Una comisión interna de la FIFA propondrá presionar a Rusia y Qatar respecto a sus leyes contra las personas LGTB

El grupo de trabajo de la FIFA encargado de luchar contra la discriminación propondrá a la Federación Internacional de Fútbol que actúe contra las leyes anti LGTB en Rusia y Qatar (países elegidos para acoger los Mundiales de Fútbol de 2018 y 2022, respectivamente). Los organismos deportivos internacionales, como la propia FIFA o el COI, se han caracterizado hasta la fecha por su tibieza frente a las violaciones de los derechos humanos en países organizadores (como Rusia), pero la presión de colectivos, gobiernos y figuras prominentes estaría generando mala publicidad para sedes y patrocinadores.

Piara Powar, director de la organización Fútbol Contra el Racismo en Europa (Football Against Racism in Europe, FARE) y miembro del grupo de trabajo de la FIFA contra la discriminación, ha anunciado que planteará el asunto durante la reunión que la Federación celebrará esta semana. «Qatar es uno de los pocos países donde la homosexualidad todavía es ilegal y la nueva ley en Rusia también plantea grandes desafíos en lo que concierne al Mundial de Fútbol”, ha declarado Powar (aunque desgraciadamente nos vemos obligados a señalar que la homosexualidad es ilegal en numerosos países, más de 70). “Qatar quiere albergar el torneo [y] presentar una imagen internacional acogedora, y con la ayuda de la FIFA estamos seguros de que será posible convencer a los cataríes de que se unan al resto del mundo, incluyendo otros países del Golfo Pérsico y Oriente Medio, y cambien la ley sobre la homosexualidad”, ha añadido. «Se trata de una cuestión de libertades civiles, aficionados y jugadores de toda raza, religión y sexualidad han de sentirse cómodos asistiendo a los Mundiales tanto en Rusia como en Qatar. Va a ser todo un desafío, pero hemos de conseguir que el fútbol sea el vehículo de cambio social que decimos que es. Es un tema importante».

Se trata sin duda de una buena noticia, fruto de los esfuerzos de activistas por los derechos humanos de todo el planeta, pero antes de lanzar las campanas al vuelo conviene recordar que la dirección de la FIFA se ha venido mostrando mucho menos dispuesta a luchar contra la homofobia. De hecho Joseph Blatter, presidente del organismo, se negó a tocar el tema durante la reciente reunión del COI en Buenos Aires, y se ha mostrado aparentemente más preocupado por las altas temperaturas del verano catarí que por los derechos humanos. En 2011 ya desencadenó la indignación al pedir que los homosexuales que acudieran al país del Golfo con motivo del Campeonato Mundial de Fútbol se abstuvieran de mantener relaciones.