Victoria Uroz, médico forense funcionaria del Ministerio de Justicia, difunde en Twitter mensajes de carácter homófobo

Victoria Uroz es una médico forense (funcionaria del Ministerio de Justicia español), casada con el periodista de Intereconomía Luis Losada. Católica militante y de ideas fuertemente conservadoras (basta introducir su nombre en Google para hacerse una idea de su perfil), Uroz lleva unos días revolucionando Twitter con mensajes homófobos en los que, entre otras cosas, defiende las peligrosas «terapias reparadoras» de la homosexualidad.

Una muestra de las opiniones de Uroz:

• «Al homosexual o al que siente atracción por el mismo sexo hay que ayudarle para encauzar su sexualidad acorde a la naturaleza corporal» (24 de agosto).
• «Practicar la homosexualidad es un problema por ser fornicación, una aberración física y psicológica: no por no tener hijos o ser inestables» (24 de agosto).
• «Como médico he visto mucho sufrimiento en los que practican la homosexualidad y sé que puede tratarse dicha atracción si se pide ayuda» (24 de agosto).
• «Homosexualidad: contrarios a ley natural. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual», con enlace al catecismo de la iglesia católica (25 de agosto).
• «‘Conocer y sanar la homosexualidad»‘Richard Cohen. Se tolera todo excepto a aquéllos que no lo toleran todo», con enlace al libro de Cohen, conocido por su promoción de las «terapias reparadoras» de la homosexualidad (25 de agosto).
• «Aprovecho para saludar a los nuevos seguidores y reitero que nunca hay que juzgar al homosexual ni discriminarle, sino ayudarle, si lo pide» (25 de agosto).
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Opiniones peligrosas

Las opiniones de Victoria Uroz producen especial preocupación, al ampararse en un supuesto argumento de autoridad («como médico he visto mucho sufrimiento») para promocionar una serie de prácticas desacreditadas por la evidencia científica. Conviene recordar, en este sentido, que hace años que la homosexualidad dejó de ser considerada un trastorno por las sociedades médicas y por la OMS, y por lo que se refiere a las «terapias» para dejar de ser homosexual «voluntariamente» ya han alertado organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA) o la Asociación Médica Británica.

La APA, por ejemplo, tras una completa revisión de la evidencia científica disponible, concluyó que no es posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Respecto a la problemática que suponen las personas homosexuales que movidas por su fe religiosa acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, la APA recomendaba ser honestos con ellos sobre la eficacia de las “terapias reparadoras”.

La APA considera que el objetivo en estos casos debe ser favorecer la aceptación de la propia realidad sin imposiciones. La presidenta del comité que en su momento revisó la bibliografía disponible, Judith Glassgold, llegó a plantear como posibles estrategias insistir en determinados aspectos de la fe, como la esperanza y el perdón, frente a la condena de la homosexualidad, sugerir el acercamiento a confesiones religiosas que sí aceptan el hecho homosexual o, en los casos más extremos, valorar la adopción del celibato como estilo de vida pero sin pretender cambiar la orientación.

Se puede consultar el informe completo de la APA (en inglés y en formato PDF) pinchando aquí, y conocer su posición oficial respecto a cómo abordar la problemática que supone la incomodidad con la propia orientación sexual aquí.

En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario. Hay países en los que incluso estas prácticas están castigadas por los organismos reguladores (en el caso de Brasil, por ejemplo, las prohíbe el Consejo Federal de Psicología, pese a que recientemente diputados evangélicos han intentado, por el momento sin éxito, acabar con dicha prohibición) y ya hay dos estados de Estados Unidos (California y Nueva Jersey) que han aprobado leyes prohibiendo directamente su uso en menores. Incluso la Sociedad Libanesa de Psiquiatría se ha visto obligada recientemente a recordar a sus profesionales que la homosexualidad no es una enfermedad y que no hay evidencia científica de que las «terapias» para modificar voluntariamente la orientación sexual funcionen, y ello en un país en el que las relaciones homosexuales están castigadas penalmente…

Denuncia de ANDET

Veremos a ver si una conducta tan grave por parte de un funcionario público tiene algún tipo de consecuencia. Por lo pronto, tal y como ha difundido en su cuenta de Twitter el periodista Antonio Maestre, la Asociación Nacional Para la Defensa Efectiva del Trabajador (ANDET) ha presentado una denuncia ante la Fiscalía. El presidente de esta organización, Antonio Valenciano, lo confirmaba a su vez en esta red social.

Al parecer se habría denunciado a Victoria Uroz por infracción de los artículos 208 y 209 (injurias), 510 (llamar a la discriminación, al odio o a la violencia contra grupos o asociaciones por motivos racistas, antisemitas u otros referentes a la ideología, religión o creencias, situación familiar, pertenencia a una etnia o raza, origen nacional, sexo, orientación sexual, enfermedad o minusvalía) y 511.3 (penas agravadas en el caso de los funcionarios públicos, incluyendo la inhabilitación temporal) del Código Penal.