Estados Unidos: un estudiante gay reprocha a un juez del Supremo sus opiniones homófobas
Hosie Duncan, un estudiante gay de primero de Derecho de la Universidad de Princeton, ha saltado a la fama por reprochar al mismísimo Antonin Scalia, juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos, que en varias sentencias haya comparado la homosexualidad con el asesinato, el bestialismo y otras conductas criminales.
El juez Scalia es conocido por sus fuertes convicciones conservadoras, que incluso le han llevado a declarar recientemente que le resultaba muy fácil sentenciar en contra de los derechos LGTB. Es conocido el texto de dos de sus votos discrepantes a dos importantes sentencias sobre derechos de los homosexuales, Romer contra Evans de 1996 y Lawrence contra Texas de 2003, donde llegó a comparar la homosexualidad con el asesinato, el bestialismo, el incesto o la crueldad con los animales, como actos reprobables que podían ser sancionados por la sociedad.
El pasado 10 de diciembre Scalia acudió a la Universidad de Princeton, en Nueva Jersey, donde presentaba su último libro Reading Law ante un auditorio de algo más de 800 estudiantes y miembros del prestigioso centro académico. Durante el transcurso del acto, en el acostumbrado apartado de ruegos y preguntas, fue interpelado por el estudiante de primer curso de Derecho Hosie Duncan, que, recordando las sentencias anteriormente citadas, se dirigió a él en los siguientes términos: “Juez Scalia, yo soy gay, y como gay encuentro esas comparaciones extraordinariamente ofensivas. Creo que hay una diferencia fundamental entre argumentar que la Constitución no protege las relaciones homosexuales, que es una posición defendible, legal y legítima, aunque no esté de acuerdo con ella, y comparar a los homosexuales con quienes cometen asesinato o bestialismo. ¿Siente algún remordimiento o vergüenza por haber establecido esas comparaciones en sus votos discrepantes?».
“Si no podemos tener sentimientos morales en contra de la homosexualidad, ¿los podemos tener en contra del asesinato?, ¿los podemos tener en contra de cualquier otra cosa?”, le replicó el juez, para luego aclarar que no quería comparar la homosexualidad con el asesinato, sino simplemente establecer un paralelismo entre la prohibición de ambos. Scalia se llegó a mostrar sorprendido de que la explicación no convenciese a su interlocutor.
Este enfrentamiento dialéctico ha tenido gran repercusión tanto en el ámbito académico como fuera de él, quizás porque el Tribunal Supremo del que Scalia es miembro ha admitido recientemente a trámite dos importantes apelaciones que afectan al colectivo LGTB. Tanto ha sido el interés despertado, que los medios se han interesado por conocer mejor al joven Hosie Duncan. En una entrevista concedida al canal de noticias MSNBC, el joven ha declarado que sigue sin estar convencido por las explicaciones del juez Scalia, al tiempo que se ha mostrado muy satisfecho por la reacción de sus compañeros de campus, por quienes fue fuertemente aplaudido tras su intervención, y entre jóvenes de todo el país. También ha detallado algunos aspectos de su vida personal, como que hace tan solo un mes que ha salido del armario en su entorno familiar, tras un duro proceso de aceptación de su orientación sexual, habiendo recibido todo el apoyo de sus seres queridos. El joven resumía así su postura en unas declaraciones efectuadas al periódico de la universidad, The Daily Princetonian: “Los homosexuales estamos aquí, no vamos a desaparecer. Es realmente inaceptable que, por parte de quien sea, una persona común o un juez del Tribunal Supremo, seamos tratados de una manera que considero lamentable».
Se me ocurre un paralelimo mejor, señor juez: La prohibición del matrimonio homosexual con las leyes antimestizaje de EEUU que impedian el matrimonio entre personas de distintas razas.
Lo impresionante es que alguien tan joven hable tan bien. Llegará lejos
Hombre, qué menos, está en una de las 10 mejores universidades del país. Allí no entra cualquiera, y lo ha demostrado el chaval.
¿Sentimientos morales contra la homosexualidad? Pero su señoría, no confunda con «prejuicios infundidos por la(s) religión(es) imperante(s)», hombreeeeeeeee.