La más alta instancia judicial de Taiwán deberá decidir sobre el matrimonio igualitario
Cuando a Chen Ching-Hsueh y Kao Chih-Wei se les impidió inscribirse como matrimonio en una de las oficinas registrales de Taiwán la pareja decidió recurrir a la justicia. Se esperaba que el tribunal encargado dictara su resolución el pasado jueves 20, sin embargo dadas sus implicaciones ha tomado la decisión de elevar el caso a la más alta instancia judicial del país.
Hasta el año 2007, en que se modificó el Código Civil de Taiwán, bastaba con que hubiera una ceremonia pública con testigos para que se considerase que un matrimonio había sido celebrado. La modificación introducida aquel año exigía sin embargo el registro administrativo del matrimonio para que tuviera consideración legal. Chen Ching-Hsueh (o Nelson Chen) y Kao Chih-Wei habían celebrado un banquete de bodas con invitados un año antes del cambio legal, por lo que en agosto de 2011 decidieron solicitar el registro de su matrimonio para que fuera reconocido oficialmente. Sin embargo la oficina de registro denegó su solicitud por tratarse de dos hombres. La pareja recurrió entonces la decisión en vía administrativa al Gobierno de la ciudad de Taipéi, que a finales del mismo año confirmó la denegación de la oficina registral.
Una vez denegado el matrimonio administrativamente, la pareja decidió presentar una demanda ante la administración de justicia. Tras un largo período de espera, en el que incluso hubo momentos en los que la pareja aplazó la continuidad del proceso, se celebró una vista probatoria el pasado mes de noviembre. En ella, los peritos de los demandantes basaron su alegación a favor del reconocimiento del matrimonio en dos puntos fundamentales: en primer lugar, que la constitución del país establece que “todos los ciudadanos son iguales ante la ley, independientemente de su sexo, religión, raza, clase o filiación política»; en segundo lugar, que el artículo 982 del Código Civil de Taiwán no especifica que el matrimonio deba ser entre un hombre y una mujer, detallando tan solo el procedimiento a seguir para su registro. Esta segunda alegación es discutida por algunos expertos, pues el artículo 972 del mismo código indica que “el acuerdo de matrimonio debe ser efectuado por la parte masculina y femenina”. Habiendo escuchado las alegaciones, el tribunal debía dictar resolución el pasado jueves 20. Sin embargo el tribunal ha comunicado su decisión de elevar el caso a la más instancia judicial del país, el Tribunal Constitucional, decisión que será confirmada el próximo día 15 de enero.
La resolución ha defraudado a activistas LGTB como Chi Chia-wei (o Qi Jia-wei), que ha criticado la falta de valor del tribunal, que, según sus palabras, «podría haber marcado un hito en toda Asia«. Otros como Bruce Liao, profesor universitario de Derecho, ven el proceso como una oportunidad para que la sociedad debata seriamente sobre el matrimonio igualitario.
Hay que recordar que, pese a no reconocer todavía ningún derecho a las parejas y familias LGTB (en 2003 el Gobierno presentó un proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo que desgraciadamente nunca se llegó a votar), Taiwán se ha convertido en los últimos años en uno de los países más avanzados de Asia por lo que a la normalización de la realidad LGTB se refiere. Taipéi es considerada por muchos la ciudad más progresista y gay-friendly del continente y es hoy un destino turístico LGTB en alza, habiendo celebrado este mismo año una exitosa marcha del Orgullo que convocó a más de 65.000 personas.