Suma y sigue en Francia: un alcalde se niega a celebrar matrimonios del mismo sexo y los homófobos interrumpen Roland Garros

El alcalde de Arcangues, localidad situada en el País Vasco francés, se ha negado a casar a una pareja del mismo sexo. En declaraciones a Le journal du Pays Basque, ha afirmado que ni él ni ninguna persona de su consejo municipal quieren celebrar matrimonios de este tipo. Informada la Prefectura del departamento al respecto, el alcalde se puede enfrentar a una pena de cinco años de cárcel.

Jean-Michel Colo es el alcalde de Arcangues desde hace 30 años. Su orientación política es derechista, aunque no pertenece a ningún partido. Según sus declaraciones, recibió una solicitud de matrimonio en su alcaldía por parte de una pareja de hombres, solicitud que tanto él como el conjunto de su consejo municipal rehusaron. También procedieron a comunicar a la Prefectura del departamento de Pirineos Atlánticos, al que pertenece su localidad, la intención de la alcaldía de cesar sus actuaciones respecto al estado civil. Según sus desconcertantes declaraciones, la ley de matrimonio igualitario “es ilegítima” para él, a lo que agrega: “cuando he querido tener un hijo, ya tenía una mujer, no recurrí al vecino”.

La diputada socialista por su circunscripción electoral, Colette Capdivielle, alarmada por la gravedad del caso, escribió al prefecto para que procediera a sancionar al edil. A la vista de la denuncia de la diputada y de la primera comunicación del alcalde, la Prefectura ha difundido un comunicado de prensa el pasado 7 de junio, en el que aclara que “el derecho a contraer matrimonio en la comuna donde reside uno de los esposos, que no ha sufrido cambios desde 1804, no ha sido derogado”. También recuerda que no existe cláusula de conciencia para este supuesto, aunque el alcalde puede delegar en sus adjuntos o concejales. Pero en el caso de que se impida totalmente la celebración del matrimonio, la pareja puede interponer una demanda. Si se prueba que hay intención discriminatoria, tanto el alcalde como los integrantes del consejo municipal se enfrentarían a penas de cárcel de cinco años y una multa de 75.000 euros. En vía administrativa, el Consejo de Ministros podría suspender, o incluso revocar, al alcalde.

El ministro del Interior, Manuel Valls, ha declarado al respecto que “las leyes se aplican en todas partes y no puede haber la menor violación del principio de igualdad. Obviamente, si hay violación del principio de igualdad, la fiscalía será informada. Y los políticos que no respeten dicha igualdad, que no respeten las leyes de la República, se arriesgan a importantes sanciones. Así que espero que la razón prevalezca tanto allí como en otros lugares”.

Y en París, la homofobia se cuela en Roland Garros

Y mientras políticos como el alcalde de Arcangues se muestran dispuestos a boicotear la nueva ley francesa de matrimonio igualitario, los activistas homófobos continúan sus protestas. Este domingo han llegado a interrumpir en dos ocasiones la final del abierto de tenis de Francia, que disputaban los tenistas españoles Rafael Nadal y David Ferrer.

Al inicio del segundo set, el partido tuvo que detenerse durante cerca de un minuto, cuando en las gradas dos espectadores comenzaron a gritar consignas contra el presidente François Hollande y el matrimonio igualitario, al tiempo que desplegaban una pancarta con la leyenda «Ayuda, Francia pisotea los derechos de los niños». Los manifestantes fueron inmediatamente desalojados, ante el evidente malestar del resto de espectadores y de los jugadores por lo sucedido. Poco después, ya durante el segundo set, un hombre con el torso desnudo sobre el cual podía leerse «Derechos de los niños» saltaba a la pista con una bengala. También fue rápidamente reducido. Un segundo manifestante fue atrapado incluso antes de saltar a la pista. Los telespectadores que seguían el partido por televisión apenas si fueron conscientes de lo sucedido: la realización evitó en la medida de lo posible mostrar imágenes.