Putin suaviza la prohibición de organizar manifestaciones en los Juegos de Sochi
El presidente ruso Vladimir Putin emitió el pasado sábado un decreto levantando la prohibición de celebrar protestas públicas durante los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, cediendo así a la presiones del Comité Olímpico Internacional (COI). Sin embargo, la norma solo permitirá la convocatoria de manifestaciones y marchas en aquellos lugares o rutas previamente acordados con las autoridades.
El decreto, difundido por la agencia de noticias estatal RIA Novosti, recoge que será la administración de la ciudad, conjuntamente con el Ministerio del Interior y el Servicio Federal de Seguridad, quienes regulen y establezcan límites sobre el número de personas que podrán tomar parte en las protestas durante los Juegos, que se celebrarán del 7 al 23 de febrero. Según ha declarado el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, los organizadores de los Juegos trabajarán con las autoridades municipales y regionales para escoger un lugar de la ciudad en el que las manifestaciones puedan celebrarse.
Con esta decisión, Putin anula por sorpresa el polémico decreto de agosto de 2013 que prohibía la celebración de manifestaciones y otros actos de protesta del 7 de enero al 21 de marzo de 2014, fechas que incluyen el desarrollo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, alegando “motivos de seguridad”. Esta medida, sumada a otras muchas derivadas de la homofobia de estado institucionalizada por el Gobierno ruso en los últimos meses, motivó duras críticas por parte de la oposición y distintos grupos de activistas LGTB por considerar que restringía la libertad de expresión.
Estados Unidos incluye a deportistas LGTB en su delegación
En otro orden de cosas, lo que está claro es que lo que sucede en Rusia va a tener respuesta en la composición de las delegaciones que varios países enviarán a lo Juegos de Sochi. Por lo pronto ya han anunciado su ausencia dos importantes jefes de estado: el presidente de la República Federal de Alemania, Joaquim Gauck, y el presidente de la República Francesa, François Hollande. En ambos casos, aunque no ha habido pronunciamientos explícitos, los observadores relacionan su ausencia con su incomodidad ante la situación de los derechos humanos en Rusia. Tampoco estará en Sochi David Cameron, aunque en este caso el primer ministro británico ha insistido en que ello no tiene relación con boicot alguno. Todo lo contrario de Viviane Reding, comisaria europea de Justicia, que hizo público en Twitter que en ningún caso acudiría a Sochi debido al trato que la legislación rusa da a las minorías.
Pero por el momento es Estados Unidos el país que de forma más rotunda ha querido enviar un mensaje contra la legislación homófoba rusa al incluir en su delegación olímpica a dos deportistas abiertamente homosexuales: la tenista Billie Jean King y el patinador sobre hielo Brian Boitano. Boitano, de hecho, decidió salir públicamente del armario al mismo tiempo que se hacía público su inclusión en la delegación estadounidense. Será, por otra parte, la primera vez desde el año 2000 que no acudirá a unos Juegos ni el presidente, ni el vicepresidente ni la primera dama. La delegación estadounidense será presidida por Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional hasta 2013 y actual presidenta de la Universidad de California.
El sabe que esos días abra mucha cámaras y el mundo estará observando, lo que el quiere es que no se lamen líos en ese día, que dejen en evidencia sus abusos, luego que se terminen los juegos volverán a lo mismo.