Reinagurada la exposición de Olivier Ciappa en París tras sufrir el vandalismo homófobo
La exposición de Olivier Ciappa, objeto de vandalismo homófobo la madrugada del sábado 22 de mayo, ha vuelto a ofrecerse al público desde las verjas del ayuntamiento del distrito III de París. A las fotografías de las “Parejas imaginarias” que dan nombre a la colección, se han añadido otras, así como dibujos y obras diversas, que han ido aportando anónimamente los ciudadanos de la capital francesa.
Tras la laceración de las fotografías en las que Ciappa fotografiaba a personas heterosexuales conocidas posando como si de parejas del mismo sexo o de familias homoparentales se tratasen, algunos ciudadanos de París decidieron homenajear la obra añadiendo en las verjas del ayuntamiento sus propias obras. Fotografías de parejas homosexuales reales, dibujos de niños representando a sus dos madres, carboncillos de dos hombres besándose con pasión… hacían que la exposición volviera a florecer.
Olivier Ciappa, profundamente conmovido con la reacción del público, decidió volver a exponer este miércoles 26 de junio la colección, pero conjuntamente con todas las aportaciones recibidas, animando desde Twitter a que se siguiera aportando material y cediendo espacio de su propia obra para ello.
Y así ha sido, invitados por el alcalde del distrito, Pierre Aidenbaum, acudieron centenares de personas, entre los que se encontraban el alcalde de París, el abiertamente gay Bertrand Delanoë, la candidata a su sucesión Anne Hidalgo o la cantante Marianne James, que protagoniza alguna de las fotografías. Mientras los asistentes portaban pancartas en contra de la homofobia, Aidenbaum animaba a movilizarse contra todas las formas de discriminación y la futura candidata a la alcaldía de París hablaba de seguir consiguiendo derechos, proclamando que París “ama a todos sus hijos”.
Durante muchos meses hemos visto la cara fea de Francia, y puede que algunos creyeran que era su única cara. Pero no, Francia tiene otra, la de quienes aprecian la libertad y no permiten que se ceda en avances. Francia tiene la cara fea de los herederos de De Maistre, pero tiene también la de los herederos de Zola o Voltaire. Y siempre ha acabado por prevalecer la Francia de Las Luces. Y aquí pasará igual.