El obispo de Segorbe-Castellón culpa al matrimonio igualitario del desarrollo de un «clima de violencia»

Pese al profundo hastío que estos personajes nos producen, un año más tenemos que hacer eco de nuevas declaraciones homófobas de jerarcas de la Iglesia católica en vísperas de la denominada «misa de las familias». En esta ocasión, a las ya previsibles declaraciones del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla (para el que el matrimonio entre personas del mismo sexo supone un «atropello jurídico») se unen las palabras del obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López, según el cual el matrimonio igualitario es responsable del «notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su personalidad» y del «desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la violencia».

Casimiro López se expresa en esos términos en una carta pastoral cuyo título es «La buena noticia del matrimonio y de la familia«, en la que afirma, al referirse al matrimonio igualitario, que «con la exclusión de toda referencia a la diferencia entre el varón y la mujer, se da vía libre a las uniones entre personas del mismo sexo. De este modo se han puesto las bases para la destrucción del matrimonio y de la familia, negándoles su valor insustituible para la acogida, la formación y desarrollo de la persona humana y para la vertebración básica de la sociedad. Sus efectos son, entre otros, el debilitamiento del amor duradero entre los esposos, del amor materno y paterno, del amor filial, el notable aumento de hijos con graves perturbaciones de su personalidad y el desarrollo de un clima que termina con frecuencia en la violencia».

En su texto, el obispo de Segorbe-Castellón se muestra además crítico con los católicos que se muestran comprensivos hacia los nuevos modelos de familia. «No cabe duda que esta situación va minando también la conciencia de muchos católicos. A veces se escucha que la Iglesia ha de ‘adaptarse’ a la sociedad, olvidando que la Iglesia no es dueña, sino servidora, y que no puede abandonar su fidelidad al Evangelio ni su fidelidad al ser humano según el plan de Dios. Se acepta como algo probado que la Iglesia se opone al presunto ‘progreso’ de la sociedad. Pero ¿son de verdad un progreso humano el ‘divorcio expres’, las uniones de hecho, el número creciente de familias rotas o el sufrimiento de los hijos que lo padecen?», escribe.

Por lo que se refiere a Juan Antonio Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares y homófobo reconocido, este ha afirmado en declaraciones a la cadena COPE que la actual legislación de matrimonio supone un «atropello jurídico». Según Reig Pla, la familia (su concepción de familia) lleva aparejada el derecho a “llamarse marido o mujer, esposo o esposa, padre o madre”. “»Las leyes nos maltratan»”, apostilló un Reig Pla nada original: hace solo dos semanas el que es también presidente de la subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española afirmaba que “nunca ha sido tan maltratada la familia natural por las leyes en España como ahora“.