Nueva Jersey, segundo estado de Estados Unidos que prohíbe las «terapias» para «curar» la homosexualidad en menores
Nueva Jersey es el segundo estado de Estados Unidos, tras California, en prohibir la aplicación de las denominadas «terapias reparadoras» a menores de edad para «curarles» su homosexualidad. El proyecto había sido ya aprobado por la legislatura del estado, pero se dudaba si el Gobernador republicano Christopher Christie lo vetaría. Finalmente no lo ha hecho.
El proyecto había sido aprobado por la Asamblea de Nueva Jersey por 56 votos contra 14 y por el Senado por 28 votos contra 9. Contó con el voto de los demócratas, que tienen mayoría en las dos cámaras, pero también registró apoyos entre los legisladores republicanos. Los testimonios de varios jóvenes que siendo niños y adolescentes fueron forzados por sus familias a seguir este tipo de «terapias» fueron sin duda definitivos a la hora de conseguir un apoyo tan mayoritario. Pero aún así persistía la duda sobre lo que haría finalmente el Gobernador republicano.
Finalmente Christopher Christie ha firmado la ley. Desde su oficina se argumenta que la posición de los especialistas en este tema es concluyente (en referencia a la Asociación Americana de Psicología, que se opone con firmeza a este tipo de prácticas no solo por su inutilidad, sino por los graves daños que se pueden derivar de ellas). Nueva Jersey se convierte así en el segundo estado del país en aprobar esta medida, tras California. Conviene recordar, en cualquier caso, que la ley californiana se encuentra recurrida ante la justicia federal, que ha suspendido temporalmente su aplicación en tres casos concretos.
Christie, un republicano centrista… al que todos miran con lupa
La posición de Christopher Christie (Chris Christie, como es popularmente conocido) tiene especial relevancia política. Todos los observadores coinciden en que el Gobernador de Nueva Jersey, muy popular en su estado y bien conocido en el resto del país, es a día de hoy la baza más importante del Partido Republicano cara a las elecciones presidenciales de 2016. Christie, de fe católica, encarna a la perfección el prototipo de «republicano moderado», firme en sus convicciones económicas pero escorado hacia el centro en temas sociales, y desde luego muy lejano a los principios de la derecha religiosa, que tanta influencia ejerce entre las bases de su propio partido.
Es por eso que cada paso que Christie da es mirado con lupa cuando de derechos LGTB se refiere. Un buen ejemplo es lo sucedido con la ley de matrimonio igualitario, aprobada por la legislatura de Nueva Jersey pero que él mismo vetó. Christie, sin embargo, se ha preocupado mucho de no aparecer como radicalmente contrario al matrimonio igualitario «por principio», al sostener que de lo que está en contra es de que este sea aprobado por la legislatura del estado, y no por un referéndum.
La batalla del matrimonio en Nueva Jersey, abierta
La batalla del matrimonio igualitario en Nueva Jersey, en cualquier caso, no está definitivamente perdida. Por un lado, hasta enero de 2014 hay tiempo para levantar el veto de Christie. Esta vía parece no obstante difícil: sería necesario hacer cambiar de opinión a varios republicanos para conseguir la mayoría cualificada de dos tercios.
Pero por otro lado la situación creada tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos contra la sección tercera de la DOMA hace posible que la justicia de Nueva Jersey obligue finalmente a reconocer el matrimonio igualitario: la Corte Suprema de ese estado ya sentenció la obligatoriedad de reconocer los mismos derechos a las parejas del mismo sexo, a lo que en su momento Nueva Jersey respondió aprobando una ley de uniones civiles, pero ahora ha quedado claro que dichas leyes no garantizan la igualdad total. Es por eso que tiene gran interés lo que suceda con una demanda presentada en 2011 por siete parejas unidas civilmente, cuyo caso ofrece ahora nuevas perspectivas.