Rusia: aparecen notas animando a la población a delatar a los vecinos LGTB y registran la vivienda del activista Nikolai Alekseev

Según Reuters, las autoridades rusas habrían registrado la vivienda del prominente activista LGTB Nikolai Alekseev, llevándose de ella dispositivos electrónicos. El registro habría obedecido a una queja presentada contra el activista por un diputado del Parlamento de Rusia. Asimismo, en una localidad rusa ha aparecido una nota supuestamente procedente de autoridades locales animando a la población a denunciar a sus vecinos LGTB, en una caza de brujas auspiciada por la ley contra la denominada “propaganda gay”.

El registro de la vivienda de Alekseev se produce por cierto en un momento en el que se teme por su integridad física, e incluso su salud mental, después de una sucesión de mensajes contradictorios supuestamente provenientes del activista. A falta de información de primera mano, no es descartable que Alekseev haya sido incluso secuestrado y que los mensajes no provengan de él (aunque no sería la primera vez que emite opiniones controvertidas). Por lo que se refiere a la nota animando a la población a denunciar a sus vecinos LGTB, ha aparecido en al menos un edificio de Rostov del Don, al sur de la Rusia europea. Aunque hay dudas sobre su verdadero origen después de que funcionarios locales hayan negado su autoría, su simple aparición es un ejemplo de hasta qué punto la situación es cada vez más preocupante.

Sea como fuere, la cada vez más intensa persecución de la minoría LGTB en Rusia sigue provocando iniciativas en defensa de dicha minoría, muchas de ellas intentando utilizar los Juegos de Sochi como un instrumento de cambio. Las propuestas de boicot no se limitan a los Juegos en sí, sino que también alcanzan a sus patrocinadores, como Coca-Cola, objeto de una concentración de protesta en Times Square, Nueva York, en la que el gigante ha sido acusado de “promover el odio” por su apoyo continuado a los Juegos.

Otros, como el patinador neozelandés Blake Skjellerup, prefieren que los Juegos sí se celebren y se conviertan en un ejemplo de visibilidad LGTB. De hecho, Skjellerup ha lanzado una campaña para recaudar unos fondos que le permitan competir en Sochi como un atleta gay completamente visible. Cabe mencionar por cierto la iniciativa de un escritor gay ruso que viajará en bicicleta de Rusia a Croacia para dar a conocer la situación en su país. El escritor, no obstante, sólo ha revelado su nombre, Desaint, manteniendo su apellido en secreto por temor a represalias.

También es digno de mención el tenista estadounidense James Blake, que ha aprovechado su discurso de retirada para denunciar la homofobia impulsada desde el gobierno ruso. El que fuera cuarto mejor jugador del mundo se ha sumado a Athlete Ally, una organización que lucha contra la homofobia en el mundo del deporte. Y nos gustaría por último mencionar de la iniciativa de un grupo de ilustradores que ha mostrado su apoyo a la comunidad LGTB rusa a través del arte (ver una de las imágenes, arriba a la derecha).