Roma: nuevo suicidio de un joven gay, que lamenta en una nota póstuma la homofobia de la sociedad italiana

Nuevo suicidio de un joven gay en Italia. En esta ocasión se trata de Simone D., de 21 años, que a primera hora del domingo 27 de octubre se lanzó al vacío desde un 11º piso. El joven, que en una nota manuscrita se lamentó de la homofobia de la sociedad italiana, estudiaba Medicina en la Universidad La Sapienza de Roma y hacía sus prácticas en el Policlínico Humberto I.

«Soy gay», escribió en su nota el joven Simone, cuya familia desconocía su homosexualidad o que estuviera atravesando por una depresión. «Italia es un país libre, pero existe homofobia, y los que tienen estas actitudes deben hacer frente a su conciencia», añadía. Un texto que, a falta de que la investigación determine si el joven estaba siendo víctima de acoso homófobo en este preciso momento, parece dejar claro que la homofobia ha jugado un papel determinante en su decisión de quitarse la vida.

El suicidio de Simone es el tercer suicidio de un joven gay romano que trasciende a la opinión pública. En agosto se arrojaba desde el balcón de su casa un adolescente de 14 años, que dejó dos mensajes, uno escrito a mano y otro grabado en una memoria USB, en los que contaba las burlas y el rechazo de los que había sido objeto por parte de otros adolescentes, incluso por los que antes eran sus amigos, por ser homosexual, así como el miedo a abordar el tema con su familia. Y hace menos de un año, en noviembre de 2012, se ahorcaba en su casa Andrea S., otro muchacho de 15 años, al que sus compañeros apodaban “el chico de los pantalones rosa“. En este caso el acoso se extendió incluso a Facebook, donde sus verdugos llegaron a crear un perfil para humillarlo. En mayo de este año intentaba también quitarse la vida otro chico gay de 16 años de origen rumano, harto de las humillaciones que recibía de su propio padre. Por no referirnos a las noticias de homofobia escolar en forma de pintadas e incluso por parte de algunos profesores que hemos recogido en el pasado.

La muerte de Andrea S., de hecho, dio lugar a un debate sobre el acoso homófobo sin precedentes en Italia, al que se sumó unos meses después la publicación en La Repubblica de una carta de Davide Tancredi, un joven gay de 17 años que refirió haberla escrito como “única alternativa al suicidio”.

De nuevo, reacciones de condena

El suicidio de Simone ha desencadenado las ya habituales muestras de condena de la homofobia por parte de diversos políticos italianos, como la viceministra de Trabajo y Políticas Sociales, Maria Cecilia Guerra; el alcalde de Roma, Ignazio Marino, o el presidente regional del Lacio, Nicola Zingaretti. También activistas LGTB como Franco Grillini (GayNet), Aurelio Mancuso (Equality Italia), Fabrizio Marrazzo (Gay Center) o Flavio Romani (Arcigay) han lamentado lo sucedido y han pedido que se impulsen de una vez cambios legislativos que faciliten la lucha contra la homofobia. También ha sido convocada una concentración de protesta este miércoles en la calle San Giovanni in Laterano, la ya conocida como «Gay Street».

Conviene recordar que en estos momentos el Parlamento italiano, tras varios intentos fallidos en la anterior legislatura, discute un proyecto de ley contra la discriminación homófoba. Pero desgraciadamente, como hemos venido informando, el proyecto (aún pendiente de discusión en el Senado) ha quedado profundamente descafeinado tras su paso por la Cámara de Diputados, y según denuncian los colectivos LGTB será inútil en la práctica si se aprueba en su estado actual.