Sacerdotes católicos dicen temer una nueva persecución religiosa si se aprueba el matrimonio igualitario en Reino Unido
La jerarquía católica continúa en pie de guerra contra la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo en Gran Bretaña. Más de 1.000 sacerdotes y otros cargos de la iglesia católica han firmado una carta conjunta que recoge el diario The Telegraph en la que aseguran que existe el riesgo de que resurja la persecución religiosa contra los católicos si la ley promovida por el Gobierno de Cameron sale adelante.
Los firmantes, que suponen aproximadamente una cuarta parte del clero católico de Inglaterra y Gales, llegan a comparar la situación actual con el cisma promovido por el rey Enrique VIII cuando el Papa le denegó su nulidad matrimonial con Catalina de Aragón, que resultó en la fundación de la iglesia anglicana; a consecuencia, por tanto, de una “redefinición del matrimonio”. A partir de entonces, recuerdan, a los católicos se les prohibió hasta 1829 ejercer determinadas profesiones y en algunos casos, reunirse para rezar.
En la carta, los sacerdotes se lamentan de que la aprobación de la ley de matrimonio igualitario “tendrá muchas consecuencias legales, restringiendo severamente la posibilidad de que los católicos enseñen la verdad sobre el matrimonio en sus colegios, ONGs y lugares de culto”. A este respecto, califican también como “sin sentido” la reciente aclaración del primer ministro Cameron de que el proyecto de ley aprobado recientemente por el Gobierno británico garantiza que ninguna iglesia se verá obligada a realizar matrimonios entre personas del mismo sexo.
En un nuevo intento de tranquilizar a las jerarquías religiosas, un portavoz del ministerio de Educación ha respondido asegurando que “las propuestas del Gobierno para el matrimonio igualitario no cambian nada sobre la enseñanza en los colegios”. “Los profesores podrán seguir expresando sus propias creencias personales acerca del matrimonio”, añadió. “Los colegios deben garantizar que no enseñan nada que se pudiera considerar inapropiado para la edad o el entorno religioso o cultural de un alumno, y deben asegurar que a los alumnos se les expone una información equilibrada y real acerca de la naturaleza y la importancia del matrimonio para la vida familiar y la crianza de los hijos”. “Eso no va a cambiar”, remachó.
Hace ahora un mes desde que el Gobierno británico presentara en la Cámara de los Comunes su propuesta de matrimonio igualitario para Inglaterra y Gales (Escocia sigue su propio proceso), que debería discutirse y tramitarse a lo largo de este año. Según este proyecto, las confesiones religiosas cuyos órganos de gobierno hayan optado expresamente por celebrar dichas ceremonias podrán además celebrar matrimonios religiosos con validez civil, pero se garantizará por ley a aquellas confesiones que no lo deseen, como la iglesia de Inglaterra o la iglesia católica, que no podrán ser objeto de demandas judiciales por ello. Confesiones como la cuáquera, la unitaria o el judaísmo liberal, en cambio, sí podrán celebrarlos, tal y como deseaban.
Ha sido un largo camino desde que la coalición de Gobierno entre conservadores y liberal-demócratas diera sus primeros pasos en este sentido. Inicialmente parecía que el proceso se demoraría hasta el final de la legislatura, en 2015. Pero hace apenas tres meses el primer ministro británico, David Cameron, pedía a su Gobierno que acelerase los trámites parlamentarios frente a las protestas del sector más tradicionalista de su partido, que no solo no se han frenado sino que han ido en aumento. Todo parece indicar, a día de hoy, que más de un tercio de los conservadores (que tendrán libertad de voto) se opondrán a la reforma. El pasado diciembre se conocía por cierto que, al igual que los conservadores, liberal-demócratas y laboristas darán libertad de voto a sus diputados, aunque se espera que solo una minoría de ellos vote en contra.
Mi opinión sobre esa carta:
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Permítanme que me ría… ¿Persecusión… a los carcatólicos? Ja ja ja…
Están tan acostumbrados a que nadie opine diferente sobre sus cosas y a que todo mundo les bese la mano, que si alguién piensa diferente a ustedes y encima tiene los huevos para responder a sus insensateces entonces los «están persiguiendo», pobrecitos. Me gustaría verlos en China, en Corea del Norte o en un país musulmán cualquiera, para que ahora si griten con todo provecho que «están sufriendo una persecución». Si van a hacerse las víctimas, que al menos sea real.
Acabo de llegar a Canterbury a pasar un semestre de Erasmus, y espero que en mi estancia se apruebe esta ley! Y por cierto, tengo pensado visitar algún domingo a los cuáqueros, que tienen una Casa de Reuniones en la ciudad. Da gusto estar en un país en el que la Iglesia Católica no es la única opción espiritual…
El extremismo católico está de uñas entre Francia y el Reino Unido. Nada nuevo por otra parte, quizá en el Reino Unido al no tener la hegemonía absoluta el catolicismo nos ahorremos algunas de las cosas que estamos viendo en Francia y que vimos y seguimos viendo en España.
Claro, porque ellos son muy buenos y los demás somos muy malos y perseguimos a los buenos. En algo sí llevan razón: yo perseguiría a los pederastas con un buen palo y les aplicaría ciertas terapias que ellos tienen descritas en su libro «sagrado».