Un artículo de opinión externa en El País ‘desmonta’ el argumento del ruido contra el Orgullo en Chueca
Enrique Sarasola es presidente de Room Mate Hotels, y ha escrito hoy un artículo de opinión para la Tribuna de El País, en el que narra brevemente el intento de emboscada perpetrado la semana pasada por el Ayuntamiento de Madrid contra el Orgullo en Chueca y se posiciona claramente a favor de su celebración en el marco del barrio gay por excelencia de Madrid.
Las razones que esgrime, inapelables, son tan obvias que cualquier periodista de ese u otro medio podía haberlas esgrimido. No obstante, han preferido que sea una persona ajena al periódico quien las exponga: se trata de unas fiestas abiertas a todos los madrileños, que perderían su esencia si se las sacara de Chueca, igual que los Sanfermines la perderían si los toros dejaran de pasar por Calle Estafeta; el ruido es molesto pero asumible y no es la única fiesta ruidosa de Madrid ni de España; las fiestas del Orgullo son un fantástico escaparate para Madrid a nivel internacional, y para finalizar, el ruido no es sino la excusa para encubrir la homofobia. Un ole por el señor Sarasola.
En ‘noticias relacionadas’, encontramos una noticia cuyo titular ‘Una polémica de 115 toneladas’ ya anticipa lo que vamos a leer. Un artículo correcto y bien documentado, en cuya redacción podemos encontrar todas las opiniones y posturas suscitadas por la basura tras el desfile. En el centro de la página, destacadas en mayor tamaño, las palabras de una vecina del barrio de Chueca: «La gente pasa de los contenedores«.
Esto en Valencia Ciudad no pasa. Como las fallas son una fiesta heterosexual, en cuanto se acaban ¡está todo más limpio que antes de que empezaran las celebraciones!
Imagino que en Pamplona tras los sanfermines ocurrirá lo mismo. Y en Sevilla después de la Feria de Abril…
Samper, creo que en cuanto en una de esos cientos o miles de fiestas populares que se extienden por la geografía española, una charanga empieza a cantar aquello de «un bote, dos botes, maricón el que no vote», el que proteste por las molestias de cualquier tipo, ya sabe a lo que se expone.
Si en Chueca, en lugar de orgullo gay se homenajease algún santo del calendario y se bailase con ese estribillo, ningún medio de comunicación, ni columnista, ni períodista le hubieran dedicado ninguna atención a las protestas, salvo para atacar por insolidario, incívico y no se cuantas cosas más al que plantease cualquier tipo de disgusto.
¡Cuánta razón tienes, Nazareno! ¡No son sacrosantas, ni ná’, e intocables, cualesquiera fiestas populares de cualquier ciudad, pueblo y barrio! No digamos el que los Ayuntamientos se hagan cargo de amonestar los cánticos homófobos… ¡Menuda imposibilidad!
Por cierto, si este año se ha generado más basura que el anterior, es que ha habido más asistentes… ¡Un método más de medición!