Presentada denuncia contra el alcalde francés que se niega a celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo (ACTUALIZADO)

La pareja formada por Jean-Michel Martin y Guy Martineau-Espel, a quien el alcalde de Arcangues, la localidad donde residen, le denegó la posibilidad de contraer matrimonio, ha interpuesto una denuncia por discriminación. El alcalde se enfrenta a una posible pena de cárcel de 5 años y la revocación de su cargo.

Jean-Michel Colo, alcalde derechista de la localidad de Arcangues, situada en el País Vasco francés, negó la posibilidad de contraer matrimonio a Jean-Michel y Guy por el hecho de ser una pareja del mismo sexo, cuestión que contravenía sus creencias personales. La ley francesa es clara, y toda pareja tiene derecho a contraer matrimonio en la comuna de uno de los contrayentes si ese es su deseo. Los alcaldes pueden delegar en sus adjuntos o concejales sus obligaciones al respecto, pero garantizando en todo caso que no se impida la celebración del enlace. El pasado lunes 24 de junio, Colo fue convocado por el subprefecto del departamento de Pirineos Atlánticos, quien le recordó “el marco legal y sus responsabilidades como alcalde y como oficial del registro civil”, sin embargo, el edil insistió en aducir que “en conciencia no podía aplicar la ley”.

Dada esta situación, han interpuesto una demanda este miércoles 26 de junio ante el procurador de la República de la localidad de Bayona, por “discriminación por parte de una persona depositaria de autoridad pública que, en el ejercicio de sus funciones, rehúsa el ejercicio de un derecho de acuerdo con la ley”. La abogada de los demandantes recuerda que el denunciado puede enfrentarse a penas de cárcel de hasta cinco años, una multa de hasta 75.000 euros y la revocación de su cargo por vía administrativa.

Aunque Colo ha afirmado reiteradamente que todo su equipo municipal se niega asimismo a realizar la ceremonia, se ha conocido que al menos dos concejales han expresado su acuerdo con formalizar el enlace de Jean-Michel y Guy, a lo que el alcalde, al parecer, ha hecho oídos sordos.

ACTUALIZACIÓN

Parece que, cuando una demanda se convierte en algo tangible, hasta las más firmes convicciones homófobas languidecen. En un comunicado de prensa, la alcaldía de Arcangues informa de que uno de los adjuntos al alcalde se ha ofrecido a oficiar la ceremonia después de celebrarse una reunión en el ayuntamiento. El texto es el siguiente: «tras una mesa redonda en la que todos han podido expresarse, uno de los adjuntos se ha ofrecido voluntario para celebrar el matrimonio Taubira». La referencia al enlace entre Jean-Michel y Guy como «matrimonio Taubira», la ministra de Justicia ponente de la ley de matrimonio igualitario, no oculta la torticera intención del alcalde Colo y sus adjuntos de querer diferenciarlo de lo que ellos denominan «matrimonio tradicional», lo que quizás se pueda entender como el recurso a la pataleta…

Obispo de Bayona apoya al homófobo condenado por actos violentos

También en Bayona, por medio de un comunicado, el obispo de la diócesis, Marc Aillet, ha mostrado su apoyo al joven Nicolas B., recientemente condenado a cuatro meses de prisión por sus reiteradas acciones durante las manifestaciones homófobas contra el matrimonio igualitario. El obispo estima que la sentencia es “claramente una forma política de represión policial y judicial que marca un hito en el tratamiento arbitrario contra los que se oponen al matrimonio y la adopción para las parejas del mismo sexo”. El obispo recuerda que el papa Francisco indicó a un grupo de parlamentarios franceses de confesión católica, a los que recibió en audiencia, que “su tarea, técnica y jurídica, era proponer leyes, enmendarlas e incluso derogarlas”, lo que Aillet entiende como una legitimación del movimiento contra el matrimonio igualitario y todas sus acciones contra la que es ya una ley de la República.

Aunque el obispo condiciona su apoyo a que las manifestaciones homófobas se desarrollen de manera no violenta, no duda en calificar a Nicolas B. de “orgullo y esperanza de la sociedad”, a pesar de que la dureza de la condena de Nicolas B. es debida a la reiteración en la participación en distintos altercados. Finalmente, Monseñor Aillet cree que “su valor, incluso es prisión, es ya una victoria, pues no se puede encadenar a la verdad”.