El Senado de Colombia rechaza el proyecto de matrimonio igualitario

No hubo sorpresa. Tal y como se preveía en los últimos días, el Senado de Colombia ha rechazado el proyecto de ley de matrimonio igualitario, que registró 17 votos a favor y 51 en contra. Un rechazo esperado después de que los legisladores del Partido de la U y del Partido Conservador, como adelantábamos hace ahora una semana, alcanzaran bajo los auspicios del presidente del Senado Roy Barreras un preacuerdo para rechazar la propuesta de matrimonio y sustituirlo por una denominada “unión solemne”.

Fue el diario El Espectador el que desvelaba que Barreras firmó en 2010 un compromiso con el pastor evangélico Jhon Milton Rodríguez, por el que a cambio de apoyo electoral se comprometía a no votar a favor del matrimonio igualitario, de la adopción homoparental y del aborto. La opción defendida por Barreras y asumida por Partido de la U y Partido Conservador es la de crear una institución jurídica específica que otorgaría a las parejas del mismo sexo derechos civiles y patrimoniales pero sin acceso al matrimonio ni a la adopción. Según sus promotores ello bastaría para dar respuesta a la demanda de la Corte Constitucional que se encuentra en el origen de todo el proceso. Fue en julio de 2011 cuando la alta corte colombiana estableció el derecho de las parejas del mismo sexo a “conformar una familia” en igualdad de condiciones a las parejas heterosexuales, dando un plazo de dos años para legislar el reconocimiento jurídico de las uniones del mismo sexo con exactamente los mismos derechos. Un plazo que vence el próximo 20 de junio: si entonces no se ha legislado las parejas del mismo sexo podrán acudir a un notario para legalizar su unión.

En Colombia ha sido la Corte Constitucional y no los legisladores la que a lo largo de los últimos años ha promovido el avance de la igualdad LGTB, reconociendo derechos como el de visita conyugal en las cárceles (2003), unión marital de hecho (2007), acceso a la pensión de sobreviviente (2008), o los recientes reconocimientos de la equiparación total en materia de herencia y del derecho a la pensión de sobreviviente para parejas anteriores a 2008, por nombrar algunos de los más destacados. Pero fue la sentencia de 2011 la que finalmente provocó, como hemos venido informando estos meses, que se presentaran ante el Congreso cuatro proyectos distintos para darle respuesta. Finalmente se optó por discutir la solución más acorde con la exigencia de estricta igualdad de la Corte: la modificación del Código Civil reconociendo el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. La propuesta – ahora rechazada- fue articulada por el senador Armando Benedetti, precisamente del Partido de la U (el partido del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, del que también forma parte Roy Barreras). Ello no evitó la virulenta reacción de los sectores más conservadores, encabezados por el procurador general Alejandro Ordoñez, un personaje fuertemente homófobo alrededor del cual se ha articulado un bloque de legisladores que si bien representan a distintos partidos están muy vinculados a la iglesia católica y a grupos evangélicos.

Legisladores homófobos que han acabado por ver triunfar sus tesis. Uno de ellos, el conservador Roberto Gerlein (de quien ya hemos hablado en dosmanzanas), volvió a resultar protagonista del debate previo a la votación. “No comparto ni aplaudo ni comparto ni deseo el sexo escatológico. A mí me parece que el sexo escatológico es un sexo inane, incapaz de generar vida, un sexo que se practica casi que con fines recreativos (…) el sexo escatológico que va implícito en el matrimonio gay para mí carece de importancia, no tiene importancia, no justifica y descalifica el proyecto en análisis”, llegó a declarar. “Para mí es clara la violencia del lobby gay. El lobby gay quiere que se le apruebe todo lo que ellos desean con la voluntad o sin la voluntad del Congreso. Nunca había oído en mi vida un desafío tan frontal a las instituciones”, añadió.

Sea como sea, lo que parece claro es que una vez rechazado el matrimonio igualitario, decida lo que decida hacer ahora el Congreso colombiano la batalla volverá de nuevo al ámbito judicial.