El arzobispo de Westminster ordena poner fin a las misas para fieles LGTB del Soho
Vincent Nichols, arzobispo de Westminter y primado de la iglesia católica de Inglaterra y Gales, ha ordenado poner fin a los servicios religiosos para personas LGTB que ofrecía una parroquia situada en pleno Soho londinense. Una decisión que más parece una venganza de la jerarquía católica, indignada con el proceso de aprobación del matrimonio igualitario iniciado por el Gobierno de Londres, que otra cosa. Una venganza ejecutada en cualquier caso en la piel del colectivo más vulnerable a dicha decisión: el de los católicos que luchan por compatibilizar fe católica y homosexualidad.
En septiembre de 2010 recogíamos la historia de esta parroquia en dosmanzanas, haciéndonos eco de un reportaje de la BBC. Se trata de la parroquía de Nuestra Señora de la Asunción y San Gregorio, en pleno Soho londinense, que ha venido ofreciendo regularmente servicios religiosos a gays y lesbianas. Se trata, de hecho, de la única parroquia católica del país que hasta la fecha organizaba misas y ofrecía atención pastoral a gays y lesbianas sin recriminarles su orientación sexual. “La gente solía reunirse en la cercana parroquía anglicana de Santa Ana, hasta que sentimos que era ya hora de encontrar un camino dentro de las premisas católicas”, contaba entonces Seamus O’Boyle, el párroco, al explicar como surgió la iniciativa.
Lo más difícil fue obtener el permiso por parte de la jerarquía. Finalmente, tras una serie de consultas entre el arzobispado de Westminster y el Vaticano, la iniciativa recibió la luz verde. A condición, eso sí, de que las misas no se convirtieran en una plataforma desde la que desafiar la doctrina moral de la iglesia católica. Un delicado equilibrio que la parroquia aceptó, y con el que los gays y lesbianas que a ella acuden se han sentido hasta ahora satisfechos, en tanto les ofrecía la posibilidad de conciliar dos aspectos fundamentales de sus vidas: ser católico practicante y abiertamente homosexual.
La iniciativa llega ahora a su fin. Vincent Nichols ha ordenado que se dejen de celebrar estos servicios, decisión que ha sido aplaudida por los sectores más conservadores de la iglesia católica. La parroquia del Soho, de hecho, pasará ahora a las manos del ordinariato de Nuestra Señora de Walsingham, una estructura creada por orden de Joseph Ratzinger para favorecer el trasvase de anglicanos a la iglesia católica.
Vicent Nichols ha ofrecido a aquellos católicos homosexuales que quieran seguir recibiendo atención pastoral específica que acudan a la parroquia jesuita de Farm Street, en Mayfair.
Espero que, al menos, los LGTB antirreligiosos de turno no vengan encima a reírse de los católicos que iban a esas misas.
Se suele hablar de «endodiscriminación» dentro del colectivo lgtb. Pero entre los grupos «endodiscriminados», no se suele citar el de personas con creencias religiosas. De ellos (de nosotros) se espera que o bien nos unamos a la fe laicista «ilustrada y racional» (a mí me van a dar lecciones de ilustración y racionalidad…) o a resignarse a quedar en el vagón de la religión deshumanizadora.
«LGTB antirreligiosos de turno» perdónanos por mostrar nuestra oposición a una iglesia que nos ODIA. Sí, a ti también. Y además lo hace abiertamente y sin tapujos. Si alguno os empeñáis en formar parte de ella luego no os sorprendáis cuando pasen cosas como esta.
No sólo nos odia sino que lucha muy activamente por encarcelarnos allá donde puede. Estoy en contra de organizaciones homófobas, por muy raro que le suene a algunos.
¿Endodiscriminación, Felino?
Vas a tener que poner algún ejemplo concreto de esa endodiscriminación.
Ahora, ya te adelanto yo que opinar sobre lo absurdo o no de seguir una confesión religiosa homófoba NO es discrimminar.
Igual que tampoco es discriminación cuando los ateos criticamos cualquier dogma o idea religiosa.
¿Fe laicista? Mi madre. Valiente estupidez. En este punto, acabas de sonar exactamente igual que los talibanes cristianos que viven obsesionados con discriminarte de verdad.
No se lo crees que es el laicismo, pero el laicismo no es ateismo. Eso ya para empezar, que siempre parecéis confundirlo.
Dicho esto, hablar de fe atea es realmente, realmente estúpido. Y una muestra de ignorancia total, ya puestos.
¿Endodiscriminación? ¿Este palabro es lo que aprendéis en vuestras reuniones de autojustificación?
No se llama endodiscriminación, Felino, se llama legítimo derecho a la defensa. Las iglesias cristianas importantes se han caracterizado por asesinar, cuando podían asesinar, encarcelar, cuando podían encarcelar e insultar, desde siempre, a las personas LGTB. No tengas ninguna duda, Felino, de que voy a responder dentro de mis posibilidades. Y mi respuesta a esta noticia es la siguiente:
Una lástima, ahora los masoquistas católicos tendrán que volver a los aburridos látigos y disfraces de cuero en esos sitios con tan poco glamour.
Pienso que, con los apoyos que tiene el asunto del matrimonio igualitario en Gran Bretaña, les saldrá el tiro por la culata.
Oscar De Madrid
¿Para qué quieren pertenecer a una institución que los odia tan abiertamente?
Es como si un afro-americano quisiera pertenecer al Ku Klux Klan, la verdad no entiendo.
No podría estar más de acuerdo con el comentario de shog.
No pienso hacer ningún juicio sobre los LGBTs religiosos porque, su situación dentro del catolicismo es tan obvia (tan obvia que me sorprende que no la hayan captado todavía) que lo que pueda decir se agregaría a lo que no pocos ven. Sean heterosexuales, bisexuales, homosexuales, hombres o mujeres, no pocos tenemos la misma opinión sobre ustedes. No digo más de ese lado.
Lo que sí me sorprende, y mucho es que… ¿Acaso no lo veían venir? ¿No era obvio que tarde que temprano les iban a dar una patada y echarlos a la calle? ¿Ya cayeron en cuenta sobre la doctrina, el dictado y los movimientos católicos para con ustedes? Me imagino que ya lo saben todo eso, pero no han caído en cuenta, y es por eso que por más que intenten hacer una lucha dentro del catolicismo para ser incluidos, nunca serán tratados con dignidad. Si al paso de los milenios, ni la ciencia ni el respeto por la mujer y los judíos (salvo cuando quieren unirse para ir contra ustedes y nosotros) han mostrado muchos avances… menos ustedes y nosotros, que somos al parecer una de sus obsesiones y odios más grandes (y se saben los por qués también de eso).
Espero que un día caigan en cuenta de todo eso, porque es lo que les hace falta.
El obispo de Córdoba carga contra “la ideología de género” porque “destroza la familia”
El prelado Demetrio Fernández, famoso por sus arremetidas contra el colectivo gay, la sexualidad o las ideologías de izquierdas, vuelve a provocar
En la carta del obispo publicada ayer vuelve a levantar la polémica al afirmar que “la ideología de género destroza a la familia”.
Tamaña barbaridad solo es comprensible si se conocen anteriores declaraciones de Fernández como la que mantuvo al manifestar que la Unesco tenía un plan para “hacer que la mitad de la población mundial sea homosexual” o cuando recomendó en fechas prelectorales “a quien gobernase” que aplicar ala llamada “ley natural” respecto al aborto. Tanto fue el enfrentamiento con la comunidad gay que como informó ELPLURAL.COM el colectivo “Colegas” tuvo exigirle que “dejara gobernar y legislar a quienes tienen esa obligación política y moral” y le recordándole al prelado que “España es un país laico y aconfesional”
http://www.elplural.com/2013/01/03/el-obispo-de-cordoba-carga-contra-la-ideologia-de-genero-porque-destroza-la-familia/
Oscar De Madrid
Felino, yo tampoco prestaría mucha atención a los comentarios. Hoy en día el activismo LGBT ha superado ciertos discursos y respalda masivamente (unánimemente, diría yo) a aquellas personas LGBT con creencias religiosas que consideran que no hay contradicción entre orientación sexual o su identidad de género con esas creencias. Las personas como tu o como los que asistían a las misas en el Soho londinense han abierto un frente muy importante, duro, pero que ha acabado por dar frutos transcendentales en el camino que lleva al fin de la discriminación tanto institucional como social de las personas LGBT. Ciertamente, la Iglesia Católica en este terreno es un hueso duro de roer, pero aunque esos avances no alcancen el terreno institucional como en otros credos que ahora mismo se han convertido de hecho en promotores de nuestras reivindicaciones (algo que desde luego no ha sido fácil, debido en buena parte a la labor de las personas LGBT que prefieron dar la batalla dentro de esas organizaciones religiosas), pero ciertamente vuestra labor contribuye a modificar el punto de vista de los creyentes de a pie, no siempre dispuestos a seguir sin más la directrices de la jerarquía.
En realidad, las posturas que tu describes, se sitúan en la marginalidad del activismo LGBT, cuando no en abierta confrontación con el mismo.
aunque el motivo se homofobico es bueno, ya que ayuda a que vean como es la iglesia y asi la dejen y hasta se vuelvan esepticos.