Multimillonario de Hong Kong ofrece 120 millones de dólares al hombre que se case con su hija lesbiana
El multimillonario de Hong Kong Cecil Chao Sze-tsung ofrece una dote de 120 millones de dólares (unos 88 millones de euros) al hombre que sea capaz de conquistar a Gigi Chao, su hija abiertamente lesbiana. La cantidad dobla la que ya ofreció en 2012, obviamente con resultados infructuosos…
Gigi Chao, residente en Francia, hace ya nueve años que mantiene una relación con otra mujer, Sean Eav, con la que habría contraído unión civil precisamente en 2012, lo cual al parecer fue el detonante de la primera oferta millonaria de su padre. El magnate se resiste a admitir ningún grado de homofobia en su proposición, considerando a su hija simplemente una mujer soltera de 33 años a la que hay que dotar para que encuentre marido. “Yo no quiero inmiscuirme en la vida de mi hija”, afirma convencido, “tan solo deseo que tenga una bonita boda e hijos que puedan heredar mis negocios”.
Gigi Chao es directora ejecutiva de una de las empresas de su padre, pero también ha dedicado su tiempo y esfuerzos a la creación de la fundación Faith in Love, que lucha contra la pobreza, o a BigLove Alliance, una organización que se opone a cualquier tipo de discriminación.
Entrevistada respecto a la oferta de su padre, Gigi Chao daba muestras visibles de que su activismo es su mayor interés: “en primer lugar, me preocupa el uso de la palabra ‘dote’ en un país asiático, pues es bien sabido que los asesinatos por dote son una cuestión de derechos humanos en la India”, afirmaba con preocupación. También aprovechaba para promocionar sus causas, no sin sentido del humor: “estaría encantada de ser amiga de un hombre que haga grandes donaciones a mi fundación Faith in Love, con la condición de que no le preocupe el hecho de que yo ya tenga una esposa”. Finalizaba con un “papá, yo también te quiero”.
Más en serio, Gigi Chao mostraba una gran comprensión hacia su padre: “comprendo que me quiere, simplemente es de otra época y le resulta complicado entender la difícil situación de la comunidad LGBT. En la oficina, nos dedicamos a los negocios. En familia, nos besamos y bailamos. Tan solo hemos acordado que no estamos de acuerdo en lo que es el matrimonio y lo que es la familia».
Pobre ignorante…
Si lo que el quiere es nietos a quien dejarle sus negocios ella muy perfectamente si quiere y no tiene problemas de salud puede hacerlo.
Guau! ¡Yo me ofrezco! Estoy dispuesto a hacerla muy feliz….
¡Menos mal que no quiere inmiscuirse en la vida de su hija! Si intenta dictarle hasta con quién dormir y hacer vida conyugal. ¡¡Métase en sus asuntos, tontolaba!