Detenciones y violencia en el Orgullo de San Petersburgo. Putin promulga la ley que prohíbe informar positivamente de homosexualidad

Decenas de activistas fueron detenidos el pasado 29 de junio por tratar de celebrar la marcha del Orgullo en la ciudad de San Petersburgo y tras enfrentarse a la violencia de un grupo de fanáticos homófobos. Entre los detenidos están algunos de los que, días atrás, trataron de obtener una licencia matrimonial en la sede del ayuntamiento de la ciudad, reivindicando el derecho al matrimonio igualitario.

La escueta pero sin duda heroica marcha del Orgullo de San Petersburgo se saldó con la detención de todos sus participantes. Al menos sesenta personas fueron conducidas a dependencias policiales por violar la ley local que prohíbe la llamada “propaganda homosexual”, vigente desde principios de 2012. Los activistas sufrieron además la ira de un grupo de homófobos que se dirigió hacia ellos al grito de “la sodomía no pasará”, mientras trataba de golpearles y les arrojaba huevos podridos y piedras. La policía también detuvo a ocho de los integrantes del grupo violento.

Podéis ver lo sucedido en el estremecedor reportaje gráfico de este enlace, y también a través de este vídeo:

Intento infructuoso de registrar matrimonios del mismo sexo

Entre los detenidos en la marcha del Orgullo estaban su organizador  Yury Gavrikov y su pareja Maksim Lisak. Ambos, junto con otras cuatro parejas del mismo sexo, intentaron el pasado 28 de junio obtener una licencia matrimonial por parte de las autoridades locales. Vestidos de gala, como cualquier otra pareja, se dirigieron a las dependencias oficiales en una limusina blanca y solicitaron que sus matrimonios figuraran en los registros públicos.

Como era previsible, las autoridades registrales denegaron las cinco inscripciones, aunque aceptaron la entrega de la solicitud por escrito, a la tendrán que contestar por medio de una resolución fundamentando la negativa, lo cual podrá servir para una posible reclamación ante el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. Las cinco parejas, a pesar de lo infructuoso del intento, decidieron hacer en su limusina el recorrido típico de los recién casados por la ciudad, sin que, afortunadamente, hubiera que lamentar ningún incidente.

La negativa a registrar los matrimonios contradice las recientes declaraciones del presidente Vladimir Putin, en las que afirmaba que en Rusia “los homosexuales son ciudadanos iguales que disfrutan de todos sus derechos”. Según el líder LGTB Nikolai Alekseev, la Constitución rusa no establece expresamente que el matrimonio deba ser contraído por un hombre y una mujer, por lo que algunos políticos están tratando de enmendarla en ese sentido. Alekseev teme que esa sea la siguiente ley homófoba que se presente ante el Parlamento.

Vladimir Putin proclama la ley que prohíbe informar positivamente de homosexualidad

El mismo día que los activistas LGTB salían a las calles a exigir sus derechos, el Estado los cercenaba aún más. Según una publicación oficial, el presidente de Rusia Vladimir Putin firmó este sábado 29 de junio la ley que prohíbe informar de manera positiva de homosexualidad si la información pueda alcanzar a menores. Tras ser aprobada por las dos cámaras del Parlamento ruso por práctica unanimidad, tan solo era necesaria la firma del presidente para que la ley entrara en vigor.

La medida supone penas de arresto de varios días y fuertes sanciones económicas, según se trate de ciudadanos individuales, funcionarios o empresas y grupos sociales. Las multas podrán variar entre los 115 y los 35.000 euros. Para los ciudadanos de otros países, además de la sanción económica, se establece una pena de arresto de quince días y la expulsión del país. Ni marchas de Orgullo, ni programas contra el acoso escolar, ni información sobre salud sexual, ni cualquier cuestión que un juez considere «propaganda homosexual» podrá tener lugar en todo el extenso estado ruso. La población LGTB pasa a la total invisibilidad con la aquiescencia de todos los partidos políticos, sin excepciones.

El conocido activista LGTB británico Peter Thatchell declaraba al respecto: «la propaganda de Estado rusa ha puesto en la picota a los homosexuales las veinticuatro horas del día, todos los días de la semana. Putin está al frente de un régimen de guerra cultural contra la comunidad LGTB. La Unión Europea y el Consejo de Europa no están haciendo lo suficiente para presionar a Rusia, pero incluso si lo hicieran, dudo que su gobierno les escuchara. Putin está conduciendo a Rusia a los días oscuros del estalinismo y el zarismo».