República Dominicana: dos amigos que charlaban tranquilamente en la calle, detenidos al ser reconocidos como gays
Nos llega un grave episodio de homofobia policial ocurrido en la República Dominicana, donde dos amigos que se encontraban charlando en la vía pública fueron detenidos al ser reconocidos como gays por la policía. Hechos que según el testimonio de Melvin Durán, uno de los dos detenidos, son frecuentes en ese país, pero que en esta ocasión ha alcanzado difusión gracias a que Durán, un joven que vive abiertamente su homosexualidad y que acaba de regresar de España, donde ha completado sus estudios de cine, ha narrado la historia con pelos y señales sin importarle las consecuencias.
Ocurrió el domingo 18 de agosto, poco antes de las diez de la noche. Melvin Durán y un amigo charlaban sentados en las escaleras del Alcázar de Colón, en la parte más antigua de Santo Domingo. En ese momento dos agentes se les acercan. “Esto si se jodió, dos maricones hablando aquí en un lugar público», les espetó uno de ellos. Sin aún entender qué estaba sucediendo, los dos amigos empezaron a ser objeto de improperios homófobos y a ser tratados burlonamente en femenino. Pero la cosa no quedó en mero acoso verbal. Los dos amigos fueron detenidos y llevados a un destacamento policial, donde continuó el hostigamiento. «Dentro del destacamento, en la Fortaleza Ozama, les pregunto que por qué estamos ahí, y uno de los policías que nos detuvo me dice: ‘Bueno si tú quieres una excusa [dirigiéndose a un agente que hacía de secretario] ponle ahí que ellos estaban teniendo sexo oral en el parque Duarte», cuenta Durán, que no podía creer lo que estaba viviendo. «Lo que tienen que hacer es llevarlos a uno de los destacamentos que están en San Carlos o en la Duarte para que los tranquen con los tipos rudos y los violen y los conviertan en hombres, los hagan varones y dejen de ser hembritas”, llegó a afirmar el comandante al mando en ese momento.
Los detenidos son conducidos entonces a diversos destacamentos policiales, pero en ninguno quieren hacerse cargo de ellos. Acaban volviendo al primero de ellos, donde son testigos de cómo otros detenidos por diversas causas son liberados tras pagar dinero. Ellos no tienen esa «suerte». «Entonces le dice uno de los policías que por qué no nos despacha a nosotros [dirigiéndose al comandante], que no habíamos hecho nada malo, y él le dice: ‘Porque me da la gana’ y porque él consideraba que ‘ser maricón es peor que ser delincuente'», cuenta Durán. Él y su amigo permanecieron detenidos toda la noche, sin dejarles ni siquiera ir al baño. Pero tampoco cuando llega el relevo la situación se resuelve. “Yo los voy a dejar ahí hasta que me de la gana”, le dice el nuevo comandante al mando a un amigo de los detenidos. A las once de la mañana Melvin Durán sufre una crisis de ansiedad, y es en ese momento cuando intervienen más personas. Aparece incluso uno de los policías que los detuvieron, «y dice que él lo lamenta, que nos vio y no estábamos haciendo nada pero que inventó eso para que nos encerraran», cuenta Durán. Finalmente, ya casi a las doce y media, y ante las amenazas de un amigo de los detenidos de acudir a la Comisión de Derechos Humanos, Durán y su amigo fueron liberados.
Melvin Durán ha estudiado Cine y Derecho, y recientemente ha regresado a su país tras una estancia en España donde ha completado sus estudios en la Universidad Juan Carlos I. Vive abiertamente su homosexualidad y quizá por eso ha decidido denunciar el atropello que ha vivido, que según él no es ni mucho menos un caso aislado. «Es muy común que se hostigue y se discrimine a la comunidad homosexual, sobre todo en la zona colonial porque ahí existe un peso muy importante dentro del país que es el peso de la iglesia católica», explica Durán, para el que la influencia de la iglesia católica en la República Dominicana resulta determinante por lo que a la homofobia social en ese país se refiere.
Insertamos a continuación la entrevista del digital dominicano acento.com.do a Melvin Durán, en la que este cuenta el detalle de lo sucedido:
República Dominicana, un lugar difícil para las personas LGTB
La República Dominicana es un país en el que la discriminación y la violencia hacia las personas LGTB (muy singularmente de mujeres transexuales) están a la orden del día. Y desde luego la iglesia católica no es ajena al clima social que actúa como caldo de cultivo para esa situación.
Son bien conocidas, por ejemplo, las declaraciones homófobas del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, arzobispo de Santo Domingo, que ha llegado a referirse como “maricón” al próximo embajador de Estados Unidos en la República Dominicana, James “Wally” Brewster, abiertamente gay. Y es que Brewster, como destacamos en su momento, además de por su carrera empresarial destaca por su activismo. No solo ha sido una de las caras más visibles de los LGTB demócratas sino que forma parte del consejo de Human Rights Campaign, una de las más importantes organizaciones en defensa de los derechos civiles de las personas LGTB de Estados Unidos.
Asesinato de un gay
Precisamente hace pocos días era detenido el presunto autor de la muerte de Randelyn Mancebo, un gay que murió salvajemente asesinado en San Cristóbal, al sur del país. Se trata de Ricardo Peña, un joven que mantenía habitualmente relaciones con Mancebo a cambio de dinero.
Según la versión de Peña, que ha confesado el crimen, la víctima le habría propuesto un cambio de roles sexuales. Una propuesta que habría enfurecido al joven, que golpeó a Mancebo con un palo y luego lo acuchilló. Es, repetimos, la versión de Peña. Lo cierto es que tras acabar con la vida de Mancebo, este le robó la motocicleta (que luego vendió), su teléfono móvil y dinero en efectivo.
Descanse en paz.
muchas gracias por la información, es bueno difundir estas injusticias para que algunas personas comiencen a ver como son las cosas en realidad
gran post!
Vivan las democracias o republicas bananeras, donde tanto tienes tanto vales, seguro que eran unos pobrecillos currantes.
dan naúseas toda esta retaila de insultos vomitivos homófobos. Cuanto más presumen en público más pervertidos en privado; los puteros con poca autoestima son los más homófobos (perdón por el término machista y a las mujeres), siempre están obsesionados con otros hombres y lo que les harían sexualmente y expresan su odio a través de las acciones o los insultos homófobos. Pero tb tenemos un gran problema… no olvidemos que muchas veces ese odio proviene de sus propios deseos ocultos y aún no sabemos como luchar con el enemigo que tenemos en las filas. Los que pudieran deberían desenmascararles y sacarles a la luz pública
Buenas noches: Acabo de leer el articulo, y he visto el video completo sobre homofobia en Uganda. Por lo que veo Republica Dominicana tampoco es un sitio seguro para los de mi condición. Soy español, con estudios universitarios y un puesto de trabajo alto en la administración. Esto no va a quedar así, nada cae en saco roto, es hora de usar todas nuestras organizaciones LGTB, Fundaciones como Triangulo para que se les persiga judicialmente. Es una autentica vergüenza. Hasta ahora pensaba que podía ir de turismo, pero vamos a replantear esta cuestión con Republica Dominicana, y tendrá sus efectos económicos, sociales y políticos. Animo Melvin Duran, llevemos esto ante los tribunales internacionales que sean necesarios. Hagámonos mas visibles, protestemos en países como el mío, donde todos nos respetan por nuestra forma de comportarnos, educación y trabajo profesional. Saludos y ya estaremos en contacto, pues repito que esto tiene que saberse entre los turistas desde España hacia Republica Dominicana.
Parece increíble que se recomiende como destino República Dominicana, un país que margina y persigue a gays, lesbianas y transexuales debido a la fuerte influencia de las religiones cristinas, en especial evangelista y católica, y que en muchos sectores de su sociedad considera admisible la violencia física contra este colectivo.
Ojalá todas las personas lo tengan en cuenta antes de viajar y, por qué no, apoyar económico a un país que muestra tan escasa tolerancia con otras opciones sexuales.