"Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta" - Ana Botella

Activista gay violado en una comisaría congolesa con el consentimiento policial

Una nueva y terrible historia nos llega desde África. El activista LGTB congoleño Joseph Saidi afirma haber sido víctima de una violación mientras se encontraba detenido por la policía, que presenció los hechos sin impedirlos tras insultar y patear al joven.

Saidi, de 26 años, es el fundador de Rainbow Sunrise Mapambazuko, una organización LGTB con sede en Bukavu (República Democrática del Congo). Los hechos, que al parecer ocurrieron en mayo, comenzaron con una llamada de teléfono. Un hombre que se identificó como Guilin afirmaba haber sido víctima de abusos sexuales tan brutales que necesitaba acudir a un hospital. El activista acudió a la llamada de auxilio y, al no encontrar a nadie, se alojó en un hotel. A las cinco de la mañana, agentes de policía fueron a su habitación a detenerlo, esgrimiendo una larga lista de acusaciones, entre las cuales se encontraban “promover la homosexualidad en el Congo” y “ser el fundador de una organización LGBTI”. El joven pasó los siguientes cuatro días en una celda de la comisaría de policía de Bukavu.

Saidi afirma que los policías lo insultaron, lo patearon y le negaron comidas y que sus compañeros de celda lo violaron con palos de madera bajo la mirada de los agentes. Según la asociación irlandesa Front Line Defenders, uno de los que lo arrestaron lo amenazó llamándolo “jefe de los demonios”. “Te vamos a quemar porque es tu último día en la Tierra. Has convertido a nuestros hijos en homosexuales; has destruido la cultura congolesa y africana. Ya basta. Te vamos a enseñar algo, no te toleramos”.

El activista congoleño fue puesto en libertad tras pagar una fianza de unos 300 euros, reunidos por sus compañeros de trabajo. Uno de ellos, Jérémie Safari, habría ofendido a los policías durante el proceso, por lo que corrió la misma suerte que Saidi y fue detenido y violado durante 24 horas. Safari recibe amenazas de muerte y Saidi ha huido de la República Democrática del Congo. Ambos resultaron seriamente heridos tras su cautiverio.

Asociaciones pro derechos humanos congolesas e internacionales han pedido a las autoridades una investigación sobre lo ocurrido. La Asociación Africana para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADHO) ha pedido desde Kinshasa la implicación del gobernador de la provincia de Kivu del Sur, de la que Bukavu es capital, sin obtener una respuesta suficiente por ahora. Según Jean-Claude Katende, presidente de ASADHO, “la única respuesta adecuada habría sido la indemnización a las víctimas y la detención de los culpables”.

A pesar de que la homosexualidad no está penada en la República Democrática del Congo, la situación de las personas LGTB, como en los países de su entorno, es muy difícil. Según un informe del departamento de Estado de Estados Unidos en 2010, cualquiera que lleve a cabo alguna muestra de homosexualidad puede ser detenido por escándalo público.

Comentarios
  1. Gabriele

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