Se cumplen 20 años de la despenalización completa de la homosexualidad en Alemania
Hoy en día, la legalidad de las relaciones entre personas del mismo sexo en un país de Europa occidental se da por hecha. Sin embargo, no está de más recordar que la homosexualidad formó parte del Código Penal alemán hasta la relativamente reciente fecha de 1994. Por desgracia, en la semana en la que se cumplen 20 años de la derogación del infame artículo 175, todavía hay quien añora los largos años de su vigencia.
La criminalización de las relaciones sexuales consentidas entre hombres llegó a Alemania en 1871, año en que se ilegalizaron “los actos contra natura entre personas del sexo masculino o entre personas y animales”. La pena alcanzaba entonces los seis meses de prisión. La situación empeoró considerablemente bajo el régimen nazi, cuando toda forma de afecto entre hombres fue castigada con cinco años de prisión; miles de homosexuales o sospechosos de serlo fueron enviados a los campos de concentración, donde la mayoría de ellos murieron a causa de los malos tratos y los trabajos forzados.
Pero mientras que las demás víctimas del Holocausto fueron debidamente compensadas y reconocidas tras la Segunda Guerra Mundial, y las leyes contra ellas derogadas, el artículo 175 mantuvo su vigencia y las personas LGTB siguieron siendo perseguidas; a veces, incluso, con pruebas recogidas durante los años del nazismo. La evolución fue diferente en la República Federal (RFA) y la República Democrática (RDA): el Gobierno comunista de la RDA dejó de perseguir a homosexuales a partir de finales de los años 50, reformó la legislación para permitir las relaciones consentidas entre varones adultos en 1968 y equiparó la edad de consentimiento con la del sexo heterosexual en 1988. Sin embargo, la RFA castigó las relaciones entre varones hasta 1973 y no eliminó por completo el vergonzante artículo 175 hasta 1994, ya después de la reunificación.
Con posterioridad a la derogación, los colectivos LGTB se centraron en conseguir la anulación de las sentencias por homosexualidad y la reparación de sus víctimas. Por sorprendente que parezca, hasta 2002 no se consiguió la nulidad de las condenas dictadas durante el régimen nazi, y ello todavía contra el criterio de los democristianos de la CDU/CSU y de los liberales del FDP. Las sentencias posteriores a 1945, a pesar de basarse en la versión agravada del artículo 175 aprobada por los nazis, siguen siendo consideradas como válidas. Según la CDU, “las decisiones de un Estado de derecho y sus tribunales no pueden ser consideradas de manera global como injustas”. Una posición que condena a cientos de homosexuales a vivir con el estigma de tener antecedentes penales por el mero hecho de serlo.
Dirigente local de la CDU lamenta el fin de la persecución LGTB
A pesar de la más que evidente injusticia cometida, y todavía sin reparar, contra las personas LGTB en Alemania, algunos sienten nostalgia de los años en los que la homosexualidad era un delito. El ya exlíder de la CDU en la localidad de Wallmerod (en el estado de Renania-Palatinado), Sven Heibel, duda de que la derogación del artículo 175 “sea un motivo de celebración” y se jacta de poseer un Código Penal anterior a 1994 en el que todavía figura el párrafo homófobo. Heibel, de 32 años, se justifica remitiéndose “como cristiano” a la Biblia, así como ironizando: “en la mayoría de los países del mundo [la homosexualidad] está penada… entonces están todos equivocados” y esgrimiendo la “obligación de proteger a los niños”.
Las reacciones dentro de su partido han sido de un rápido distanciamiento: las juventudes democristianas lo han expulsado de sus filas, y la federación de la CDU de Renania-Palatinado se ha desmarcado de las posiciones de Heibel señalando que “no representan la opinión del partido”. Finalmente, el político ha abandonado el partido este lunes aduciendo que la CDU “no acepta la expresión libre de mis propias opiniones” y ha borrado su página de Facebook. Eso sí, sin retractarse en ningún momento de sus homófobas opiniones.
«la federación de la CDU de Renania-Palatinado se ha desmarcado de las posiciones de Heibel señalando que ‘no representan la opinión del partido'»
No claro, no representan la opinión del partido. Porque la opinión del partido es discriminar lo máximo posible pero sin que se note tanto, a poder ser.