El Intergrupo LGTB del Parlamento Europeo reprocha al COI «ponerse del lado de Rusia» en lo referente a la homofobia de estado
El Parlamento Europeo debatirá este jueves la situación de los derechos humanos en Rusia, con especial atención al incremento de la homofobia y la xenofobia, y evaluará las acciones que han sido llevadas a cabo al respecto tanto por la Comisión Europea como por la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton. Desde el Intergrupo LGTB del Parlamento Europeo se les pide una mayor implicación y se condena la pasividad, por ejemplo, del Comité Olímpico Internacional (COI). La discusión permitirá hacerse una idea de hasta qué punto la Unión Europea está dispuesta a implicarse en la lucha contra la homofobia de estado promovida por las autoridades del poderoso vecino ruso.
Como siempre que aludimos a la situación rusa, conviene recordar que la que ya es conocida como ley contra la «propaganda homosexual» usa como argumento la supuesta protección a la infancia y prohíbe informar positivamente sobre «relaciones sexuales no tradicionales» en cualquier ámbito al que tengan acceso menores. Ello supone en la práctica que ni marchas del Orgullo, ni manifestaciones públicas, ni programas contra el acoso escolar, ni información sobre salud sexual, ni cualquier actividad que se considere susceptible de ser entendida como “propaganda homosexual” puede tener lugar en todo el estado ruso. La homosexualidad queda reducida a una conducta privada, que debe permanecer invisible a los ojos de la sociedad, y el activismo LGTB resulta estrangulado.
No se trata, en cualquier caso, de la única pieza de legislación homófoba recientemente aprobada en Rusia. También se ha aprobado la prohibición de adopción de niños rusos por parejas extranjeras del mismo sexo, e incluso se ha llegado a proponer una ley para arrebatar a los padres LGTB rusos la custodia de sus hijos, una propuesta cuyo futuro recorrido se desconoce a día de hoy. En paralelo a la aprobación de leyes homófobas, el día a día de las personas LGTB rusas se hace cada vez más difícil. Imposible no recordar a los jóvenes LGTB que son violentamente agredidos, secuestrados, horriblemente torturados y en algún caso asesinados por bandas organizadas sin que las autoridades parezcan muy interesadas en evitarlo. Y personas abiertamente LGTB han comenzado a perder sus trabajos. Es el caso de dos profesores recientemente despedidos de los centros en los que daban clase: Olga Bakhaeva (de 24 años) y Alexander Yermoshkin (de 38).
La persecución no se limita a las personas LGTB, sino que se extiende a las organizaciones que las defienden. Según un comunicado hecho público por el Intergrupo LGTB del Parlamento Europeo, a día de hoy 9 organizaciones habrían sido ya denunciadas, 18 habrían recibido la orden de cesar actividades que supuestamente violan la legislación y hasta 53 habrían recibido avisos «preventivos». «Bajo la pantalla de humo de la protección de los ‘valores tradicionales’, las autoridades rusas se vuelven cada vez más autoritarias, limitando la libertad de expresión y violando los derechos humanos, y no solo los de las personas LGTB, sino los de todas las minorías», ha declarado al respecto el eurodiputado británico Michael Cashman, copresidente del Intergrupo.
Críticas al COI
Desde el Intergrupo LGTB no solo se pide la implicación de las autoridades de la Unión Europea. Sus miembros se muestran especialmente críticos con la pasividad del Comité Olímpico Internacional. «El reciente decreto del presidente Putin prohibiendo las manifestaciones durante dos meses y medio en Sochi con ocasión de los Juegos Olímpicos de Invierno debería servir como llamada de atención al Comité Olímpico Internacional», ha declarado la eurodiputada holandesa Sophie in ‘t Veld, una de sus vicepresidentas. «El COI ha llegado a prohibir las manifestaciones de apoyo, incluyendo pintarse las uñas. De forma muy clara, el COI ha elegido ponerse del lado de Rusia, protegiéndola de toda crítica. Hago un llamamiento al nuevo presidente del COI, Thomas Bach, a que adopte las medidas apropiadas y condene enérgicamente estas leyes», ha añadido Sophie in ‘t Veld.
Conviene aclarar que la eurodiputada holandesa se refiere en realidad a un episodio ocurrido durante el pasado Campeonato Mundial de Atletismo, celebrado en Moscú, cuando la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) prohibió a la atleta sueca Emma Green Tregaro exhibir sus uñas pintadas con los colores del arco iris como muestra de apoyo a las personas LGTB. Lo que no quita para que Sophie in ‘t Veld esté cargada de razón en sus críticas al COI, que hace pocos días expresaba que la legislación rusa no contradice la Carta Olímpica y que por tanto el organismo no contemplaba pedir explicaciones a Rusia al respecto.
Curiosamente, al mismo tiempo que desde el COI se expresaba esta opinión un grupo de manifestantes LGTB eran detenidos en Sochi en aplicación de la ley que censura la visibilidad de las personas LGTB. Los detenidos fueron liberados horas después, acusados de violar la ley y bajo fuertes multas. Fuera de Rusia, eso sí, continúan las muestras de protesta hacia la pasividad de las autoridades olímpicas y en contra de la homofobia de estado rusa. Buena muestra fue lo sucedido el pasado sábado en Atenas, cuando decenas de activistas LGTB portaron banderas arcoíris y pancartas durante la tradicional ceremonia de entrega de la antorcha olímpica a los organizadores de los próximos Juegos.
Hay que darle dónde más les duele, es decir en el bolsillo, dejando de comprar electricidad generada con gas ruso: http://cort.as/4nyb