El gobernador de Texas compara la homosexualidad con el alcoholismo para defender las peligrosas «terapias reparadoras»
El gobernador de Texas, el republicano Rick Perry, ha comparado la homosexualidad con el alcoholismo, al tratar de defender la resolución adoptada por la federación tejana del Partido Republicano de incluir en su plataforma política el apoyo a las peligrosas “terapias” para “curar” la homosexualidad. Para Perry, la homosexualidad, sea o no innata, es una disfunción que, como el alcoholismo, debe corregirse a través de la abstinencia.
La noche del pasado miércoles 11 de junio, el gobernador de Texas, Rick Perry, daba una conferencia en el Commonwealth Club de San Francisco (California). Tras su alocución, fue entrevistado por Greg Dalton, uno de los organizadores del evento, respecto al apoyo de la federación del Partido Republicano en su estado a las “terapias reparadoras de la homosexualidad”. Concretamente, Dalton le preguntó si estimaba que la homosexualidad era una enfermedad que necesitaba tratamiento.
La respuesta del gobernador Perry fue la siguiente: “Independientemente de si te sientes obligado a seguir un estilo de vida en particular, tienes la capacidad de decidir no hacerlo. Yo puedo tener la codificación genética que me incline a ser alcohólico, pero mi deseo es no hacerlo, y veo la cuestión de la homosexualidad de la misma manera».
En realidad es una comparación que el actual gobernador de Texas viene realizando desde que escribiera su primer libro en 2008, Por mi honor, un panegírico sobre los Boy Scouts. En uno de los capítulos, escribe: “Aunque un alcohólico sea impotente ante el alcohol una vez que entra en su cuerpo, todavía puede elegir si bebe. Y aunque alguien se sienta atraído por una persona del mismo sexo, él o ella todavía pueden elegir si participan en una actividad sexual con alguien del mismo sexo”. Más adelante afirma que, aunque no es un experto en el debate sobre el origen de la homosexualidad, los homosexuales siempre deberían elegir la abstinencia.
En contra del criterio médico
Al tratar a la homosexualidad como una adicción de la que hay que curarse, como el alcoholismo, el gobernador Perry alienta el peligroso uso de las llamadas “terapias reparadoras”, denostadas por toda la comunidad científica, aunque respaldadas por la facción más conservadora del partido al que pertenece el gobernador.
Como hemos insistido en ocasiones anteriores en que nos hemos referido a este tema, no se trata solo de que la homosexualidad dejara hace años de ser considerada un trastorno por las sociedades médicas y por la OMS. Lo que es especialmente preocupante es que este tipo de intervenciones pueden ser tremendamente peligrosas, como ya han advertido organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA), la Asociación Médica Británica o las más importantes organizaciones de psicoterapeutas del Reino Unido.
La APA, tras una completa revisión de la evidencia disponible, concluyó por ejemplo que no es posible sostener que un paciente puede cambiar su orientación sexual a través de terapia, mientras que los daños potenciales de tales intervenciones pueden ser graves, incluyendo depresión y tendencias suicidas. Sobre la problemática que suponen las personas homosexuales que movidas por su fe religiosa acuden por voluntad propia a las consultas para cambiar su orientación sexual, la APA recomendaba ser honestos con ellos sobre la eficacia de tales prácticas. El objetivo en estos casos debe ser favorecer la aceptación de la propia realidad sin imposiciones.
En definitiva, la aplicación o recomendación de este tipo de prácticas van en contra del conocimiento médico actual y de la lex artis que obliga a todo profesional sanitario. Hay países en los que incluso estas prácticas están castigadas por los organismos reguladores (en el caso de Brasil, por ejemplo, las prohíbe el Consejo Federal de Psicología, pese a que diputados evangélicos han intentado, por el momento sin éxito, acabar con dicha prohibición).
Mordaz respuesta del activista Dan Savage
El conocido escritor, periodista y activista LGTB Dan Savage, creador del proyecto para la prevención del suicidio de los adolescentes LGTB It Gets Better, no ha querido pasar por alto las declaraciones del gobernador Perry, pero ha preferido contrarrestarlas con el arma de la ironía (eso sí, totalmente deslenguada) a través de su cuenta de Twitter. Comienza comentando con mordacidad:
Acabo de hacerle una mamada a mi marido. O, como diría el gobernador Perry, he sufrido una “recaída”.
Prosigue dirigiendo al gobernador una serie de preguntas, partiendo de la comparación que ha establecido entre homosexualidad y alcoholismo:
1. Gobernador Perry. Usted dice que ser gay es como ser alcohólico. Pero algunos pueden tomar copas sin convertirse en alcohólicos.
2. Gobernador Perry. Hay quienes pueden tomar a diario unas cuantas copas antes de cenar sin llegar a ser adictos. Durante años, sin convertirse nunca en alcohólicos.
3. Gobernador Perry. Así pues, ¿pueden algunos hombres chupar unas cuantas pollas al día sin llegar a ser “adictos”, sin convertirse nunca en gais? Por favor, infórmenos.
Por último, concluye:
Gobernador Perry, si la homosexualidad es una enfermedad como el alcoholismo, ¿estamos cubiertos por la Seguridad Social? ¿Tendrán que adaptar a ella nuestros puestos de trabajo? ¿Con descansos para mamadas?
Estaremos atentos a las respuestas del gobernador Perry a estas importantes cuestiones para seguir informando.