pública. Recordamos que en enero de 2011 fue asesinado el activista gay David Kato (su asesino fue condenado a 30 años de cárcel, una de las pocas noticias positivas que nos han llegado de aquel país). Kato era uno de los 100 ciudadanos homosexuales cuyo nombre y fotografía habían sido publicados por Rolling Stone (una publicación local), acompañados de la leyenda “Hang Them” (“a la Horca”).
Por otra parte, la semana pasada el editor del principal periódico independiente de Uganda mostró en un artículo su entusiasmo ante el recorte de ayuda al desarrollo que sufrirá el país a causa de su persecución a las personas LGTB. Daniel Kalinaki explicaba en su editorial que el dinero, destinado a los más pobres, acababa en su mayoría en manos de funcionarios corruptos.
Una realidad terrible para las personas LGTB
En Uganda las relaciones homosexuales, conviene precisarlo, son ya ilegales. Reina, además, una fuerte homofobia social. En agosto de 2011, la oficina de Freedom and Roam Uganda (FARUG), entidad presidida por la activista Kasha Nabagesera, fue víctima de un asalto. Entre el material desaparecido figuraba un listado electrónico de sus miembros. Una complicada situación a la que se añade además el anuncio de ilegalización de 38 ONG que de una forma u otra luchan por los derechos de las personas LGTB. Y hace pocas semanas era encarcelado el británico David Cecil, productor de una obra teatral que denuncia la grave situación que viven las personas homosexuales en Uganda. Cecil fue liberado bajo fianza y se encuentra a la espera de juicio (podría ser condenado a dos años de cárcel). Hace poco se conocía que el juicio a Cecil ha sido retrasado a enero de 2013 y que mientras tanto se le permitirá abandonar el país.
Y pese a todo, los activistas LGTB siguen al pie del cañón, como demostraron en junio, cuando miembros de Ice Breakers Uganda inauguraron en Kampala la primera clínica del país dedicada a las necesidades del colectivo, con un enfoque especial sobre VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual, o en agosto, cuando celebraron un festivo Orgullo LGTB. Más recientemente Uganda ha sido también protagonista en dosmanzanas por la campaña de activistas informáticos boicoteando las redes de gobiernos africanos que persiguen a sus minorías LGTB, entre ellos el ugandés.
La ley homófoba sigue su curso
Después de que quedara sin votar antes del fin de la anterior legislatura, hace algo más de un año la presidenta del Parlamento ugandés Rebecca Kadaga anunciaba que el proyecto de ley que persigue endurecer el tratamiento penal de la homosexualidad sería de nuevo enviado a comisión. El proyecto, de hecho, fue reintroducido en febrero. Hace pocas semanas, Kadaga volvía a insistir en la necesidad de sacarlo adelante tras participar en una cumbre internacional en Canadá, llegando incluso a calificarlo como “regalo de Navidad” a su pueblo.
El comité de Asuntos Legales del Parlamento de Uganda daba recientemente su visto bueno al proyecto, eliminando por el momento la posibilidad de condenar a muerte a las personas que mantengan relaciones homosexuales. Contra la «Ley Anti-Homosexualidad», como la han denominado los legisladores ugandeses, se posicionó la semana pasada el arzobispo sudafricano y premio Nobel de la Paz Desmond Tutu, así como activistas que se manifestaron este lunes en Londres por la retirada del proyecto.