Nuevo avance en el largo camino hacia una vacuna terapéutica frente al VIH

Investigadores españoles han publicado en Science Translational Medicine los resultados de un estudio que supone un paso más en el largo camino hacia una vacuna terapéutica contra el VIH (es decir, una vacuna que pueda servir como tratamiento una vez que la persona ha sido infectada). Un hallazgo esperanzador del que se han hecho eco numerosos medios de comunicación, pero que como siempre que abordamos estos temas recogemos con toda la precaución del mundo.

La vacuna ha conseguido incrementar temporalmente la respuesta frente al VIH en un grupo de pacientes que ya han estado en tratamiento con antirretrovirales y reducir de forma significativa su carga viral, aunque sin hacerla indetectable. Se trata, en cualquier caso, de uno de los mejores resultados conseguidos hasta el momento en esta línea de investigación. «Estamos mucho más cerca de conseguirla [la vacuna terapéutica contra el VIH] pero hay que seguir profundizando y refinando su desarrollo», ha afirmado Josep Maria Gatell, jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los firmantes del trabajo.

El equipo lleva años trabajando en esta línea de investigación. Ya en febrero de 2011 presentamos otro de sus estudios, llevado a cabo en pacientes que no habían recibido todavía tratamiento antirretroviral. Su estrategia se basa en utilizar las células dendríticas, células que normalmente actúan como “presentadoras” de los agentes infecciosos al resto del sistema inmunitario, pero que en el caso específico del VIH son una especie de «caballo de Troya» que permite que el virus ataque a los linfocitos antes de que estos puedan desarrollar la respuesta inmune. Los investigadores han elaborado vacunas personalizadas obtenidas a partir de células dendríticas y muestras de virus inactivado, lo que permite a estos pacientes desarrollar una respuesta inmune sin favorecer la infección.

La vacuna ha sido probada en 36 pacientes previamente tratados con antirretrovirales, que fueron asignados aleatoriamente para recibir la vacuna o para actuar como grupo control. Durante el seguimiento, los investigadores comprobaron que la mayoría de los receptores de la vacuna fueron capaces de controlar temporalmente la replicación del VIH. También observaron un aumento notable de la respuesta inmunitaria frente al virus, aunque con el paso del tiempo se producía de nuevo un repunte en la infección.

Este tipo de vacunas, en caso de que investigaciones futuras confirmen su utilidad, podrían utilizarse en combinación con otros agentes. «Esta vacuna ya ha demostrado que consigue perturbar el equilibrio huesped-virus en favor del huesped y eso es un paso muy importante. Estamos en el camino hacia una curación funcional de la enfermedad», ha declarado Gatell.