El que fuera líder del movimiento «ex-gay» reconoce que sigue siendo gay y pide perdón por el daño causado
John Paulk, el que durante años fue uno de los principales representantes del movimiento de los «ex-gays» -personas homosexuales que tras ser captadas por grupos religiosos se autoconvencen de haberse «curado» de su homosexualidad y emprenden vidas formalmente heterosexuales- ha admitido que nunca ha dejado de ser gay, que las «terapias reparadoras» que durante años ha promocionado son no solo inútiles sino dañinas y ha pedido disculpas por el daño causado.
PQ Monthly, una publicación LGTB de Oregón, daba a conocer hace unos días en un reportaje en el que entrevistaba a John Paulk el giro que este estaba dando a su vida. Tras difundirse la noticia, el propio Paulk decidía emitir un comunicado formal. «Durante casi diez años fui activista y portavoz de lo que se conoce como movimiento ‘ex-gay’, desde el que defendíamos que la orientación sexual puede cambiarse mediante una relación estrecha con Dios, terapia intensiva y fuerte determinación. En aquella época creía verdaderamente que ello era posible. Pero mientras muchas cosas cambiaron en mi vida, como cristiano, mi orientación sexual no lo hizo», explica Paulk. «Hoy ya no me considero más un ‘ex-gay’ y ya no apoyo de ninguna forma dicho movimiento. Déjenme ser claro, por favor: no creo que las terapias reparadoras puedan cambiar la orientación sexual, de hecho, lo que hacen es un daño enorme a muchas personas. Sé que mucha gente ha sufrido por cosas que hice y dije en el pasado. Padres, familias y seres queridos fueron afectados muy negativamente por la idea de las terapias reparadoras y la posibilidad de cambio. Siento profundamente todo el dolor que he causado», añade.
John Paulk, que sigue siendo un devoto creyente, afirma además que ahora ve a las personas LGTB como lo que son, «hijos amados de Dios». «Ofrezco ni más sinceras disculpas a todos los hombres y mujeres y sobre todo a los adolescentes y niños a los que hice sentir que Dios no los amaba, se avergonzaba de ellos o los despreciaba», afirma. En su comunicado Paulk afirma además que está en proceso de poner fin a su matrimonio con Ann Paulk, la mujer junto a la que en 1998 apareció orgullosamente fotografiado en la revista Newsweek, con ocasión de un reportaje sobre el movimiento de los «ex-gay», y con la que llegó a escribir un libro sobre el tema (ella también asegura haber dejado atrás su propia homosexualidad).
Y es que John Paulk no ha sido precisamente una figura menor de este siniestro movimiento. Entre 1995 y 2000 fue presidente de una de sus organizaciones más importantes, Exodus International, y en 1998 promovió la fundación de Love Won Out, movimiento de «ex-gays» vinculado a Focus on the Family, una de las más influyentes organizaciones de la derecha religiosa estadounidense. Esó sí, Paulk se vio forzado a abandonar el consejo de Exodus International en el año 2000, después de ser descubierto in fraganti en un bar de ambiente de Washington D.C. (él entonces afirmó haber entrado al bar solo para usar el servicio). En el año 2003 se devinculó de Focus on the Family y se trasladó con su familia (su esposa y sus tres hijos) a Oregón. Poco se sabía de él hasta ahora.
Precisamente el verano pasado nos hacíamos eco de las declaraciones del actual presidente de Exodus International, Alan Chambers, que admitía públicamente que pese a seguir considerando las relaciones homosexuales pecaminosas no es posible “cambiar” la orientación mediante terapia, y que él mismo (casado con una mujer y con dos hijos adoptivos) sigue sintiendo atracción por otros hombres.
Ofensiva legal y política contra las «terapias reparadoras»
Las «terapias reparadoras», de hecho, viven horas bajas en Estados Unidos, donde pese a la pujanza de este tipo de movimientos poco a poco la opinión pública es cada vez más consciente de sus daños. A finales del año pasado cuatro hombres gays demandaban a JONAH (Jews Offering New Alternatives for Healing), otra organización estadounidense que promete, en este caso a judíos homosexuales, convertirlos en heterosexuales.
También a nivel político poco a poco se van moviendo las cosas. El estado de California ya ha prohibido por ley la aplicación de estos procedimientos a menores de edad, aunque la prohibición ha sido suspendida provisionalmente tras ser desafiada en los tribunales. Y una ley similar ha sido propuesta esta misma semana en Nueva York por el senador estatal abiertamente gay Brad Hoylman.
No solo inútiles, también peligrosas
Lo cierto es que de acuerdo a la evidencia científica disponible ninguna de estas «terapias» se ha mostrado efectiva para cambiar la orientación sexual de una persona, pudiendo resultar además peligrosas, tal y como ya han denunciado organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA) o la Asociación Médica Británica. También se han pronunciado contra este tipo de “terapias” la Asociación Médica Americana, la Asociación Americana de Psiquiatría, la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales, la Asociación Americana de Counseling, la Academia Americana de Pediatría o la Asociación Americana para la Terapia Matrimonial y de Familia.
La APA, tras una completa revisión de la evidencia científica disponible, concluyó que como mucho algunos estudios sugerían que “algunas personas aprenden a inhibir sus sentimientos homosexuales”. Esos estudios, además, no evaluaban ni la duración de tales efectos ni sus riesgos sobre la salud mental. La APA encontró además que muchos estudios son sesgados, metodológicamente inadecuados y no evaluan el impacto potencial de estas intervenciones. La APA alertó de que entre los daños que pueden causar se encuentran la depresión y la ideación suicida.
La APA también se pronunció sobre la problemática que suponen las personas homosexuales que movidas por su fe religiosa acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, aconsejando ser honestos sobre la ineficacia de estas intervenciones. La APA considera que el objetivo en estos casos debe ser favorecer la aceptación de la propia realidad sin imposiciones. Judith Glasshold, presidenta del comité de expertos de la APA que en su momento hizo la revisión, sugirió como posibles estrategias insistir en determinados aspectos de la fe religiosa, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad; sugerir el acercamiento a confesiones religiosas inclusivas y, en los casos más extremos, valorar la adopción del celibato como estilo de vida sin pretender cambiar la orientación (se puede consultar el informe completo de la APA -en inglés y en formato PDF- pinchando aquí, y conocer su posición oficial respecto a cómo abordar la problemática que supone la incomodidad con la propia orientación sexual aquí).
A veces pedir perdón simplemente no es suficiente. Este señor ha hecho mucho daño. Conscientemente además, porque aunque afirma que en aquella época creía genuinamente en la posibilidad de cambiar de orientación sexual, la verdad es que él sabía que para él no había cambiado nada.
Este es el tema “CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA HOMOFOBIA” https://www.facebook.com/notes/gi%C3%B3niver-castillo-santana/consecuencias-psicol%C3%B3gicas-de-la-homofobia/277872915645606
¿POR QUÉ LOS “EXHOMOSEXUALES” SE AUTOENGAÑAN O MIENTEN?
Con lo explicado en el tema “consecuencias psicológicas de la homofobia”, no es de sorprender que muchos homosexuales llenos de culpa, miedo y tristeza, terminen yendo al lugar donde les dicen que los van a ayudar a salvarse del infierno y supuestamente serán felices. Pero la realidad es, que los religiosos son los culpables de su infelicidad e inestabilidad emocional en sus vidas.
Ya sea que la persona estuviera en una congregación religiosa desde su niñez, o después lo haya decidido en la adolescencia o adultez, siempre llegan creyendo que su homosexualidad es un pecado, y que se puede dejar; porque se lo han dicho desde niño, y porque oyen testimonio de personas que supuestamente se volvieron heterosexuales.
¿Qué tan ciertos pueden ser estos testimonios?, considerando las manipulaciones mentales a las que son sometidas estas personas desde la infancia; ¿Sus testimonios son suficientes para creer que siendo 100% homosexuales (no bisexuales), se volvieron heterosexuales?, ¿o que son felices realmente con un matrimonio heterosexual o en celibato?
Analicemos: lo primero que los religiosos les dicen, es que tiene que querer cambiar, o no cambiarán. Muchos tratan con todas sus fuerzas, pero no pueden, se agotan y se rinden, pero las congregaciones religiosas no los ven de esa forma; los ven como que nunca realmente quisieron, que no tenían fe, que se dejaron dominar por los demonios.
Les dicen que tienen que tener fe en que dejarán de ser homosexuales, que la fe se demuestra creyendo, dándolo por hecho, aún no haya sucedido; diciéndose a sí mismo y a los demás que no son homosexuales, aunque sientan los “síntomas”; y por esto aún siendo gay o lesbiana dicen que no lo son. Según (Hebreos 11:1); la fe es precisamente esto: tener la certeza de algo que todavía no llega, y la convicción de que ocurre algo que no has visto o sentido. Si en algún momento se agotan y reconocen que todavía se sienten homosexuales, les dicen que no tienen fe, y que así no serán “curados”.
La fe no es buena ni mala, lo que es bueno o malo es la idea en la que se tiene fe. Tener fe en Dios, su gran amor y la vida eterna, es bueno; pero tener fe en que la homosexualidad se puede dejar, es una tortura. Muchos se pasan la vida en esto, hasta se casan y tienen hijos.
Otra razón por la que no dicen nada, es que no quieren destruir la fe de otros, que al igual que ellos quieren dejar de ser gay o lesbiana; diciéndose: “porque a mí no me ocurra, eso no quiere decir que a otros no lo vayan a curar”, y también piensan (porque se lo han dicho) que destruir la fe de los otros es pecado.
En los últimos años han decidido permitirles congregarse, con la condición de que repriman su homosexualidad, viviendo en celibato. Esto es porque se han dado cuenta de que no es tan fácil como ellos lo ponen, que es difícil (realmente es imposible) dejar de ser homosexual; y que nadie en su sano juicio decide sufrir rechazo, violencia, tortura y asesinato. También porque un porcentaje de la población los están tachando de crueles sin amor.
Vivir la vida reprimiendo los sentimientos y la sexualidad, y obligados a casarse con alguien por el cual no siente amor conyugal, para ver si así se quita lo homosexual, o simplemente vivir una vida solitaria en celibato, es una vida terriblemente dolorosa y vacía. No a todos se nos dio el don del celibato (1ª Corintios 7:9).
Los religiosos dicen que Dios les da paz y felicidad en sus vidas en celibato, y que la prueba es que ellos mismos dan testimonios de que son felices. Aquí ocurre lo mismo que expliqué arriba, se autoengañan diciendo que son felices; porque los religiosos les dicen, que si se permiten ponerse tristes, es que se están dejando dominar por los demonios, y que no tienen fe, lo cual además de ser un pecado evita que dejen de ser gay. Aunque se sientan tristes se quedan cayado, para no destruir la fe de otros, y por el miedo de irse al infierno. En pocas palabras, son como robot o zombis cristianos; pero no todos aguantan esto, y deciden vivir siendo honestos con sigo mismos, y los expulsan de la congregación, o los hostigan y tratan tan mal que terminan yéndose al mundo.
Están también los que han sufrido tanto en el mundo (adicciones, prostitución, conductas autodestructivas, fracasos amorosos, soledad, depresión, intento de suicidios, etc.), que al final se conforman con la iglesia; ignorantes de que los religiosos tienen gran culpa de muchas de las cosas malas que pasan y pasaron en sus vidas. ¡Sí!, al final se cosecha lo que se sembró desde la niñez.
Lo siguiente para mi es el colmo, por la falta de amor y consideración a las personas LGBT; es cuando ellos dicen, que aunque no dejen de ser gay o lesbiana y estén sufriendo en la iglesia, es mejor así, que permitirle ser felices con alguien al que verdaderamente amen, “y se vayan al infierno”. En estas condiciones una persona no siente que Dios la ame, pues todo lo contrario, siente que Él la desprecia, pero si lo cree se irá al infierno.
Los “exhomosexuales” cristianos, consciente o inconsciente-mente, realmente tienen terror de Dios, a que los manden o no los salven del infierno, ¡realmente no es amor ni respeto a Dios!; Jesús vino a morir para salvar la Humanidad, heterosexuales y homosexuales por igual; vivimos por la gracia, ya que por la ley, nadie podía salvarse. Dios sabe que no somos perfectos, y por esta razón no nos pide perfección; Él no nos da carga que no podamos llevar, y por cada problema da una salida (1ra corintios 10:13). Hay personas que no pueden ser célibes, pero sí pueden ser fieles y monógamas, ya sean gay o heteros.
Mi pregunta es: ¿Qué solución tiene Dios para los homosexuales que no pueden ser célibes? La monogamia y fidelidad entre parejas homosexuales es la respuesta. Hay mas amor y respeto hacia Dios por parte de una pareja gay o lesbiana, que a pesar de la negativa de la sociedad decidieron amar y aceptar a Cristo en su corazón; que en una persona homosexual, que vive en celibato, reprimiendo sus sentimientos y siendo infeliz, por miedo a que Dios lo mande o no lo salve del infierno. O el miedo de personas que maltratan y obligan a los homosexuales a vivir reprimidos e infelices, porque si no lo hacen y comienzan a cuestionar y ver lo injusto y cruel que es, “Dios los mandará o no los salvará del infierno”. No todos son como Cristo, que darían sus vidas por defender y salvar las vidas de otros, aunque la sociedad los rechace.
Dios prefiere amor y respeto antes que miedo. Si Él quisiera, en menos de un parpadeo, volviera heterosexual a ese señor de 40 o 50 años que desde su adolescencia está hincado, deseando y pidiéndole a Dios que le quite la homosexualidad, pero Dios ¡no lo hace!; algún propósito tiene Él con esto, quizás precisamente quiera enseñarnos el amar y respetar a los demás con sus diferencias.
Pero qué se va a esperar de ellos, si al querer ingresar en su institución tienes que renunciar al sexo. Eso también es anti natural. A partir de ahí, apaga y vámonos…
De hecho como los impulsos no los pueden dominar o los dominan malamente por eso se ponen como fieras corrupias con las personas que no tienen prejuicio alguno con su sexualidad (sean homo u hetero).
JAJAJAJA….si no fuera tan dramatico, por el daño y el sufrimiento causado a tanta gente, seria para partirse la polla a carcajadas….ese rollo de los exgay, es como ser exalto, exbajo, exblanco o exnegro….
Lo bueno de la religión y los amigos imaginarios es que te lo puedes montar tú a tu gusto.
Así un dia puedes pasar de creer que debes ser heterosexual porque te lo ordena tu dios, a creer que a tu dios le encanta que seas gay, que te ha creado así.
Y no pasa nada porque casualmente, dios suele pensar lo mismo que piensan sus creyentes a cada momento, y suele amar y odiar lo mismo que aman y odian esos creyentes.
Soy de armario y es terrible sentir que te van a juzgar por ser gay y mas cuando piensas que te van a tildar de afeminado y pluma (con todo mi respeto) porque eres hombre, te sientes hombre y eres muy masculino pero te gustan los hombres y cuando en esa confusión y temor ves esa oferta si no tienes claras las cosas puedes caer en esa desgracia de creer que vas a ser heterosexual que es lo supuestamente «normal» ahora acepte lo que soy, sigo siendo el mismo pero acepte que me gustan los hombres y nadie tiene el derecho a menospreciarme por sentirme así.
Moraleja: los gais tienen la fuerza de los hombres y son manipuladores como las mujeres. Su perdón no es sincero, que devuelva el dinero ganado con su estafa o pensaré que es un gay infiltrado en un movimiento ex-gay al estilo juan palomo: «yo me lo guiso y yo me lo como»
Ya puede pedir perdon las veces que quiera.
Yo no lo perdono.
Pobre infeliz, yo lo disculpo porque me parece que también es una víctima. A los que no perdono son a Cohen, a Nicolossi, a Spitzer y demás «profesionales» de la salud mental que les tiran línea pseudocientífica a estas organizaciones. Esos hijos de puta saben que sus tésis son espurias, pero las siguen sosteniendo por el dinero que les reporta y/o por celos profesionales. Es caso del viejo Spitzer es emblemático de esta hijaputez.
No le metería en la cárcel porque disfrutaría de lo lindo en las duchas, pero este tipo merece un castigo ejemplar.
Dexter Morgan, fíjate lo fácil que es construirte una religión y un Dios a tu gusto que este hombre estuvo años rechazándose a sí mismo, con lo fácil que lo tenía. Así de fácil es…. Mejora un poco tus argumentos, hombre, o al menos intenta que la noticia justo de encima no te lo desmienta.
Perdón? después de todo el daño que ha hecho?. No, no es suficiente pedirlo.
A mi me da que este hombre evidentemente es gay, pero si ha hecho todo este paripé es para cobrar entrevistas y vender libros. Para mi que lo tenía todo planeado para ganarse unos miles de dólares
Esta es una buena noticia. John Paulk había sido fotografiado por el activista pro-derechos humanos Wayne Bessen al huir de un bar gay donde había sido reconocido a principios de los años 2000. Su ahora ex esposa y supuesta «ex lesbiana» es miembro de la «Red de Esperanza de Restauración», un grupúsculo homofóbico cristiano protestante evangélico que trata de subsistir tras la bomba atómica lanzada en 2012 por nada menos que el ex grupo homofóbico «Exodus Internacional», el cual declaró que «99.9%» de los auto denominados «ex gays» no son heterosexuales. Exodus ahora ofrece «abstinencia», pero ya no más pasar de gay a buga (heterosexual). El racismo homofóbico basado en prejuicios cristianos está llegando a su fin.