Los propios republicanos hacen naufragar en Kansas e Indiana dos iniciativas legislativas contrarias a los derechos LGTB
Una buena noticia la que nos llega desde Kansas, en Estados Unidos. La presidenta del Senado estatal, la republicana Susan Wagle, ha confirmado que no permitirá la tramitación de un proyecto de ley que hace pocos días aprobaba la Cámara de Representantes del estado, y que hubiera permitido a empleados públicos y a particulares negarse a atender a las personas LGTB que solicitaran un servicio simplemente alegando un conflicto con sus creencias religiosas.
Susan Wagle ha expresado su opinión de que el proyecto de ley 2453 (Ley acerca de la libertad religiosa con respecto al matrimonio), aprobado en la Cámara de Representantes de Kansas por un cómodo margen de 72 votos a favor y 42 en contra, va demasiado lejos al proponer incluso que los funcionarios públicos puedan negarse a prestar servicios a personas LGTB. «Creo que los oficiales de policía o los bomberos no pueden elegir a quienes prestan sus servicios. Sirven a cualquier persona vulnerable, sea cual sea su edad, raza u orientación sexual. El servicio público tiene que seguir siendo servicio público para todo el mundo», ha declarado Wagle, que haciendo uso de sus atribuciones como presidenta del Senado no permitirá que el proyecto sea votado en su formulación actual.
Como explicábamos hace pocos días, los defensores de la reforma se escudaban en la protección de la libertad religiosa, añadiendo, en un alarde de cinismo, que el proyecto de ley no iba dirigido específicamente contra las personas LGTB, ya que alguien con un sentimiento religioso “sincero” contrario al matrimonio heterosexual podría negarse también a atender a una pareja de sexos opuestos.
Habrá que ver si el proyecto se reformula de nuevo en una versión que otorgue cobertura únicamente a los prestadores de servicios privados, como en su momento intentó el representante republicano Don Hill, cuya propuesta de que los servicios prestados por empleados públicos quedaran fuera no prosperó en su momento. En cualquier caso, el fracaso del proyecto tal y como había sido planteado es ya de por sí una buena noticia.
Y en Indiana, no habrá por el momento referéndum antigay
Y mientras en Kansas fracasa la propuesta discriminatoria, al menos en su versión más radical, algo más al este del país fracasa otra iniciativa para llevar en 2014 a referéndum una propuesta de enmienda constitucional para prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Ha sucedido en Indiana, donde los republicanos más conservadores han sido incapaces de contrarrestar en el Senado estatal la maniobra de sus propios correligionarios para demorar el referéndum a la siguiente legislatura.
El proceso de reforma de la Constitución de Indiana no es sencillo: requiere que tanto Cámara de Representantes como Senado aprueben la enmienda en dos periodos legislativos consecutivos antes de llevar la propuesta a referéndum. En este caso, la propuesta ya había recibido el visto bueno de las dos cámaras, bajo control republicano, durante el periodo de sesiones 2011-2012. Entonces se aprobó una propuesta que suponía la prohibición tanto del matrimonio igualitario como de otras instituciones jurídicas «idénticas o sustancialmente similares», lo que suponía prohibir también las uniones civiles.
Y aquí es donde ha estado el quid de la cuestión: para poder llevar la propuesta a referéndum en noviembre de 2014, era necesario que las dos cámaras del estado aprobaran durante el periodo de sesiones 2013-2014 la misma propuesta, redactada exactamente en los mismos términos. Sin embargo la división entre los republicanos sobre la prohibición de las uniones civiles llevaba a que la Cámara de Representantes aprobara a finales de enero, por 57 votos a 40, una propuesta de enmienda referida únicamente al matrimonio, que eliminaba la propuesta de prohibición de las uniones civiles. Y aunque los republicanos más conservadores han intentado forzar en el Senado un cambio que recuperara la redacción original de la enmienda, al final no lo han logrado.
Un cambio que hace imposible que el referéndum pueda tener lugar este año, ya que obliga de nuevo a que la propuesta sea votada en la siguiente legislatura. El referéndum será, en el mejor de los casos, en 2016. Una fecha en la cual la mayoría de los observadores creen que la discusión acerca del matrimonio igualitario ya habrá sido resuelta por una sentencia del Tribunal Supremo de los Estados Unidos (conviene precisar que aunque el referéndum se hubiera celebrado este año, a los opuestos al matrimonio igualitario no les hubiera resultado fácil ganar: ya hay encuestas que muestran que una enmienda constitucional en este sentido no cuenta con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos de Indiana).
Dos «fracasos» propiciados por los propios republicanos
Tanto en Kansas como en Indiana, por tanto, han sido políticos republicanos los que han hecho naufragar las iniciativas descritas. ¿Una señal de que entre muchos políticos de ese partido, incluso en estados considerados muy conservadores, se extiende la sensación de que ya no resulta tan rentable como hace solo unos pocos años oponerse de forma frontal a los derechos LGTB…?