Matrimonio homosexual en Costa Rica

Muy buenas, amigos de dosmanzanas: desde hace mucho tiempo les vengo siguiendo y leyendo. Acá les hago un pequeño aporte sobre la lucha por la igualdad de las personas homosexuales en mi país, Costa Rica, país que quiero mucho pero al que le falta mucho camino para lograr una igualdad ideal (y no utópica), y en concreto sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. En el año 2003 el Licenciado Yashin Castrillo Fernández presentó una acción de inconstitucionalidad contra un artículo del Código de Familia que solo autoriza como legal el matrimonio que es entre hombre y mujer, ya que mi país no permite las bodas entre personas del mismo sexo: podríamos exponernos a una pena de hasta tres años en prisión, y sanción también para el funcionario que formalice un vínculo de este tipo, lo que viola el principio de igualdad contemplado en los artículos 28, 33 y 39 de la Constitución Política. Sin embargo en el 2006 se decidió no dar cabida a la acción de inconstitucionalidad presentada con el simple decir de que las parejas homosexuales no son iguales a las parejas heterosexuales.

Costa Rica cuenta con organizaciones que tratan de alguna manera que esta igualdad sea una realidad, como por ejemplo el Centro de Investigación y Promoción de Derechos Humanos (CIPAC), que es un proyecto de defensa y promoción de los derechos gays y lesbianas en el área centroamericana, con sede en Costa Rica. También el país ha demostrado, de alguna manera, que hoy la comunidad homosexual tiene ciertos derechos que habrían sido impensables hasta hace algunos años: hace 7 años el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) resolvió a favor de un travestí para que este sea el encargado de un niño que cuida desde los 4 meses de nacimiento y que fue abandonado por sus padres biológicos; se aprobó la Ley 7771 (Ley general del SIDA) donde indica, en el Art. 48, que no debe hacerse discriminación por la opción sexual de las personas; en el año 2003 tuvo lugar el primer Festival de orgullo de la Diversidad Sexual; también ese mismo año el Instituto Nacional de Seguros (INS: ente del Estado encargado de los seguros) acepta que cualquier persona puede poner como beneficiario de las pólizas de vida a su pareja del mismo sexo, en el 2006 se alista y se envía proyecto de ley para avalar unión civil entre homosexuales; en el año 2007 músicos y otros artistas costarricenses dan su aporte en la lucha contra la discriminación por preferencias sexuales en el festival de Orgullo por la Diversidad Sexual; un año después se decreta el 17 de mayo Día contra la Homofobia y ese mismo año el Ministerio de Salud y la Defensoría de los Habitantes se manifestaron a favor del proyecto de ley de uniones civiles y de hecho entre personas del mismo sexo. Muy recientemente, un abogado heterosexual, empleado del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), presenta acción de inconstitucionalidad donde pretende convencer a los magistrados de que esa prohibición viola los derechos humanos de los homosexuales.

Existen más proyectos a favor de esta iniciativa, sin embargo la parte más conservadora no avala ninguno. Además, el silencio de los candidatos próximos presidenciales para elecciones del 2010 no muestra ningún favoritismo para el sector GLBT. En Costa Rica, a pesar de ser un país de paz, la inmadurez ante situaciones tan esenciales como los derechos de los homosexuales (contemplados también en los Derechos Humanos) es tal que, a manera de ejemplo, cuando el canal de televisión nacional (TELETICA), presentó el capítulo de la serie de TV Americana Desperate Housewives, se censuró el beso que el actor da a su pareja homosexual. Y ni hablar de series de TV o películas de corte gay que nunca han sido presentadas, parece ser que las interpretaciones en el papel de algún homosexual, los típicos estereotipos del «mariquita» que gusta de hacer parodias exageradas de la apariencia de la mujer, o al travestí masculinizado y poco estilizado, o al diseñador o al estilista obvio que goza peinando las largas cabelleras de sus clientas chismosas, es lo que da audiencia; sin embargo a los homosexuales nunca se nos ha dado el papel protagónico, contrario al detalle cómico de una trama televisiva.

Midrez