Un informe oficial iraní reconoce una alta proporción de jóvenes homosexuales en el país
De Irán nos llega una noticia cuanto menos curiosa. Un informe del gobierno iraní reconoce la existencia de una alta proporción de homosexuales entre los jóvenes persas. Este resultado se suma además a otros datos que muestran una población que, al menos en parte, vive muy alejada de algunas leyes importantes de la república islámica.
Hace ya algunos años, en 2007, el entonces presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, en una conferencia en la Universidad de Columbia, afirmó que “en Irán no tenemos homosexuales”. Es verdad que luego un portavoz aseguró que dichas declaraciones habían sido malentendidas. Años más tarde, en una entrevista a la CNN, al propio Ahmadineyad admitía la posible existencia de personas homosexuales en su país. En cualquier caso, aquellas primeras declaraciones han pasado a la historia como símbolo de la represión que soportan las personas homosexuales en el país asiático.
Sin embargo, y según comunicó a la web británica Gay Star News Hossein Alizadeh (coordinador para Oriente Medio de la International Gay and Lesbian Human Rights Commission, IGLHRC), un estudio iraní desmiente la tesis del expresidente y de hecho sostiene la existencia de homosexuales en Irán en una proporción llamativa. Se trata de un estudio de 82 páginas del Ministerio de Educación iraní. Fue realizado en 2007 y 2008 y publicado de manera oficial (el estudio data por tanto de la época en que Ahmadineyad realizó las célebres declaraciones).
Según los datos de este informe, el 17,5 % de los estudiantes iraníes admiten “ser homosexuales” (en números absolutos, 24.889 de una muestra de 141.552). Pero no es éste el único dato llamativo. El estudio revela que en realidad el incumplimiento de las severas leyes sexuales de Irán es muy amplio, al menos entre la juventud. Un 74 % reconoce haber tenido relaciones heterosexuales fuera del matrimonio, lo que en Irán es ilegal. Frente a todo ello, el estudio apunta a la solución del “matrimonio temporal” para los jóvenes, una opción legal en Irán por la que se establece un contrato matrimonial de duración limitada. En todo caso, dicha solución sólo sería aplicable obviamente a quienes tienen relaciones heterosexuales.
En definitiva, la noticia de este informe parece confirmar lo que ya es de sobra conocido: la sociedad iraní es más diversa de lo que sus leyes contemplan, lo que se traduce en que sectores cuanto menos apreciables de su población encuentran un acomodo cada vez más complejo en el estado actual de cosas.