«La edad de la ira» en bolsillo
Mañana se publica en bolsillo (Booket Planeta) La edad de la ira, la novela de Fernando J. López (autor además de otras novelas y obras de teatro de las que ya hemos hablado en estos desayunos). Como pensamos que es una excelente noticia (no en vano, aparte de sus cualidades literarias, la novela tiene una trascendencia social que el que suscribe ha podido comprobar en su propia experiencia con adolescentes) hemos decidido recuperar la reseña que escribimos en su día y felicitar al autor, que estamos seguros nos va a dar muchísimas más alegrías.
Reseña publicada el 25 febrero 2011: Marcos ha matado a su padre con una máquina de escribir y malherido a uno de sus hermanos. O al menos eso parece, pero casi nadie de los que le conocen se lo cree. Un periodista se acercará al instituto de Marcos para intentar reconstruir qué es lo que paso en la semana previa al espantoso crimen. Cinco profesores le entregarán sus relatos (por correo electrónico, en papel, en directo), pero hay algo que no encaja. Quizá cruzando las cinco historias… quizá diciendo esa palabra que es invisible, que no existe, que nadie dice porque en el territorio comanche de la educación, la heterosexualidad, como el valor en el ejército, se supone… El periodista decide pedir un nuevo relato de los hechos a las mismas cinco personas (que se habían limitado a sacar sus demonios personales, su frustración, su falta de vocación, sus divorcios y viudedades) para explicar a Marcos, para intentar buscar la causa de su súbito arrebato.
Hace poco hablábamos en dosmanzanas de Adolescentes ante la diversidad sexual, el excelente libro de J.A. Pichardo. Parece como si el ensayo de Pichardo se hubiera convertido ahora en novela. La edad de la ira, de Fernando J. López es un arma de destrucción masiva que se cuela en los hogares como hace más de veinte años se coló en el mío El lenguaje perdido de las grúas: está vendiendo como los churros. Una portada atractiva, una editorial de las grandes y un público objetivo muy amplio. Lo que quizá no saben los que están regalando este libro a adolescentes es que La edad de la ira hará por ellos, por su educación, por su formación como ciudadanos y como personas mucho más de lo que lograrían la mayoría de los padres o profesores: porque el libro es impecable en el tratamiento de problemas como la homofobia, el machismo o el racismo. Uno se emociona al ver que no todo es un desastre, que hay educadores (como el autor, profesor de literatura en un instituto) que tienen muy claro que no van a permitir lo que se permite. Que no todo está perdido: en el futuro muchos de los adolescentes que han pasado por sus manos tendrán con ellos una gran deuda.
Por lo demás, el libro es tremendamente entretenido, muy bien escrito, con una estructura a base de diálogos, correos electrónicos, comentarios en blogs, que lo hace muy cercano al escenario real de los adolescentes de hoy, que reciben estímulos y referencias entre los que se mezclan Kavafis y Cernuda con los personajes de Queer as Folk, A dos metros bajo tierra o The wire, películas antiguas (¡qué miedo pensar que Memento o En el nombre del padre son “antiguas”) con películas de hoy, James Dean con Heath Ledger. Si eres adolescente, no te lo pierdas. Si eres profesor, no sé que haces que no lo has leído ya. Si no estás en ninguno de esos casos, entérate de lo que se cuece en las aulas, de quién nos gobernará en unos años. En resumen: libro obligatorio, libro importante al que deseamos lo mejor que le puede pasar a un libro: que se lea.